Los Vitalicios en Vélez siempre tienen su lugar. No por ser los socios más longevos, el tiempo se olvida de ellos. De ninguna manera. Son queridos y respetados por su gran ayuda al Club y sus años de aporte permanente, pero también porque son parte de la mejor historia de la Institución. El razonamiento es muy sencillo: si Vélez es de sus socios, los Vitalicios siempre estarán a la vanguardia a la hora del reconocimiento.
El jueves por la tarde fueron recibidos con los brazos abiertos en el Estadio José Amalfitani. Los agasajados primero recorrieron un sector de la verde gramilla dado que está siendo afectada por un período de siembra. No importaron las circunstancias, fotos y retratos inolvidables en el patio de casa no faltaron, en absoluto.
Luego la velada comenzó a tomar mayor calor y los 100 vitalicios, junto a sus acompañantes, se trasladaron al Tercer Piso. En una Salón Vip espléndido, fueron recibidos por los encargados del área que los nuclea: Jorge Grinstein y Carlos Passarello. Junto a ellos también estuvo el Vicepresidente 1° Diego González, quién agradeció deferentemente la presencia de los Vitalicios a lo largo de todo el 2019, siempre acompañando y bregando por un Vélez cada vez más unido.
La noche tuvo distintos momentos emotivos. Uno de ellos fue la distinción a la socia vitalicia Domicia Gómez de Aldaba, de 96 años y tía del periodista velezano Walter Aldaba. Envuelta en lágrimas, recibió el aplauso de todo el recinto en virtud de su fidelidad al Fortín y le entregaron un ramo de flores.
A cargo del ceremonial estuvo, como ya es costumbre, Álvaro Norro. Con su característica soltura el periodista Fortinero animó la noche y fue el encargado de anunciar la presencia del gran anfitrión que engalanó la velada del jueves: José Horacio Basualdo.
Vecino del barrio de Versalles, el Pepe siempre es un invitado de lujo a esta clase de eventos. Su frescura para expresarse siempre tan característica, regaló todo tipo de anécdotas mezclada con su risa que brota a cada momento. Su foja de servicios con la divisa Fortinera incluye 131 partidos y 5 goles. Pero también 4 Títulos (Clausura 93, Libertadores e Intercontinental 94 y Apertura 95). En cada estrella el Pepe aportó su brillo, dotado de un juego lujoso que partía de la banda derecha y se desplegaba por todo el campo de juego. Su finura para llevar la pelota y esos movimientos tan precisos como armónicos a la hora de correr, volvieron a decir presente en la memoria de cada uno de los vitalicios que lo escucharon atentamente por espacio de una hora.
Sus comienzos en Campana para luego pasar a Mandiyú de Corrientes. Luego, el paso por el fútbol europeo a temprana edad y su actuación en el Mundial 90, fueron las primeras evocaciones de Basualdo. Claro, las preguntas sobre el Vélez Campeón de todo no tardaron en llegar y el anfitrión respondió sin guardarse nada. De igual forma se expresó sobre el momento del primer equipo y sus ganas de ver a los dirigidos por Gabriel Heinze peleando hasta el final la Superliga y el deseo de volver a gritar Campeón.
Cómo cierre, el Pepe recibió de manos de Diego González una camiseta oficial tricolor, último modelo, con el 8 en la espalda, aquel número que le quedaba pintado al Campeón del Mundo. Tan cómodo se sintió al vestirla, que se retiró del Salón Vip con ella puesta. Cómo Pepe por su casa, así se fue caminando. Y no es para menos si se trata de uno de los jugadores que nos regaron de gloria eterna.
Antes de poder degustar las exquisitas pizzas de El Fortín, los vitalicios recibieron con beneplácito las palabra de Jorge Grinstein quien agradeció a todos por su presencia y repasó los principales momentos (visitas al Teatro, a la Villa Olímpica, cena de fin de año y cada celebración mensual de cumpleaños) de otra temporada inolvidable para el Departamento. Donde el amor y respeto por sus socios mayores, jamás pasan desapercibidos.
