El silencio aturde. Los ocho ajedrecistas moviendo sus trebejos en la Biblioteca no reparan la presencia del reportero. Sin embargo, uno de ellos abandona el juego y se acerca. Mi presunción sobre las características físicas del profesor de ajedrez, viejo, pelado y de anteojos, se derrumba. Martín Bitelmajer tiene solo 20 años y acaba de asumir la responsabilidad de enseñar los laberintos de este juego en la Institución.
Martín comenzó a interesarse por la actividad a los 6 años. Cansado de que sus padres se mofaran y trataran de evitar que jugara con ellos decidió vengarse. Aprovechó el taller que daban en su escuela (a cargo del mismo docente que lo dictaba en Vélez), estudió, y en muy corto tiempo tuvo su revancha: nunca más perdió una partida con sus progenitores. Con el tiempo, compitió representándola club y en la actualidad tomó la posta que le dejo su primer profesor.
Nervioso en un principio, soltándose a medida que transcurre la charla con el Sitio Oficial, Martín realiza un resumen de la actualidad del ajedrez: ?El nivel decayó por el escaso apoyo de la Federación. Hoy los jugadores mas renombrados se vuelcan a otras actividades mas rentables como el Poker y el Backgammon, donde utilizan con éxito la alta capacidad de concentración y análisis o prefieren radicarse en el exterior ya que son mejor remunerados. El aprendizaje se potencia con el estudio y la participación en torneos, para eso hay que viajar, lo que implica erogar dinero que no se recibe de la Federación, ni de sponsors, ni por parte del Estado. La difusión y promoción del ajedrez en el país es magra. Fuimos potencia en los 50 y 60, cuando se admiraba el talento de grandes maestros como Panno o Najdorf. La situación económica más las malas administraciones provocaron esta caída en la popularidad, salvo en provincias como San Luís, por la colaboración del gobierno.?
-¿El retiro de Kasparov significó también un quedo en la repercusión internacional del juego?
-Seguramente. El genio de Bakú fue un enorme jugador que llegó al máximo ELO (sistema matemático para la evaluación del rendimiento) y ya no tenía incentivos ni entusiasmo para seguir. Su match con la computadora tuvo una promoción espectacular y sus partidas con Karpov fueron seguidas con interés por millones de aficionados. Kasparov le hizo muy bien al ajedrez pero su figura es difícil de reemplazar y grandes empresas dejaron de financiar importantes torneos luego de su retiro.
-El juego tiene, desde su creación, un tablero, 32 piezas y las reglas son las mismas. ¿Está todo inventado?
-La creatividad, la intuición y el ingenio humano siguen generando variantes. Luego de mover un trebejo hay 15 piezas a poner en movimiento lo que implica numerosas ramificaciones. Se gestan todavía ideas u opciones diferentes, la valoración equivocada de una posición errónea puede, a mediano o largo plazo, significar un acierto táctico fabuloso que nos acerque a la victoria. La tecnología aportó mucho y quizá un ordenador esté cerca de la perfección en el juego, pero los jugadores tienen todavía mucho por aprender.
Admirador de Panno y Bobby Fischer, Martín elogia la concentración que provoca la práctica de este juego y finaliza: ?El ajedrez obliga a pensar, a tomar decisiones, y eso es parte de la vida y se aplica a lo cotidiano. Mejora el rendimiento en las matemáticas, e implica ser disciplinado. La mayoría lo toma como una forma de vida, además de encontrarse con un ambiente sano y familia. Debería ser materia obligatoria en los establecimientos educativos?.
Gabriel Martínez.