Con actitud y autoridad, Vélez se llevó uno de esos partidos en los que se necesita ese plus para superar a su rival. Tras el empate en Sarandí de la semana pasada, el equipo dirigido por Emiliano Scocchera sabía que necesitaba sumar de a tres en el clásico frente a los de Mataderos para seguir en la parte alta de la tabla.

Con un inicio de ida y vuelta, el Fortín intentó hacerse fuerte desde la posesión, mientras que Chicago apostaba a un juego directo con los 1 vs 1. Los primeros minutos fueron muy intensos y friccionados, y no abundaron las situaciones de gol. Hasta que promediando la primera mitad, Thiago Podestá, en su debut en Primera, luchó una pelota larga y le cometieron una infracción en el borde del área. A la salida del tiro libre, luego de un pase de Guido Alonso, Lucca Barrios pisó para adentro y con un zurdazo puso el 1-0.

Pocos minutos después, Chicago sin merecerlo llegó al empate. Tras una mala salida fortinera, el visitante aprovechó el error y no perdonó. A pesar del golpe, el Fortín dominó por completo las acciones, genero muchas chances de gol y se fue al entretiempo 1-1 porque no tuvo la eficacia necesaria para volver a ponerse en ventaja.

El complemento mantuvo la tónica. Vélez se fue a llevar puesto a su rival y antes del primer minuto volvió a convertir gracias a la conexión Rojas-González Amaya, una dupla que viene dando resultados a lo largo del campeonato. El 11 corrió por izquierda y el 9 cerró por el segundo palo para llevar tranquilidad a la gente que copó el Estadio Multifunción II. Chicago iba con más ganas que ideas y apostaba a los mano a mano que fueron bien defendidos por el Fortín.

A falta de ocho minutos llegó la jugada del partido. Facundo Ferreyra controló por derecha, metió bicicleta, caño y definió de emboquillada de zurda para marcar un golazo y estirar la ventaja en un momento decisivo del encuentro. Inmediatamente, el visitante apostó por el arquero-jugador. Luego de varios ataques logró descontar y el partido crecía en nerviosismo e incertidumbre.

Cuando Chicago se venía apareció la garra del equipo para defender y la figura de Luka Benyik. El arquero fortinero se encargó de sacar todo lo que le tiraron para quedarse con el triunfo en el clásico. Cuando restaban solo 19 segundos, Alejandro Flores recuperó y de zurda la clavó de arco a arco para el 4-2 final y para desatar la locura de los hinchas que acompañaron al equipo.

Vélez supo de entrada qué tipo de partido se jugaba y cómo debía hacerlo. Así se explica el gran triunfo que obtuvo con momentos de buen fustal, y con otros donde supo aguantarlo y lucharlo. Con estos tres puntos sigue en el lote de segundos a una unidad del líder Estrella de Boedo. 

El próximo fin de semana, el Fortín visitará Parque Avellaneda para enfrentar a Alvear. ¡A seguir así!

Gonzalo Butti