Buenos Aires, Domingo 26 de abril de 2009.

(Prensa Vélez Sarsfield ? Estadio Brigadier Gral Estanislao López)

 

Quizás esta clase de partidos venga a marcar a fuego el rumbo en el camino que transita toda la ilusión en forma de V azul. Tal vez, el sueño se haya vuelto un más dócil al tacto, más palpable; luego de que la hombría se consumara en tan sólo 45 minutos de juego y se ponga patas arriba un resultado que parecía irreversible.

 

Pero este Vélez todo lo puede. Este Vélez invita a quedarse, a sacarse la camiseta y terminar revoleándola hasta sentir entumecido el brazo y en la misma condición el corazón de tanto latir y latir. Como cada una de las almas fortineras, que mudaron su sentimiento, su ilusión a tierras santafesinas y que volvieron cantando en la madrugada con las ganas renovadas y una sed de triunfo insaciable.

 

Porque esta clase de partidos exceden al análisis. Porque de qué sirve planificar diez mil esquemas tácticos, si a veces el alma va más allá que cualquier planteo, que cualquier resistencia. Este Vélez, el de Ricardo Gareca; porque sí, tiene nombre, apellido y una identidad de juego bien definida. Porque sale a buscar desde el cero en cualquier cancha aún pagando caro ese ir constante y lo deje al borde del nocaut en más de una ocasión. Porque después se corrige y lejos de quedarse va al doble con la apuesta y te deja alucinado con la punta del campeonato para saborearla un rato más.

 

Así se muestra Vélez, con errores, con virtudes, vulnerable, valiente; pero con la personalidad justa y esa combinación exacta entre experiencia y juventud para afrontar las más difíciles, para aguantar las más bravas. Así saca pecho Víctor Zapata, sin dudas un gran referente del sacrificio en este Vélez. Correa a todas y a todos; mete marca y juega. Porque a su lado tiene a un pibe que ya es hombre y que se adueñó del medio campo como de toda la consideración de la gente, como Franco Razzotti (una de las grandes figuras que tuvo la tarde en Santa Fe). Porque ellos contagian a los Domínguez, Papa, Otamendi, Cubero; a todos. Porque tiene a un Rodrigo López que de mendigo a millonario de ganó el amor de todo Vélez y hoy disfruta la punta del campeonato, el invicto de once fechas y por si esto fuera poco, ser uno de los goleadores del Clausura. Tomá mate, uruguayo. Bien merecido al trabajo y a la paciencia.

 

Porque el que ingresa, esta vez cumplió y estuvo a la altura de lo que demandaba el encuentro; ante un rival duro en el hervidero que es su estadio y con el resultado más que adverso. Excelente labor de Gastón Díaz tendiéndole una mano a Cubero en la derecha sin olvidarse de ser lo más punzante de Vélez por la derecha. Fantástico lo de Juan Manuel Martínez para desequilibrar ganándole a una pubialgia que lo tiene a mal traer y lo quita y pone del campo de juego con un abrir y cerrar de ojos. Allí estuvo el Burro, con su gambeta a la orden del día para hamacarse y quebrar la historia. Exquisito lo de Roberto Nanni para habilitar con el pecho a López y ponerle la frutilla del postre a una tarde noche (a esa altura) soñada, encantada.

 

Porque Vélez es sinónimo de orgullo. Porque una vez más la camiseta de Vélez quedó bien defendida, bien transpirada, bien en alto. Porque las lágrimas que derramamos más de uno al ver el esfuerzo dentro y fuera de la cancha; en esta suerte de cuatro patas de una misma mesa hicieron que hoy nuevamente la punta del campeonato sea una realidad; que el sueño de verse otra vez campeones no sea una cruel utopía.

 

Vélez es el líder por merecimiento, por entrega, por fútbol, por pelotas y por tantas otras cosas más. Vélez es pasión. Vélez es ese abrazo del final de todos dando rienda suelta a una locura que no tiene límites ni tiempo. Ayer y hoy, la misma estirpe ganadora. Vélez es ganar, y en este Clausura lo demuestra en este reencuentro interminable. Gracias Vélez por esta confirmación de amor.

 

¿Qué importa esta noche cómo termine el campeonato? ¡Qué importa si esta noche vale por mil! ¿Qué va a suceder? Nunca se sabe. Lo cierto es que todos nos envolvemos en la misma bandera, bajo el mismo himno; ese que habla que de Villa Luro? de Villa Luro, salió el nuevo?

 

Carlos Alberto Martino.