Durante la noche del lunes, Vélez y Umbro presentaron la nueva línea de remeras sportswear diseñadas por el ilustrador y Fortinero, Augusto Costhanzo. En Palermo, desfilaron distintas personalidades del mundo artístico y deportivo para presenciar el nacimiento de unos diseños fantásticos inspirados en el Vélez Campeón de todo.

Tocar el cielo con las manos como hincha y a partir de ahí, esperar que con el tiempo germine una idea. Augusto Consthanzo (46 años, ilustrador), como todo hincha de Vélez que disfrutó la obtención de la Copa Libertadores e Intercontinental, guarda entre sus mejores recuerdos lo vivido en 1994. A comienzos de la década del 90 comenzó a despuntar profesionalmente su otra pasión, el Dibujo. Y con una idea que fue craneando, esperó 21 años para que, mediante el reencuentro de la marca deportiva Umbro y Vélez, explote en un diseño de indumentaria la conjunción de dos de sus grandes amores: #UmbroByCosthanzo se presentó en sociedad este lunes con 10 nuevos diseños de remeras ilustradas por el dibujante que rememoran aquellos años de gloria perpetua.

La marca del diamante, encabezada por Mayca Gowland (Gerente Sports Marketing de Umbro) se encargó de organizar el evento en la Pizzeria "La Guitarrita" ubicada en el corazón del barrio porteño de Palermo y especialmente aggiornada con camisetas de Vélez para la ocasión. Allí acudieron distintas personalidades del mundo artístico y principalmente dos representantes del Plantel Profesional, como Leandro Desábato y Fabián Assmann junto a sus familias. Además, los ex jugadores del Fortín Fernando Pandolfi y Roberto Pompei, los directivos Carlos Maceira, Gustavo Amoruso y Horacio Copes. Periodistas de medios nacionales, el DJ Javier Zuker que musicalizó la velada, la comediante Malena Guinzburg y el compositor y cantante Emmanuel Horvilleur; todos con sentimiento velezano fluyendo por sus venas. 

"Uno nunca pensaba que podía darse pero ese equipo estaba preparado para todo. Y la última batalla en Japón, fue uno de las cosas más intensas que viví en toda mi vida futbolística. Umbro vistió a Vélez en esos años tan gloriosos. Y cuando volvieron a unirse hace un año, me surgieron las ganas de hacer algo con ese número mágico: 1994. A partir de ahí pensé toda la historia", recordó Consthanzo para explicar el origen de la idea. Casualmente aquella noche del 11 de agosto de 2015 cuando se volvieron a juntar los caminos de la marca deportiva y el Fortín, Malena Guinzburg fue la encargada de presentar oficialmente a Augusto con Mayca Gowland. Lo que siguió luego, ya es historia conocida.

Por su parte, Vanina Bertoli, diseñadora de Umbro, comentó que "fue muy fácil hacer un brainstorming, tirar ideas, entre una marca de renombre internacional y un diseñador que entiende perfectamente los lineamientos de lo que es el fútbol y la indumentaria deportiva. Dibujos hechos a mano y a partir de nació un feedback entre nosotros y Costhanzo para ver cómo se iba puliendo lo propuesto". 

"A partir del diamante que ilustra a la marca deportiva, comenzaron los diseños. Luego surgió la cantidad de prendas, qué estampas y qué técnicas para plasmarlas, la calidad de la tela, el mejor jersey para hacer prendas al cuerpo pero a su vez que tenga una estética liviana, casual".

"Son 10 diseños en total, algunos se intercambian entre hombres y niños y hay una línea especial para la mujer que es lo más destacable. Es una colección fina que no sé si el resto de los equipos tiene", agregó Costhanzo mientras todos los presentes observaban las remeras de color azul, blanco, verde, gris y negro con estampados que iban desde un fanático portando la Libertadores y la Intercontinental, hasta el Estadio Amalfitani. 

Familia, amigos y un aura Fortinera que recorrió el salón del evento mientras las deliciosas pizzas con cerveza amenizaban la lluviosa noche. Vélez y Umbro volvieron a presentar un diseño que encantará a todo aquel que sienta la V en el pecho. La institución y la marca deportiva, unidos por un artista como Costhanzo que no dudó en remarcar: "Con esto puedo cerrar una etapa. Y saber que habrá hinchas que luzcan mis diseños por Liniers o por el mundo, será un orgullo grande de acá hasta el final".  

Ya lo vivió como fanático de Vélez, pero ahora, desde su trabajo, Augusto volvió a tocar el cielo con las manos.