El pasado miércoles, dos juveniles de la Quinta División tuvieron su estreno como titulares en la victoria de la Reserva ante Sarmiento por 3-1. Uno de ellos fue Bautista Arricau, autor del gol que cerró el partido. Dueño de una tenacidad encomiable, el centrodelantero se ilusiona con lo que viene.

En el muy buen presente que tansita la Reserva, que ahora ostenta la cima de la tabla tras golear al entonces puntero Godoy Cruz, el partido en Junín no fue un escalón más en busca del sueño por ser campeón. Era ganar para quedar al acecho del Tomba pero sobre todo, ver cómo respondían ciertas caras nuevas del equipo que dirige Guillermo Morigi. Una prueba de carácter muy interesante, ante jugadores como Matías Lequi, Guillermo Cosaro es Israel Coll, tuvieron Alejo Blanco y Baustista Arricau, quienes arrancaron jugando en la bonita tarde juninense de la que también formó parte Luciano Tilger (titular) y luego Emiliano Lettieri. Todos nacidos en 1998 e integrantes de la Quinta División.

''La verdad que me fui contento. El sábado anterior, frente a Quilmes, hice mi debut jugando 14 minutos y ahora tuve la chance de hacerlo desde el arranque. Gracias a Dios volví a casa con un gol'', destaca Arricau, quien gritó el 3-1 a pura furia, como si hubiera sido el gol de la victoria sobre la hora. Y no era para menos...

El sol jugó su parte en el Estadio Eva Perón. Más aún en un campo de juego en óptimas condiciones pero con el pasto muy seco. El desgaste fue grande para hilvanar la cuarta victoria en fila y Arricau, fiel a su costumbre, se brindó al máximo. Su marcador fue un defensor con toda una carrera encima: Matías Lequi, de 34 años. ''En la charla previa, Guille me lo mencionó que iba a enfrentar a un central de experiencia. Pensé que me iba a poner nervioso pero el apoyo de todos los compañeros y la confianza del Técnico, me llevaron a que pueda enfrentarlo de igual a igual'', apunta Bautista, quien ''pasó por arriba'' literalmente en un par de oportunidades al ex jugador de Atlético de Madrid y Lazio.

Héctor Almandoz lo apodó el ''Jardinero'', en virtud de la bravura y el despliegue con que jugó Arricau jugó un partido ante Belgrano, en Novena División. Algo así como un ''por donde pasa, el pasto queda raleado'', para graficar de quién estamos hablando. ''Soy número 9, mi comodidad es estar entre los centrales partiendo en diagonal de adentro hacia afuera o viceversa. Ahora estoy probando más de jugar de falso 9'', cuenta Bauti y agrega: ''Doy lo máximo, trato de jugar los 90 minutos a full por más que tenga una pierna menos''.

Desde que arribó a Vélez allá por 2012 para transitar su año en Novena, este oriundo de la localidad de Pilar lleva 33 goles marcados. ''Soy un jugador muy físico, técnicamente no soy una luz pero poco a poco y con la ambición de querer mejorar, voy adquiriendo cosas que antes no tenía'', destaca Arricau, un convencido que a fuerza de esfuerzo y dedicación, se apunta como un jugador a tener en cuenta.