Vitalicios

Perfil de un luchador

Más de 150 Socios Vitalicios festejaron su cumpleaños con un anfitrión de lujo. Carlos Horacio Compagnucci se hizo presente en el Salón Vip y regaló una hora con sus mejores experiencias. Desde el arribo a Vélez y las batallas que debió librar para no quedarse en el intento de triunfar, hasta las enseñanzas que hoy como Técnico le transmite a los más jóvenes. Compa y un testimonio imperdible.

Carlos Compagnucci brindó una gran charla ante los socios vitalicios este jueves por la noche en el tercer piso del club.
Más de 150 Socios Vitalicios festejaron su cumpleaños con un anfitrión de lujo. Carlos Horacio Compagnucci se hizo presente en el Salón Vip y regaló una hora con sus mejores experiencias. Desde el arribo a Vélez y las batallas que debió librar para no quedarse en el intento de triunfar, hasta las enseñanzas que hoy como Técnico le transmite a los más jóvenes. Compa y un testimonio imperdible.

No convirtió un gol memorable para coronar un título, ni descolgó del ángulo una pelota con destino de red; mucho menos su nombre brota de memoria en el once inicial de cualquier equipo de Vélez campeón en la década del 90. Recién en el Clausura ´98, siete años después de su debut en la máxima categoría, pudo adueñarse del medio campo en aquel vertiginoso equipo de Marcelo Bielsa. Sin embargo, Carlos Horacio Compagnucci, desde el silencio y el sacrificio, también fue sustancial para coronar una década inolvidable con nueve estrellas. Porque un campeón es un todo, y la suma de sus partes, ante todo, la clave del éxito para llegar a ser el mejor.

La misma paciencia que hoy le pide a los más jóvenes para cumplir sus objetivos, fue la que tuvo que demostrar "Compa" para abrirse camino en el fútbol, en la vida. "Llegué a Vélez en 1986, de Monte Buey a la pensión del club sin escalas. Fueron tiempos difíciles pero guardo un gran recuerdo de todas las personas que trabajaban acá para darnos una mano"", arrancó diciendo ante los socios vitalicios que volvieron a llenar el tercer piso de la sede. Y continuó. "No era fácil para los que veníamos de inferiores, se traían muchos jugadores de afuera y la presión del club para salir campeón era grande. Debuté por una lesión de Alejandro Mancuso, Mario Zanabria me dió la chance. Luego llegó Coco Basile con sus jugadores y me tuve que ir a préstamo a Deportivo Morón, porque sino agarraba  esa oportunidad, quedaba libre...fueron momentos muy duros"", dijo tras un silencio, y su voz comenzó a resquebrajarse. La humedad en sus ojos, terminaron de dar cuenta de lo vivido.

Carlos Cárrega manejó el ida y vuelta de las preguntas de los socios a Carlitos Compagnucci. El arribo de Héctor Veira lo mantuvo en el grupo tras su retorno del Gallito, pero fue Héctor Bentrón, que lo conocía de su paso por inferiores, quién empezó a darle mayor continuidad. Y a partir de ahí, su trío de elegidos: Eduardo Luján Manera (""lo recuerdo porque hablaba mucho con el jugador"), Carlos Bianchi ("tenía un sexto sentido, siempre con los pies sobre la tierra") y Marcelo Bielsa ("nos hizo volver al amateurismo, a recuperar las ganas para seguir triunfando"). 

La charla fue virando en anécdotas de partidos, su juego ríspido pero leal, la experiencia como entrenador del Fortín en 2001 y los consejos que le vierte a Lucio, su hijo y jugador de la cantera Fortinera en Quinta División y Reserva. "Hay que ser perseverante, algunos la van a tener fácil pero la mayoría, como me pasó a mí, no. Hoy los chicos vienen muy débiles de cabeza, llegan a todo rápido y los representantes le queman el bocho, porque piensan que entrenan un año y ya están para Primera. Y no es así. Lucio siempre está disconforme con todo, pero le digo que esté tranquilo y que se esfuerce para cumplir su sueño".

Además del Presidente de Vitalicios Gabriel González y el Vicepresidente del club, Gustavo Lucente, brindaron su presencia Raúl Gámez y Guillermo Pizzoglio, quienes conocen de cerca los pasos de "Compa" en Vélez. Previo a los sorteos de indumentaria oficial y el ágape característico para todos los Socios Vitalicios, Compagnucci volvió a emocionarse en el final de la charla no sin antes afirmar que "pasé la mitad de mi vida acá dentro, Vélez es mi segunda casa y quiero que mis hijos estén siempre adentro de este club".

 Al calor de su rica historia y tras nueve títulos, Carlos Compagnucci, el luchador infatigable, dio muestras cabales de ser un hombre más que agradecido con la institución a la que algún día espera regresar para así probar nuevamente, las mieles del éxito.

Diego Luis Guitian
@DLGuitian