Presionó arriba, le dejó servida la pelota a su compañero y fue a buscar al área con ese instinto depredador que mostró siempre en Divisiones Juveniles. Antes de definir, Maxi Romero se tomó un tiempo (como los que saben) y luego salió gritando con un Amalfitani de fondo que bramaba por su nueva ''joya''.

El sueño del pibe volvió a tener un nuevo capítulo dentro del fútbol argentino y en especial, en el barrio de Liniers. Si bien no fue en su debut pero sí en el segundo encuentro, Maximiliano Samuel Romero marcó el gol decisivo con el que Vélez se terminó llevando el triunfo ante Olimpo por 2-1 y levantó elogios pese a su corta edad: Es el goleador más joven en la historia del club con 17 años, 1 mes y 4 días. ''La verdad que no voy a poder dormir, es un día muy esperado por todo lo que pasé el año pasado con la rotura de ligamentos. Gracias a Dios salió todo bien'', comentó Maxi una vez consumada la victoria.

Luego de un comienzo de 2015 lleno de emociones por su primera Pretemporada con el Plantel Profesional, posterior firma de contrato y un interés del Arsenal de Inglaterra para contar con sus servicios, el nacido en Loma Hermosa sufrió una rotura de ligamentos cruzados en su rodilla derecha en el mes de mayo jugando en Reserva. La resiliencia de Maxi se puso a prueba durante ocho meses y recién el pasado lunes, ante Sarmiento, pudo volver a tener rodaje oficial tras estrenarse en la máxima categoría. 

Así, todo fue muy rápido en la corta vida de Romero en 15 meses: De los 34 goles en Octava División a su debut en Reserva (con gol incluído) en noviembre de 2014, Pretemporada con Primera y lesión, la ardua espera en el medio, presentación en Junín y el gol de la victoria anoche en Liniers, pero él asegura que ''como dije siempre, voy a dar lo mejor y se me están dando las cosas de a poco. El fútbol local es muy complicado, obvio que no es Juveniles pero me voy a adaptando''.

Como cierre de una semana perfecta para Maxi Romero, la paciencia que tuvo para desatar la euforia ante Olimpo. Tomarse un segundo más dentro del área para definir, es un jactancia que no cualquier goleador puede darse. Pero el Tigre, como si fuera el propio Radamel Falcao a quien admira, lo hizo cada vez que pudo en Divisiones Inferiores y ayer lo volvió a dejar en claro. Controló el centro atrás de Hernán Toledo y definió cruzado para gritar su debut en la red, no sin antes haber rozado en un defensor y luego de que la amortiguara Nereo Champagne, el balón entró pidiendo permiso; el mismo que no solicitó este juvenil de promisorio futuro para ingresar al fútbol grande.