Quizás haya sido el empujón final. El cachetazo que moviliza la fibra más íntima para salir a comerte a todos crudos. Porque lejos de golpear y calar hondo en el ánimo de un plantel y su gente, la derrota ante Boca de la tarde del domingo fue una muestra más de carácter para ir en busca de la gloria en estas tres finales que restan por surcar... paso a paso.

Dolerá tal vez la derrota. Es que toda pérdida duele, es inevitable. Pero si uno analiza las formas, lo cara que la vendió Vélez, uno tendría entonces que serenarse y mirar lo que viene con mayor tranquilidad y optimismo. Duele porque a sabiendas de una victoria en casa ante el conjunto de Julio César Falcioni, allanaba el camino para lo que iba a venir. Porque encima, uno de los escoltas como loes Newell"s perdía también en su casa y le daba la chance de escaparse al menos de él y estar un paso más cerca. Un paso, que en definitiva lo da Vélez, porque le descontó una fecha al final y sigue primero (en el peor de los casos el lunes podría compartir liderazgo).

Lo que es cierto, es que achicó el margen de error. Sumó su cuarta derrota del campeonato y esa pareciera ser la medida justa de caídas para coronar. Así lo demostró en el 2011 cuando se llevó el Clausura. Por eso deberá dar pasos firmes en los últimos tres compromisos, siempre con la importancia de saber que Vélez depende de Vélez, como ante Boca. 

Esa dependencia que lo llevó quizás a merecer muchísimo un empate al menos, luego de que Santiago Silva (sí, justo el Pelado que tantas alegrías nos dio) pusiera en ventaja al visitante. Porque supo dejar atrás un primer tiempo con algunas dudas, para pelar instinto animal y salir en busca de la igualdad. Lo pudo conseguir con Pratto con una cabezazo en el palo o con las dos más claras e imposibles de fallar que en una tarde noche magra, el Chucky Ferreyra sintió en carne propia el terror que genera en los demás, esta vez por no haber podido convertir. Como él, muchos pasaremos unas horas de esta noche en vela repasando esa jugada. Pero no debe caerse, nada de eso. Vélez está en gran parte donde está gracias a sus ocho goles y a los que van a venir.

Por eso el hincha despidió como despidió al equipo.Con una ovación bien merecida a modo de dar fuerzas de cara a las tres finales que quedan. Porque el hincha vio en cancha a un equipo que jugó como lo grande que es ante uno que refugió en el fondo su vergüenza de lo que no supo ser. Porque no se puso colorado Falcioni para retrasar las líneas y tratar de despejar todo lo que pase cerca del área de Orión. Eso agiganta aún más la importancia de Vélez en este Inicial con el que sueña.

Será cuestión de hacer carne la herida. Que el dolor pase. Un dolor que te viene a recordar que estás vivo, y muerto está el que no pelea. Lejos de las frases echas, este Vélez tiene demasiado corazón para ir en busca de lo que tiene forma su sueño.

Quedan tres finales. Step by step. Étape par étape. Passo dopo passo. Шаг за шагом. Adım adım. Paso a paso... Como quiera decirlo... Vélez está Vivo.

Twitter: @martineta16