El Fortín volvió a sumar en condición de visitante, luego de 4 encuentros sin hacerlo tomando en cuenta Liga Profesional 2023 y la actual Copa de La Liga. Costó y mucho porque la temprana expulsión de Nico Garayalde condiconó por completo el rol de ambos equipos. Así todo los dirigidos por Sebastián Méndez salieron fortalecidos y ahora deberán revalidar el punto conseguido en casa, la próxima jornada.

Tigre, que tampoco llegaba a este cruce en óptimas condiciones, salió decidido a llevarse por delante a Vélez a partir de la amplitud de juego que generó con sus dos laterales apostados en campo rival. La presión asfixiante comenzó a surtir efecto de entrada: Garayalde jugó corto para Florentín que estaba arrinconado y de espaldas, Menossi lo anticipó y echó a correr a Reniero, quien fue derribado por Nicolás y el árbitro Baliño no dudó en expulsarlo. Dura entrada del volante, aunque el juez se apuró en tomar la decisión.

La cancha se volcó por completo hacia el arco de Gastón Gómez, de todas formas no abundaron las situaciones de peligro pero sí logró acentuarse la tenencia pelota. Con el correr de los minutos, Vélez se paró mejor y dispuso de una chance clara en los pies de Florentín cuando se estaba cerrando el primer capítulo, sin embargo el disparo del mediocampista guaraní se fue por encima del horizontal. 

En el arranque de la segunda mitad, lo esperado. Tigre, apostado en campo contrario, continuaba sin encontrar chances claras, salvo un remate de Paradela que Chila Gómez desactivó al córner. Era cuestión de que el Matador empezara perder confianza por no abrir el marcador y la ansiedad del hincha terminara confundir a sus jugadores.

Así fue que el partido bajó su intensidad y El Fortín aprovechó el quedo local: José Florentín presionó en la salida, condujo el balón con un Tigre descompensado en el fondo y habilitó a Santiago Castro, quien de primera sacó un zurdazo potente que se coló por el primer palo de Santiago Rojas. Era un golazo del Toto, figura velezana en la noche de Victoria, pero Baliño anuló el grito a instancias del VAR, por la mínima posición adelantada del delantero. Lo que parecía un estallido de alegría, se convirtió en un puñal que paralizó el despertar Fortinero. A sufrir, nuevamente...

Con la desesperación de los dirigidos por Lucas Pusineri, el partido fue cayendo en un pozo donde la tenencia local, una vez más, puso en aprietos al fondo fortinero. Sumado a eso, Jorge Baliño no juzgó con el mismo rigor que castigó a Vélez, dos duras entradas de Martín Ortega (quien ya tenía tarjeta amarilla) y un "planchazo" de Lucas Menossi.

Si bien continúa sin ganar fuera de casa, el equipo mostró su carácter para nivelar el esfuerzo que generó jugar con 10 hombres durante casi 90 minutos. Sin dudas, El Fortín consiguió un punto muy importante que cortó la racha de caídas, el cual tendrá verdadero valor si el lunes 9 de octubre derrota a Atlético Tucumán en el José Amalfitani.