Fútbol

“Mi viejo me inculcó el sacrificio”

El Sitio Oficial se metió en la intimidad de uno de los rincones más místicos de la Institución, la Utilería. Allí donde se visten los sueños de generaciones de jugadores del Fortín, nos encontramos con Carlitos García para dejarnos llevar por sus interminables anécdotas.

Carlitos García junto a su padre, el reconocido Lelo García. Dos hombres que encierran la gran historia de Vélez dentro de la utilería.

El determinismo es una doctrina filosófica que afirma que todo acontecimiento, incluyendo pensamiento y acciones, esta casualmente determinado por la irrompible cadena causa-consecuencia. Sostiene que nuestra vida esta regida por circunstancias que escapan a nuestro control, de modo que nadie es responsable de lo que hace o deja de hacer, desde el punto de vista humano argumenta que no existe el libre albedrío.

 

El abuelo estuvo ligado al Club desde sus comienzos siendo participe en la construcción de la vieja sede; el padre, Lelo, es el canchero y utilero mas famoso de la Argentina y Carlos, como marca el determinismo no tenia otro destino sino seguir los pasos de sus antecesores.

 

Carlitos Garcia, con 44 años recién cumplidos le cuenta al Sitio Oficial su historia y la de su histórico papá dentro de la Institución. ?Nací en el Club, mi abuelo construyó nuestra casa debajo de la popular oeste y allí viví junto con mis dos hermanos; el abuelo había arrancado su idilio con Vélez en la antigua cancha de Basualdo y mi viejo se hizo cargo de la utilería hace más de 40 años?, y comenta, ?a comienzos de la década del 70, José Maria Muñoz realizaba una dura y periódica crítica por el estado de los campos de juego por lo que papá, preocupado, comenzó a investigar; se acercó al INTA, conversó con ingenieros especializados en mantenimiento de terrenos y amplió sus conocimientos para aplicar en el césped. En esa época no había una cultura de respeto por la cancha pero al observar los primeros resultados se tomó conciencia de que había que cuidarla, que la manutención es muy onerosa y que tenerla en condiciones colabora para proteger el patrimonio del club que son los jugadores y aporta a la estética del juego. Fueron muchos años de luchas, discusiones y peleas de mi viejo hasta que se dieron cuenta de las numerosas ventajas que significaba optimizar el terreno de juego; hoy es un tema olvidado, es mas fácil, todos lo comprenden y lo que dice Lelo es palabra santa?, dijo.

 

-¿Cómo y cuándo arrancaste como personal efectivo en la utilería?

-Cuando termine el servicio militar hace 24 años; mi viejo me inculcó el sacrificio y de entrada me ?mató?; tenia a cargo todo el recreativo, tenis, atletismo y otras actividades; luego, recuerda, tomé la batuta de las divisiones inferiores y en el 89 apareció la oportunidad de viajar a Japón con un combinado juvenil que tenia en sus filas a jugadores como Bassedas y Vignolo entre otros y ese significó mi bautismo como utilero en el exterior; al regreso, tome la posta con una excursión a Perú y ya no la solté mas, y apunta, desde ese momento viví la década dorada de los 90, siempre acompañado por Carrizo porque aunque resulte insólito nunca viaje con mi viejo, incluso por cábala y aun invitado por los directivos no estuvo presente en Japón en ocasión del triunfo en la Intercontinental.

 

-¿Nunca se te cruzó la idea de cambiar el trabajo, buscar algo diferente?

-Siempre quise ser jugador, jugué hasta la quinta hasta que alguien me marcó que mi futuro estaba en la utilería (risas); me gusta esto, lo mamé de chico y el viejo me inculcó el profesionalismo, la responsabilidad, el respeto, el orden y la organización; yo agregué cosas que hicieron destacarnos; y enumera, fuimos los primeros en utilizar baúles, en marcar la ropa de los jugadores; nos enorgullecemos de saber que somos pioneros y de ser motivo de consulta permanente porque hacemos las cosas bien.

 

-¿Cuál es tu tarea especifica?

-Estoy a cargo de la logística y la parte operativa, la experiencia me hizo ganar una imagen y un respeto; antes de cerrar trato con el sponsor confecciono el listado de necesidades y cerrado el contrato soy el que realiza el pedido de indumentaria que incluye todo el fútbol del Club y parte del deportivo, básquet y voley, cuando arriba la indumentaria las reparto a las distintas actividades; y en lo futbolístico me encargo de enviar a estampar los números y preparar los juegos de entrenamiento, partidos y concentración, y ubicarlos en los dos depósitos que hay en el Club y en el de la Villa que es un lujo.

 

-¿Cuáles son los cambios más notables que se produjeron en estos veinte años?

-Cambió para mejor la calidad de las telas y los productos de limpieza para el lavado, la tecnología contribuyó a esas mejoras. Mi tía Maria escurría la ropa a mano, la ropa se tendía afuera, teníamos un solo lavarropas; hoy contamos con tres lavaderos y hay tres personas encargadas de costura y planchado, además la cantidad de ropa es mucho mayor, la diferencia es abismal; veinte años atrás un jugador se llevaba una camiseta y había que cortarle la cabeza aunque la pagara, actualmente un arquero no tiene menos de cuatro pares de guantes, cualquier futbolista de la primera posee tres pares de botines. Chilavert llegó a ser propietario de entre 20 y 25 pares y la utilería trasladaba siete u ocho a cada partido. Nosotros también contribuimos a dichos cambios, soy muy curioso y busco novedades en fábricas de telas y casas de deportes con las que tengo buena relación para innovar o implementar ropa mas confortable y han variado mucho los diseños y en eso, quiero agradecer el apoyo de los directivos que desde el 93 a la fecha me dieron mucho apoyo y un espacio mayor que en otros clubes y pude diseñar muchas de las camisetas que uso el equipo en los últimos años, visitar el salón del segundo piso donde se exhiben las camisetas y comparar es la prueba mas elocuente de los revolucionarios cambios de los que hablo.

 

-¿Cómo es la relación con los jugadores, se acercan a Uds., comparten el tiempo libre?

-Papá siempre inspiró una sensación de respeto que me trasmitió; dentro del vestuario somos profesionales y cada uno debe ocupar su lugar; en los camarines somos ciegos, sordos y mudos siempre; y esos son códigos que nunca vamos a traicionar. La relación con ellos es muy buena y te puedo nombrar al Pacha, el Turco, Bassedas, Sotomayor, Trotta, Docabo, Chila generalmente tomaba café con nosotros, los grandes asados y sobremesas del pasado ya no existen y yo solo los viví con un grupo que componían Bujedo, Comas; Vanemerak, Meza que nos reuníamos una vez a la semana; tengo gratos recuerdos de Falcioni, y de Ischia que era mi ídolo; quizás la pretemporada es el momento donde se dan mas diálogos y es la oportunidad para congeniar.

 

-¿Podés contar alguna anécdota de las muchas que tenés, buenas o malas?

-Hay varias, todas no se pueden contar. En mi primer viaje me abrieron los bolsos y me robaron ropa. La mancha mas grande la tengo en un partido en Paraguay cuando por confiar en el utilero guaraní no lleve el juego de camisetas azules; los directivos de Olimpia no quisieron jugar con la alternativa y gracias a contactos con la gente de la selección sobre la hora conseguimos un conjunto rojo y azul de Cerro y con ese salimos a la cancha.

 

Carlitos pide que mencionemos a sus colaboradores, Carrizo, Guillermo, Héctor, Roberto, Juan, Rosalino, Dorita y Mary. La entrevista termina con la narración de su recuerdo más jugoso. ?La Copa Libertadores me marcó mucho por lo que costó; yo había diseñado un brazalete con tela especial, verde fluo con rayas negras muy difícil de conseguir que Trotta usaba como cabala en todos los partidos; terminado el encuentro en el Morumbi y mientras festejábamos en el campo, veo pasar un pibe con la cinta en el brazo, rememora, me olvide de la alegría, lo corrí, lo alcance, lo agarre de los pelos y le quería pegar para que me la devolviera, finalmente y aunque juraba y perjuraba que se lo había regalado una señora que trabajaba conmigo; no le creí, se lo quite, y me lo coloque en el brazo; cuando llegue al vestuario estaban todos los jugadores festejando y en medio de ellos, lo veo a Roberto desnudo, lo único que tenia puesto era el brazalete, y le dije ?la puta madre casi mato a un chico por el brazalete y lo tenes vos?, sonríe y le pone un gran cierre a la nota.

 

Gabriel Martínez.