Torneo

Cargando su propia cruz

Vélez cayó goleado por 3 a 0 en la visita a Mendoza frente a Godoy Cruz. A los 3 ya caía con gol de Garro en un quedo defensivo, a los 15 Grillo se fue expulsado y dos más tarde, García solo en una pelota quieta metió el segundo. Garro estiró la goleada ante un Vélez deslucido y crítico que igual tuvo sus chances que desperdició.

Se lamenta Cufré. Vélez tuvo un partido para el olvido en el arranque y lo pagó caro.
Por Carlos Martino

El Fortín cayó derrotado en Mendoza ante Godoy Cruz por 3 a 0 con dos tantos de Juan Garro y uno del moreno Santiago García, durante la tarde de domingo en el estadio Malvinas Argentinas. Ampliando información.

El equipo comandado por Omar De Felippe sufrió nuevamente de irregularidad, ya que volvió a caer de visitante luego de conseguir un triunfo en casa, como lo fue en la semana pasada ante Tigre en Liniers. Las bajas de Juan Manuel Martínez y Maximiliano Caire en la última semana que se sumaron a la ya conocida de Jorge Correa, llevaron al entrenador a mover el once inicial que venía de triunfar, de una forma obligada. 

Así fue que el DT mandó a cancha nuevamente a Fabián Cubero y para reemplazar al Burrito le dio lugar en el campo de juego a Fabricio Alvarenga, buscando tener más juego por las bandas evitando ese camino de ataque también para el conjunto tombino que sabe aprovechar ese sector con la velocidad de Garro y de González.

Pero en una constante que se da en los partidos, Vélez tuvo un arranque de juego muy difícil; sobre todo por las facilidades que brindó en el fondo y que Godoy Cruz supo aprovechar al máximo con el buen pie y la velocidad de sus jugadores. Ya en la primera y sacando del medio, Giménez lanzó a espaldas de Cubero y Garro que no llegó contra la última línea. En la segunda, por la derecha del ataque local, González también le ganó la cuerda a Cufré pero no llegó a lastimar. Ya el conjunto de Bernardi avisó por dónde iba a lastimarlo a Vélez.

Tres minutos nomás tardó en cambiarse el marcador. Giménez habilitó con un pase exquisito a Garro que se filtró por el medio de una defensa estática y casi sin ángulo desde la derecha definió fuerte cruzado arriba al palo más lejano de un impotente Aguerre. El Fortín acusó el impacto, con un partido que cambió radicalmente en ese inicio.

15 minutos tardó en definirlo el local. Un mal pase de Giannetti y un control largo de Grillo llevaron a dividir el balón y Fausto fuerte al piso tumbó a González y vio la roja de un Loustau que fue incuestionable. Vélez se quedaba con uno menos y encima en la jugada de esa infracción, Giménez preparó la jugada y un muy solitario Morro García desde la medialuna eligió el palo y ángulo izquierdo de Aguerre en un verdadero golazo. Lo tuvo el Morro de nuevo y lo erró con el arco vacío. Aguerre tapó varias. Se derrumbaba Vélez en cada llegada, en cada error y ante cada minuto.

El conjunto de Liniers buscó acomodarse pero nunca pudo hacer pie claro en el primer tiempo en el campo, fallando muchos pases, al punto tal de costarle dar dos seguidos.Pavone exigía y el Monito Vargas era puro entusiasmo pero en soledad. Mientras, el Tomba se recostó en la comodidad del resultado y de un Vélez maniatado desde su impotencia en una de las peores imágenes que dio el equipo.

En el complemento y con uno menos, De Felippe mandó a cancha a Romero para sumar presión arriba por un Alvarenga de flojo primer tiempo. Vélez se paró más arriba y empezó a contar con chances desde esa comodidad del local y la necesidad de ir de la visita. Lo tuvo Zabala de derecha en la más clara y el palo de Rey le negó el descuento. Lo tuvo Giannetti de cabeza pero Giménez la salvó en la línea. Pero cuando aceleró Godoy Cruz cerró la victoria. Garro le ganó la espalda a Giannetti y abriendo el pie definió a un palo de Aguerre.

Pavone tuvo el descuento de penal sobre la hora pero el horizontal le reafirmó a todo Vélez que no era una buena tarde. Vélez cargó una vez más con su propia cruz de la irregularidad ante un equipo que no te perdona y que no terminó con una ventaja aún más grande porque Aguerre en el mano a mano estuvo firme en tres pelotas claras.