Finalemente el equipo de Omar De Felippe terminó igualando ante Aldosivi sin goles, en lo que fue la visita del Fortín a Mar del Plata, en la jornada del fin de semana largo y con una cantidad de público velezano fantástica. Fue empate nomás. El primero del campeonato, con todo lo que eso significa en 11 fechas. Pero lo tuvo para ganar. Muy claras. Clarísima. Tanto que uno por ese instante de definición fallida de Alvarenga, casi que se olvidó de las derrotas, de lo que adolece, de todo.

El encuentro se presentaba como el duelo de las necesidades, ya que tanto el de De Felippe como el de Franco, necesitaban la victoria como el aire para poder inflar los pulmones y respirar. Respirar como todo Vélez en bocanadas que otorgan los encuentros que suman puntos, para escaparle de a poco pero al fin, a la zona más comprometida del equipo.

En la semana el entrenador fortinero se vio obligado a mover el equipo ante la ausencia de Cubero quien cumplió fecha por acumulación de tarjetas. En su lugar había ingresado para ocupar el sector zurdo Braian Cufré, mientras Caire pasó a la derecha. En el medio, el buen rendimiento de Tito Canteros en los ensayos le llevó al DT en ponerlo entre los once por Cáceres. Y también el ingreso de Didí Zabala por el corredor Alvarenga. Vélez necesitaba la victoria más que nada.

Con mucha intensidad y poco fútbol arrancó el encuentro en La Feliz. Vélez que intentaba sumar gente al ataque pero sin poder ejecutar una seguidilla de toques; mientras que Aldosivi apostaba a la agresividad para ir en busca del arco de Assmann. Canteros se mostraba como buen pie y salida pero debía apostar a los bochazos largos, ya que Vargas preocupado por la marca pegajosa de Brum, no podía desequilibrar.

Allí estaban los duelos. Brum y Vargas, mientras que por el otro era Llama con Caire. Mientras el Monito estaba más de compañero de ataque de Pavone aún sin llegarles clara la pelota, más que de socio en el juego y su generación de Canteros; Llama se desdoblaba para arrancarle un par de amarillas a Caire que en esa suma de 1 mas 1 de tarjetas se quedó afuera del juego en 37 del primer tiempo. Desde ahí Vélez con uno menos trató de aguantar hasta el final del tiempo con Zabala en posición de lateral derecho. En cuanto a chances, tuvo una clara Pavone que desvió el remate tras un rebote de Vega de un tiro de Díaz. 

En el complemento y curiosamente sin cambios (ni para rearmar la defensa), Vélez salió a tratar de salir; pero Aldosivi fue desde el vamos en busca del gol. Lo tuvo en los primeros tres minutos que entre el fondo (gran partido de Nasuti) y la fortuna mantuvieeron el arco en cero tras la arremetida del local. Allí empezó a crecer en solidaridad, este Vélez. Un Vélez humilde pero que mostró una idea de esperar con ese hombre de menos y lastimar o intentarlo en los momentos justos. Mientras Franco agotaba variantes, De Felippe mantenía en cancha a los mismos, solo el ingreso de Alvarenga por Vargas, le aportó frescura al equipo. Parado de contra y luego aprovechando la expulsión de Joel Acosta que niveló los núimeros, el Fortín lo tuvo con un remate de Díaz que se fue cerca y también un doble remate de Alvarenga que también se fue cerca.

Sin embargo, la más clara llegó para Vélez sobre el final. En el descuento. Pavone aguantó ante la marca y con un movimiento se sacó a su defensor y arrancó una carrera hacia el área donde habilitó muy solitario a Alvarenga que en la puerta se acomodó y con un muy fuerte y poco direccionado remate, sacó el balón de la cancha con un Vega casi sin oportunidades. Una chance única que Vélez dilapidó en lo que podía haber sido un triunfo soñado. Porque en ese segundo tiempo, había hecho méritos para llevarse un poco más que el punto.

Queda dando vueltas esa jugada, motivo de sobra para no conciliar el sueño esta noche. Pero Vélez mostró algo más en la tarde marplatense. Si bien le falta juego, el Fortín mostró carácter y eso a esta altura es mucho. Tal vez, el empate se justifica en el tiempo con uno menos donde el local buscó un poco más y Vélez dejó todo para sostenerse; pero tal vez no encuentre explicación lógica del por qué no se llevó una victoria agónica, cuando la mesa estaba servida.