Jeremías Lencina y Pablo Billena, fanas de Vélez que defienden la camiseta en inferiores. Los dos están en cuarta división, esperando su chance de jugar en primera.

Velez Magazine se juntó con ambos para conversar acerca de sus historias como hinchas y sus sueños de vestir la camiseta de la cual son hinchas.

 

-¿Cómo se hicieron hinchas de Vélez?

-Nací en el barrio ? dice Jeremías - mis abuelos vivían en la pensión del club, mis viejos son hinchas los dos y es inevitable que no saliera fana de Vélez. Salía del colegio y me la pasaba dentro del club todo el día hasta que un día me probé y quedé fichado y todavía sigo esperando mi oportunidad.

Lo mío fue diferente ? comenta Pablo ? ya que yo le tomé amor al club con el transcurso de mi carrera en inferiores, yo no era de Vélez pero me hice hincha y hoy soy muy fanático, a pesar de que juego en inferiores y a veces no lo puedo seguir.

 

-¿Se acuerdan el primer día que fueron a la cancha?

JL: Yo venía desde que mi mamá me tenía en la panza, pero era muy chico cuando me llevaron a la platea y ya de grande me fui a la tribuna y hoy no la cambio por nada.

PB: Las primeras veces empecé yendo a la platea sur, pero me paso lo mismo que a Jeremías, te parabas a cantar, te hacían sentar y ahí decidí venir a la tribuna en donde se ve otro panorama y podés descargarte mucho más.

 

-¿Cuál fue el partido que más disfrutaron?

JL: Me acuerdo del 5 a 1 a Boca el día de los goles de Chilavert, en ese partido estaba en la platea y me acuerdo del golazo de tiro libre.

PB: El 3 a 0 a Estudiantes el día que salimos campeones en el 2005, fue un partidazo que lo ganamos con mucha autoridad y en uno de los goles terminé tirado por el piso después de una avalancha.

 

-¿Qué anécdota o que locura hicieron por Vélez?

PB: Me acuerdo de ir a la Bombonera sin entrada y casi sobre la hora conseguir una al lado del vallado policial. Una vez, de viaje a La Plata se rompió el micro y terminamos en otro y yo colgado del parabrisas, esas cosas solo por ir a ver a Vélez.

JL: La caminata a Chicago por la General Paz, o a la cancha de Argentinos Juniors, o la del Centenario, esta última fue increíble y solo se explica por amor a Vélez.

 

Los dos coinciden que el mejor gol que vieron fue el de Chilavert a Burgos desde 60 metros, y por ende, el ?Chila? es el ídolo máximo de ambos. ?El otro día cuando entró al campo de juego fue algo increíble, por la recepción de la gente, la emoción, fue, es y será el mejor?, dicen.

 

-¿Y el gol que más gritaron?

-El de Maximiliano Moralez a Huracán, por ser el más reciente y lo que significó ese partido, lo que se habló en la semana, el entorno, el granizo, por muchas cosas fue el que más gritamos.

 

 

-¿Qué les produjo la caravana del 1º de Enero?

-Mucha emoción, fue algo increíble, la cantidad de gente, familias, todos con las camisetas, fue inolvidable?, coinciden y Pablo agrega que ?es que Vélez es familia, acá en la tribuna te das cuenta de eso, se cae un celular y tres escalones más abajo están preguntando de quién es, por eso Vélez es grande por donde los mires y por la calidad de su gente?, asegura.

 

-Y son hinchas de sus futuros compañeros o con los que entrenan habitualmente?

-Son un gran grupo ? acota Jeremías ? hay un gran plantel que sabe lo que quiere y sin dudas que nos está representando muy bien y en el caso nuestro es venir a alentar a los compañeros que después enfrentás en la semana. Aparte cuando nos toca enfrentarlos dentro de la cancha te das cuenta que juegan de memoria, te dan ganas de jugar y te motiva muchísimo ? dice Pablo.

 

Jeremías Lencina está en Vélez desde los 7 años, cuando Juan Lo Bianco lo fichó por primera vez debajo de la platea sur. ?Empecé jugando de 5, de volante central y luego fui de 8 hasta que con el correr de los partidos y los años terminé de lateral derecho?, cuenta. Casi a la misma edad comenzó Pablo Billena, en el año 98 con Lo Bianco como entrenador, siempre de defensor central y desde ahí al igual que Jeremías, todo el proceso de inferiores con una vuelta olímpica en novena: ?fue mi primer año en juveniles con Hector Manfredi como técnico; en esa final con Lanus me echaron y lo viví colgado del alambrado como un hincha más, después la vuelta olímpica y fue un lindo momento que viví en mis primeros años?, recuerda Billena. Jeremías también fue campeón y dos veces: ?con la 89 fuimos campeones en séptima con Pino Hernández y con Carlos Compagnucci en quinta, este último con un sabor especial ya que fue contra San Lorenzo y en su cancha?, recuerda feliz.

 

-¿Qué referente tienen como espejo o modelo a seguir dentro del fútbol?

JL: Fabián Cubero ? contesta sin dudar ? por el puesto en el que juego y por las características de meter, la entrega, el juego más aguerrido.

PB: Nicolás Otamendi es mi espejo y tiene algo que yo empleo mucho en mi juego que es el anticipo, de no dejar reaccionar al delantero y eso es algo que él lo hace mucho y por eso es uno de mis preferidos.

 

Y hoy en cuarta división el futuro de una primera división no está tan lejano de cuando empezaron. Si bien hay un plantel numeroso, las chances de poder llegar son más palpables que estando mas abajo. Con la salida de Omar Asad, el Coio Almandoz, de personalidad y mano parecida a la del Turco, motiva a los pibes que hacen un balance de lo vivido en este 2010: ?es difícil poder jugar seguido porque hay muchos compañeros que tienen las mismas o mas chances que vos y quizás estás por jugar en reserva y bajan cuatro o cinco chicos y te quedás sin jugar o bajás a cuarta?, cuenta Lencina. ?Hay que estar bien de la cabeza y preparado para cuando te llegue el momento, porque como dice Jeremías, le puede pasar a cualquiera y está en uno no bajonearse?, agrega Billena.

 

-¿Les quita el sueño estar a un paso de la primera?

-No, pero lo vivís en el día a día ? coinciden ? te puede llegar en el momento menos esperado como le pasó a Iurino o a Colacha Desábato que se enteró media hora antes del partido que tenía que ir al banco. Yo sueño con hacer un gol y treparme al alambrado ? cuenta Pablo ? esa cosa de vivirla de afuera tanto tiempo y hoy que estoy ahí nomás el sueño es más real que nunca.

 

Y de sueños se vive y más si uno lleva la V en el pecho como Jeremías y Pablo, que nacieron en el club, crecieron, se formaron y desde adentro de la cancha y en la tribuna, dejan todo por su Vélez querido.

 

Rodrigo Ruiz.