El 5 de abril será una fecha que difícilmente olvide Raúl Cardozo. En el quinto día del cuarto mes del año, alguna vez sus padres contrajeron matrimonio. Más tarde, en 1987, con la melena negra que le acariciaba los hombros, debutaba en la máxima categoría. Ya nada volvería a ser igual que antes en su vida. Ni en la de Vélez.

Disputó 411 encuentros y marcó 10 goles entre 1987 y 1999. Con 19 años hizo su estreno con la V en el pecho, el día del golazo de Fabián Vázquez a San Lorenzo en el Amalfitani siendo justamente el Pacha, el que el dio la asistencia al Indio.

Cabeza levantada, amagues y pisadita. Tirando paredes y jugando a un nivel altísimo, lubricó con la zurda una banda izquierda excepcional junto a sus mejores socios, Christian Bassedas y Roberto Pompei. En aquel Fortín Campeón de todo, se coronó con 9 títulos, entre ellos el más importante de la historia velezana el 1° de diciembre de 1994. Aquel día en Tokio, brilló marcando al montenegrino Dejan Savićević, figura del Milan de Italia.

En 1997 visitió la camiseta de la Selección Argentina en la Copa América disputada en Colombia. Sus últimos años en Vélez significaron un doble desafío: continuar ganando títulos pero también resignificar su posición bajo las órdenes de un Loco. Marcelo Bielsa tomó el timón y luego de un primer semestre donde la relación con los históricos del plantel no fue la mejor,  el grupo entendió el mensaje y desplegaron un fútbol tan elegante como contundente para conquistar el Clausura 1998. ¿Cómo anduvo Pacha? Parado unos metros más adelante en el campo de juego, fue un carrilero de área a área y como siempre, resultó una de las figuras del equipo.

Nació en Rafael Castillo un 28 de octubre de 1967. En el barrio jugaba arriba, de 10. Pero a sus 13 años decidió irse a probar a Vélez de segundo marcador central porque le gustaba el número 6. Con el tiempo se corrió unos pasos a su izquierda y decididamente se convirtió en el mejor lateral zurdo de la historia de la Institución.

Salud, Pacha. Muy Feliz Cumpleaños.