Copa

Gracias por el fuego

Un Vélez con el alma viva ganaba 2 a 1 y tuvo desde los doce pasos la chance de llegar a la final, pero un resbalón de Santiago Silva en el momento de impactar el balón lo hizo fallar el remate y sentenciar la serie a manos de Peñarol. El Manya se había puesto en ventaja con gol de Mier; pero el Fortín lo dio vuelta con Tobio y el mismo Silva. Duro golpe para un equipo que mereció más por fútbol y entrega.

Augusto Fernández encabeza el pelotón que se va herido del Amalfitani. Vélez vio escapar la gran chance de meterse en la final.

Buenos Aires, Jueves 2 de junio de 2011

(Prensa Vélez Sarsfield ? Estadio José Amalfitani)

 

Qué difícil es afrontar esta página virtual en blanco, que aguarda impaciente recibir las palabras que nunca mis manos han querido digitar. Cómo ponerle orden al sentimiento primero, para que luego la razón salga a escena a dar su mejor versión de lo sucedido. Nada que uno pueda intentar conciliar, puede a estas horas de la noche, darle cierta lucidez como para arrojar un justificativo tan preciso y grande que tape el sentimiento de dolor que le juega la pulseada al orgullo, en un mix de sabores tras la eliminación.

 

Porque es imposible explicar cómo este Vélez no pudo sortear esta instancia de Semifinales de una Copa que le caía como anillo al dedo. Cómo puede ser que el fútbol que despliega este equipo se quede con las manos vacías, sin el reconocimiento eterno que solo entrega una coronación. Alguna vez la Copa Libertadores entenderá que deberá premiar al fútbol por sobre todas las cosas. Ahí tal vez, este equipo tenga el lugar reservado en esta fría noche de inicios de junio.

 

Porque este Vélez jugó el partido como una verdadera final. Como se tienen que jugar esta clase de enfrentamientos, donde se exige hasta la última fibra muscular, donde se gasta hasta el último suspiro del sudor. Porque entendió que tras la derrota por la mínima en el Centenario, debía en el Amalfitani ir el todo por el todo. Llegó tocado, es verdad, con algunos jugadores no del todo bien físicamente producto del trajín de la doble lucha; pero eso nunca fue y será una excusa para este Vélez. Mucho menos, cuando a diez minutos de comenzado el encuentro pierde a su referente y capitán por lesión. Ni siquiera cuando en una contra, Peñarol estiró la ventaja en el global y marcó ese maldito gol de visitante que obligó a marcar una tripleta. Como así tampoco las burradas del patético chileno Osses, que anuló mal un gol bien de Martínez y que pifió en cada acierto; como también Amarilla allá en Uruguay. Nada suena a excusa para un equipo que se acostumbro a afrontar lo que le venga, por más duro que sea, por más doloroso como perder la localía o jugadores vitales por lesión.

 

Así y todo, casi sin hacer pie y producto del nerviosismo, el Fortín fue por todo. Entonces primero lo empató cerca de la última bocanada del primer tiempo por gol de Fernando Tobio; luego lo empezó a ganar con un golazo de Santiago Silva tras una cesión de pecho dentro del área de un excelente Juan Manuel Martínez y figura de Vélez. Con uno menos por la explusión de Ortiz, Vélez con alma, orgullo y piel fue siempre en busca de más. Y por esas cosas que tiene el fútbol, esos caprichos que no tienen lógica ni explicación; en una apilada del Burrito le comente la falta y penal para Vélez. El encargado de siempre se acomodó junto al balón y lo que quería ser el tercero y la clasificación para Vélez, terminó mordiendo el pasto con un resbalón que elevó el esférico por arriba y bien lejos del travesaño. Silencio aquí, estruendo allá. Inexplicablemente lo que era una llave para abrirse paso en el tiempo, para vencer a 17 años de sequía en finales; volvió a ser un cerrojo para las aspiraciones de un plantel que siempre soñó en grande y que lo justificó en cada uno de sus juegos.

 

Desde ahí la desolación de quedarse en las puertas de una nueva página de la historia. Jugando en el inconsciente con el orgullo impreso bien en el pecho a un lado del escudo y bien cerca de cada estrella, de sentir y vivir como lo siente y vive Vélez Sarsfield. Porque esas más de 37 mil personas que explotaron el Amalfitani, arrancaron con aplausos para reconocer lo mucho que ha dado y realizado este equipo de verdaderos gladiadores como le gusta llamarlos a su entrenador.

 

Por esas cosas que uno nunca va a poder llegar a comprender, este Vélez no puede coronarse a nivel continental. La suerte le es esquiva en estas contiendas e injustamente un grupo humano y de futbolistas como este no entra en la historia grande del fútbol de América. Seguramente, en unos varios años, los siente a mis hijos sobre mis piernas y envueltos por la misma pasión que hoy me lía con Vélez, les cuente lo bien que jugaba el equipo de Gareca, el conjunto que tenía a Moralez, Silva, Martínez, Zapata y tantos héroes. Me imagino hablándoles de un equipo que no le temía a nada, ni siquiera a la hora de verse derrotado y con los sueños rotos. Injustamente el fútbol no premió a quien mejor lo representaba, aunque hay que reconocer que el conjunto Carbonero respetó su plan de juego y lo hizo a la perfección; pero sin dudas que por fútbol y entrega, este Vélez merecía estar y entrar en la historia grande.

 

Todos sabemos que no existen los merecimientos. No me vengan con eso. Pero debo reconocer que sí hay alguien que se merece la gloria máxima con Vélez Sarsfield, ese es Ricardo Gareca. Por amar a Vélez como lo hace desde pequeño, porque le duele como me duele a mi, porque le dio una identidad de juego y un estilo envidiable a una institución que ya era grande y reconocida, pero que desde que unieron sus caminos la historia se hizo más rica. Sé Ricardo, que el tiempo te dará la merecida recompensa por ser hombre de bien, por amar a Vélez y por darle el juego que deslumbra. Estamos cerca de alcanzarlo en este Clausura que nos tiene líderes y a tres pasos del final. Por eso hay que levantarse como siempre y meterle para delante. La historia la escriben los que ganan, es verdad. Vamos por eso en el campeonato, Vélez.

 

Puede doler en el alma la eliminación, pero nunca vamos a dejar de sentir este orgullo de ser Vélez Sarsfield. Algún día volverá la fortuna a besarnos los labios. Ese día, todas estas lágrimas van a encontrar el consuelo justo y necesario. Gracias por el fuego inextinguible de tu lucha. Gracias por el fútbol. Gracias por ser Vélez.

 

Carlos Alberto Martino

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28 IMÁGENES

Libertadores 2011 | Vélez 2 - Peñarol 1

Libertadores 2011 | Vélez 2 - Peñarol 1

El Sitio Oficial te acerca el más completo compacto de imágenes de la victoria de Vélez Sarsfield por 2 a 1 ante Peñarol de Uruguay, por las Semifinales de la Copa Libertadores de América 2011; que a su vez, significó la eliminación del Fortín por haber perdido en la ida 1 a 0.