Fútbol Femenino

“Gracias a Vélez soy la jugadora que soy”

Alicia Jerez es la carta de gol para la Primera de Vélez. Su historia, su arribo al club, la lucha diaria para seguir creciendo a fuerza de goles y mucho sacrificio.

La delantera Alicia Jerez, integrante de la primera de Vélez, tiene 20 años y es de Barrio Parque de Moreno. Su familia se compone por su papa, mamá y dos hermanos. Uno de ellos jugaba al fútbol y eso la motivó a ella. Además, su papá era fanático. De ahí comenzó a compartir esta pasión. “En realidad nunca quise jugar, pero mi papá casi que me obligó. De chiquita él vio algo en mí y me llevó a jugar. Iba al club del barrio toda enojada con la remera grande. Cuando metí mi primer gol me empezó a gustar y seguí”, recordó.

Era la única entre todos los varones, jugaba arriba y se encargaba de meter los goles importantes. “En esa época nunca vi a ninguna chica jugar”, expresó. De lunes a viernes iba a los entrenamientos y los fines de semana salía a la cancha con sus compañeros que la alentaban. “Me decían que jugaba bien, que siguiera y que me probara en algún club. El jugar con varones me dio también más potencia a la hora de jugar”, señaló.

De Barrio Parque al SAT. Un padre del club vio su potencial y la llevó a probarse en el equipo del Sindicato Argentino de la Televisión. Entrenaba sola dos veces al día, mañana y tarde, con un preparador físico, preparándose para ese día que definiría si se quedaba. “Fui a la prueba y quedé. Me dijo ‘vas a reserva y, si seguís, el año que viene vas a primera. Me puse recontenta. Y me dijeron -venite mañana que te damos la ropa y todo-”, compartió.

Le estaba pasando todo lo que había soñado, por lo que tanto había trabajado y por fin tenía su oportunidad de jugar y llegar a cumplir sus sueños. Pero al día siguiente pasó lo peor. “Entrenando me fracturé la muñeca izquierda. Ahí ya no quise ir, luego de una semana se comunicaron y les conté la situación. Fui a rehabilitación un par de veces y ahí me llegó la propuesta de Vélez”, explicó.

Con esa propuesta arriba de la mesa, no lo podía creer, pero estaba con dudas y miedos. Acerca de eso, contó: “Estaba muy ilusionada, pensé que el femenino de primera era como el masculino. Después, del golpe me agarró miedo y dejé de jugar, tenía un yeso y, ante la insistencia de mí papá, jugué la final de Barrio Parque y metí dos goles”.

Ese envión anímico, le dio el pie de seguir con la propuesta. Con las emociones a flor de piel, llegó. “Mi papá trabaja en un salón de fiesta y un compañero de él me invitó a Vélez. En ese momento estaba Álvaro Estrella. Vine a una prueba y quedé”, comentó. Se integró al equipo y lo sintió como si fuera una familia. Pero como todo, las cosas tienen lados buenos y malos. “Cuándo quedé, debía pagar la actividad y por unos meses lo pude pagar, llegó un tiempo en el que no pude más y me becaron”, manifestó. Esto denota el sacrificio que se hace por la pasión y ella es un ejemplo de esto: luchó y lucha por sus sueños. “A veces costaba cargar la sube. Me llevaba mi mamá. Íbamos como podíamos, pero iba igual”, confesó. Sin embargo, ese día quedará guardado en su memoria y en las redes sociales seguramente. “El día que llegué a Vélez fue el 16 de julio de 2019. Ese día, me acuerdo que me saqué una foto, la subí al Facebook y me quedo guardado para siempre”, reveló.

Su familia siempre estuvo presente, pues sus integrantes son los que la ayudaron en el camino a ser la jugadora que es hoy y es admirable la lucha de su familia. Por eso, muy agradecida, comenta: “Mis padres hicieron un gran esfuerzo. Mi mamá tenía un problema de vista y no podía trabajar, entonces mi papá trabajaba y de ahí ayudaba a mi mamá. Él trabajaba en un salón de limpieza y un día necesitaban a una persona que ayudara. Fui, trabajé y me gané, aunque sea el manguito para la sube”.

Un lugar nuevo siempre te trae miedos internos, pero ella no se quedó atrás y el tiempo acomodó todo. “Sentía mucha vergüenza. Mis compañeras ya se conocían, aun así, con todos mis miedos era chica, me recibieron re bien. Son buenas compañeras, me sumaron al grupo y me inspiraron mucha confianza. Creo que sin ese apoyo no lo podría haber logrado”, explicó. Con sacrificio y esperanza ella siguió por el camino y la pasión que la hace feliz, hoy en día se destaca. “Si bien aún estamos en la B, no es profesional, yo me siento profesional, tengo el nivel para ir a cualquier club. Tuve propuestas de clubes de la A y me siento capaz”, reflexionó. Tener posibilidades y poder elegir es algo que no muchas jugadoras tienen. Más allá de eso, eligió Vélez por sobre todo. “Fui a probarme a otros clubes, pero no me sentí cómoda. Vélez es mi lugar, tengo mucho cariño por el club. Acá me firmaron y gracias a la gente de Vélez soy la jugadora que soy hoy. Este club es enorme y es mi casa, lo siento así. Vivo más acá que en mi casa”, afirmó.

En el último torneo, en cada partido se notó el esfuerzo de Alicia Jerez. Es una de sus cualidades que se destacan. La otra, la humildad. “Una jugadora puede ser que sea figura, pero lo que cuenta es la humildad. En ese sentido, creo que es tan importante meter un gol como ayudar a una compañera a anotar. Si tengo la chance, se la paso para así poder verla con una sonrisa de oreja a oreja”, dijo, y añadió: “Siento que doy todo en la cancha, corro hasta la última pelota. Yo no soy mucho de hablar porque soy muy tímida, pero cuando siento que el equipo necesita que yo hable, estoy. En lo personal, siento que tuve un buen torneo. Ayer lo hablaba con mi pareja, Samuel, con quien estamos desde que empecé acá. Siempre me apoyó y en parte a él también le debo mucho”.

También es destacable cuando una jugadora ve los frutos de su esfuerzo y se siente merecedora de esto. Justamente, en cuento a ese tema (el esfuerzo), manifestó: “Creo que estos logros que cumplí me lo merezco, que esto de ser titular me lo gané. Siempre trato de dar el ejemplo, vengo temprano y cuando cruzo la puerta se me van todos los problemas. Con mis compañeras disfruto del deporte”.

En la vida de los y las deportistas algunos sueños se cumplen y otros no. Ella entendía eso y se concentra en los que cumplió. Aunque de chica tenía otros, en la vida algunos sueños cambian: “Siempre quise llegar a primera y estar en la A. Pero hoy en día quiero seguir acá, salir campeona y ascender con Vélez”, sostuvo, y agregó: “No te voy a mentir, estando en la A te ven más personas, te ven desde la Selección... Es uno de mis sueños. Por eso también doy todo para llegar a estar ahí”. Ella demuestra su amor por el club que le brindó todo y es por eso que quiere conquistarlo todo aquí, en Vélez. “Si siento que está todo hecho en el club, buscaría otro reto y seguiría mi carrera afuera, pero por ahora no es así”, aseguró.

Hoy en día, es un poco más común que niñas jueguen y sigan al fútbol femenino. Las futbolistas del futuro no tendrán que pasar por lo que pasaron las de años anteriores. Pueden tener una referente femenina. Sobre los consejos que les da a las más chicas, Alicia detalló: “Les digo que luchen y que se esfuercen por lo que quieren. Si uno se lo propone, todo llega, por más que haya trabas. Si uno quiere llegar, lo va a lograr”.

Esta es la historia de Alicia Jerez, una futbolista que luchó y consiguió lo que se propuso. No dejó de lado sus valores y siempre tiene presente a su familia. Si dudas, en un futuro será una figura del club y dejará una huella en la hinchada velezana.

Nicole Parodi