Siete victorias, tres empates y seis caídas. 24 unidades conseguidas. Exactamente el 50 % de los puntos en juego obtuvo Vélez Sarsfield al finalizar su participación en el Torneo Transición 2016 y a partir de este momento llegarán los balances que van más allá de la frialdad de los números. Luego de un certamen, como los fue el de 2015, donde el Fortín consiguió un amargo 27° lugar, los dirigidos por Christian Bassedas mejoraron la puesta en escena y consiguieron valiosos puntos para encarar con mayor confianza lo que viene. Tras 16 jornadas de un ''particular'' torneo doméstico, Vélez arribó a su punto de llegada, el cual deberá ser una plataforma de despegue para seguir recuperando mística y volver a ser un equipo que pelee arriba, como manda su historia.

En la fría noche del sábado, el Estadio José Amalfitani volvió a nutrirse en muy buen número de socios e hinchas tal como ocurrió en las otras siete fechas que se jugaron en casa. Mención destacada para el simpatizante fortinero, que bancó estoicamente en las malas y con su aliento y suma paciencia está viendo crecer a un equipo que hoy lejos está de su techo pero camina firmemente en la senda correcta para volver a ser. A su tiempo, con sus virtudes y defectos bien marcados. Batiendo records históricos, como lo fue conseguir por sexto partido consecutivo la invulnerabilidad de su valla.

Con un Alan Aguerre recuperado desde lo anímico para ser ese arquero de muy buen presente y mejor porvenir. Con Fabián Cubero, de gran partido a pura garra y corazón para empujar a sus compañeros. ¿A Vélez le falta fútbol? Sí, Bassedas lo deja en claro en cada conferencia de prensa cuando remarca ''aspiramos a más''. Pero desde la entrega y el sacrificio, el equipo va encontrando una identidad impostergable en tiempos de lucha y resultados positivos para engrosar su promedio.

Patronato fue un rival dignísimo que llegó con la tranquilidad que genera haberse salvado del descenso la fecha pasada. No sabía lo que era ganar como visitante antes de este partido y así culminó aunque ofreció armas nobles para neutralizar el circuito futbolístico del Fortín y hasta incluso, se las arregló para encontrar la chance más clara del primer tiempo cuando sorpresivamente falló Lautaro Giannetti y todo quedó a merced de Aguerre, que desbarató un mano a mano ante el lungo Matías Quiroga.

En esos 45 iniciales Vélez careció de ideas, los pelotazos se multiplicaron sin destino cierto desde el fondo y llegar al área defendida por el experimentado Sebastián Bértoli, era prácticamente una hazaña. Diego Zabala y Hernán Toledo intentaron por las bandas pero sin socios en los cuales respaldarse. Maxi Romero y Mariano Pavone, inconexos y todo Vélez muy impreciso. Debió  haber ''machacado'' bastante Bassedas en el entretiempo para encontrar ideas frescas en sus dirigidos.

Y así fue en el complemento. La temprana salida de Leandro Somoza por una contractura en el aductor, posibilitó el ingreso de Nicolás Tripichio. El polifuncional de 20 años se paró como volante central, posición que conoce a la perfección y más allá de ciertas imprecisiones en los pases, le imprimió otra velocidad al medio campo. Además, el Técnico mandó a Toledo hacia la izquierda (el sector donde complicó a la gran mayoría de los laterales que enfrentó en este torneo), Romero ''enrocó'' posiciones con Zabala y Vélez tuvo al menos 20 minutos iniciales a otro nivel muy distinto del que aconteció en la primera mitad, porque llegaron las chances de gol luego de una ''bomba'' de Toledo que ''desactivó'' muy bien Bértoli y otra vez el ''1'' nacido en Paraná se lució volando hacia su derecha para tapar un cabezazo de Leandro Desábato. Cubero empezaba a lanzarse con determinación y sacó un centro rasante que cruzó toda el área chica y ningún compañero pudo interceptar. Vélez era ''otro'', sin ser una máquina de generar fútbol, cambió lo suficiente para merecer ganar el partido, pero falló reiteradamente en la definición.

Y cuando no convertís, tampoco te ayuda la suerte. Ni los fallos, porque el encargado de impartir justicia, en este caso el árbitro Silvio Trucco, no cobró un claro penal a Pavone luego de un fuerte agarrón y posterior arrojo al suelo de Walter Andrade. Un penal más que no le dan a Vélez que sigue sin conocer lo que es un disparo a favor desde los 12 pasos hace 29 fechas. Ya estaba en cancha Jorge Correa que volvía luego de seis partidos. Coco arrancó bien y en la primera que tuvo, sacó un remate que se fue muy cerca del vertical derecho. Parecía ser el hombre indicado para darle otro vuelo al Fortín pero se fue diluyendo. El parate por lesión después de seis partidos, le pasó factura. Y con el declive del ''10'', la intensidad que mostró el equipo para ir a buscar la victoria. Matías Garrido, el otro ''10'' en cancha, manejó el balón y los tiempos de un Patronato que le puso el freno de mano al asunto y así fue encontrando excusas para conformarse con el 0-0, más allá de algunas jugadas que insinuaron cierto peligro a través de pelotas aéreas en los últimos siete minutos.

Vélez empató por primera en el año siendo local y no pudo regalarle a su gente un triunfo que hubiera maquillado mejor este fin de temporada. No está nada mal lo que consiguió el equipo, sus guarismos hablan por sí solos, incluso con más puntos que otros rivales que lo superan ampliamente en presupuesto. 

De esta manera, se va un torneo que volvió a ofrecer muchas caras jóvenes que ya habían debutado la temporada anterior, como Toledo y Alvarenga, y ahora siguen sumando experiencia y alzando la vara de sus rendimientos; otras, como Maxi Romero, Santiago Stelcaldo, Nicolás Servetto y Gonzalo Yordan, se presentaron en sociedad. A raíz de esto, si bien el futuro es prospero en cuanto a generación de talento propio desde las Divisiones Juveniles, otro dato duro: Tamizando los 33 nombres que tiene la Plantilla, 20 no superan los 23 años. Y eso también te limita para sostener un rendimiento protagonista en un fútbol tan competitivo y parejo como lo es el argentino. Y si se pone en la balanza las lesiones (por caso Pavone y Correa y hasta Zabala en un momento) que se dieron en un Plantel ''corto'', más aún. Por eso no están nada mal estos 24 puntos conseguidos, los cuales deben ser el piso para seguir creciendo desde el pie y no volver a retroceder. 

Entre el 20 y el 27 de junio, el Plantel volverá al trabajo luego de las vacaciones que tendrán lugar a partir del próximo sábado, dado que el Plantel continuará trabajando una semana más. Con refuerzos que seguramente arriben, con ''chicos'' que irán dejando de ser tales y los experimentados que desean seguir apuntalando su crecimiento, Vélez tiene que volver a ser a nivel futbolístico ese conjunto protagonista que peleaba todo lo que jugase. Y en eso está. A su ritmo, sin apuros pero sin detenerse y con paciencia de orfebre va tallando, una vez más, su destino de grandeza.