Vitalicios

“Si el hincha me recuerda es porque en la cancha siempre dejé todo”

Este jueves el Depto. de Vitalicios festejó los cumpleaños de los socios nacidos en los meses de abril, mayo y junio, y como un regalo muy especial, tuvieron la presencia de Julio Asad. El Turco mayor contó sus vivencias tanto en el fútbol como en la vida: ''Me considero un luchador que siempre salió adelante''.

Julio Daniel Asad y un emotivo encuentro junto a los Socios Vitalicios este jueves por la noche en el Salón Vip del tercer piso.

Si vive como jugaba, tiene cuerda para rato, sentenciaba un Socio Vitalicio que andaba entre la multitud que concurrió al tercer piso de la sede. Para él, como para casi todos los que vieron jugar a Julio Daniel Asad, el Turco fue el mejor volante central de la historia velezana. Una artera lesión ligamentaria en su rodilla, lo postergó de ser el eje del mediocampo de Argentina en el Mundial ´78. Y no es para menos, porque entre sus múltiples cualidades reunía los mejores adeptos de cada puesto. Partía como ''5'' pero definía como un goleador de raza, organizaba el juego como un destacado ''10'' y su talento también servía para defender cual aguerrido defensor. Tras 144 partidos jugados y 35 goles con la V en el pecho, el Turco fue muchos jugadores en uno solo. "No tuve la suerte de ganar algo con Vélez, pero si el hincha me recuerda es porque en la cancha dejé todo", explicó luego casi con lágrimas en los ojos.

Algunas de las frases que dejó Julio Asad en su encuentro con los Vitalicios:

  • ''Tuve una infancia muy dura con mi familia y no siempre había para comer. Éramos siete hermanos además de mis padres, en casa. Por eso todo lo que sufrí de chico, me sirvió como fuerza para llevarme puesto a todos dentro de un campo de juego''.
  • "Amo la camiseta de Vélez porque este club me dio todo".
  • ''En mi formación como futbolista y persona, en Vélez, me marcaron mucho Alfredo Bermúdez y Juan Carlos Montaño. Y ya más adelante como Profesional, Cesar Menotti y Osvaldo Zubeldía. Dos extremos de los que logré sacar lo mejor de ambos".
  • ''Para uno que ha defendido la camiseta de esta institución a más no poder, es muy lindo que te reconozcan. Estoy eternamente agradecido a Vélez''
  • ''A medida que voy sumando edad, me doy cuenta el por qué de todo esto; en un campo de juego reunía cosas que hoy le faltan a muchos jugadores''.
  • ''Estoy muy bien de salud. Hace seis años que volví a trabajar en Ecuador en lugares donde hay poco oxígeno pero lo llevo sin problemas''.

De reconocido paso por el fútbol ecuatoriano (Ganó la Serie A con Deportivo Olmedo -2000- y Deportivo Cuenca -2006-, ascendió a Primera a Liga de Quito en 2001 y también fue campeón en la Segunda Categoría con Aucas), el Turco tuvo una dilatada carrera en distintos paises además de Ecuador, tal el caso de El Salvador, México y Arabia Saudita, además de nueve equipos en las distintas categorías del ascenso argentino.

''Dirigir a Vélez es algo que tengo pendiente y si un día soy el Técnico de este club, me puedo retirar tranquilo. Siempre me costó imponerme en un país del cual no conocía su cultura, pero en Ecuador me ha ido muy bien promoviendo jugadores y sacando equipos campeones como Olmedo o Cuenca, equipos por fuera de los que siempre coronaban y eran de las ciudades de Quito o Guayaquil. Lamentablemente hay mucho preconcepto que a veces te limita a la hora de poder llegar a un club de Primera en Argentina''.

Las anécdotas ante los Socios Vitalicios y todo el Departamento encabezado por su Presidente, Gabriel González, no dejaban de sucederse y el Turco le imprimía a cada frase la firmeza de su palabra. Tras sufrir un complicado accidente cerebro vascular que casi le cuesta la vida, soltó una frase que hizo tronar la ovación y el reconocimiento en el tercer piso: ''A partir de lo que me pasó, las cosas que emocionan me emocionan y puedo exteriorizar ahora lo que antes no podía. Siempre fui un luchador, en la cancha y en la vida y como jugué defendiendo la camiseta de Vélez, así vivo''.

Tenía razón aquel Socio Vitalicio. A sus 62 años, Julio Daniel Asad conmueve con su entereza y ojalá Dios le dé vida para rato al mejor volante central (y por qué no jugador total ) que vistió la camiseta de Vélez.