Cuánto debía mantener Vélez de lunes al sábado. Sobre todo, si en ese correr de días las condiciones desde el rival hasta la localía iban a alterarse. Si mucho de lo que se vio aquella noche con Victoria en Victoria es lo que muestra el camino a recorrer en el ideal de condiciones para la lucha. Será la vara inicial que se levantó este equipo, al que no le sobra nada, pero que casi como una frase hecha... no tiene menos que nadie. Y más. En igualdad de condiciones, en esfuerzos nivelados, tiene mucho para sacar diferencia, para emitir una ventaja con respecto a su rival.

Cada fecha va a ser un desafío. Una nueva medida. No es nada nuevo, pero este Arsenal, que cayó derrotado en Liniers, también. Porque venía de triunfar en casa ante uno de los equipos más duros de la Argentina como Estudiantes; porque generalmente es de los que te deschaba los errores, de los que evidencia falencias. 

Pero este Vélez está aprendiendo a ver la historia a la inversa de lo que ocurría en los últimos tiempos. Está comenzado a convencerse de lo que puede hacer y lo que debe hacer. De todo lo que puede dar desde los conceptos básicos de la solidaridad de equipo y de lo que muestra en cada juego. De lo que capitaliza de cada error y lo que trata de corregirlo, con sangre sudor y lágrimas. Desde la humildad de lo que tiene y la valoración de lo que hay.

Esas cosas que fue mostrando con el correr de los minutos en lo que terminó siendo su justificación de la victoria ante los dirigidos por Martín Palermo. Salir desde el vamos comerse la cancha siempre de atrás para adelante y viceversa. Con el hilado fino de sus líneas y el juego que lo destaca. Así hilvanó la jugada que a los cinco minutos se decantó en el primero. El equilibrista Cabral pasando entre hombres para habilitar a Pratto que con una caricia y al primer instante lo dejó a Nanni ojo a ojo con Andrada, para que el mismo Pratto capture el rebote del arquero y se ponga a gritar abrazando a todo el Amalfitani que lo apretó fuerte, casi sin querer soltarlo, sin querer que se lo saquen de sus brazos. Que alivio verlo correr celebrando un gol con la camiseta de Vélez. Que lindo es ver a Vélez arriba y con esa ilusión y entusiasmo de estar metido en la pelea.

Porque con el correr de los minutos se encargó de ponerle acciones a su candidatura prematura al líder de campeonato. Al punto tal que hasta Marcone se enredó en la convicción de Vélez y terminó empujando un cabezazo de Nanni para estirar la ventaja. Porque desde el banco el compromiso del Cohio Almandoz (debutó en la primera por la expulsión que sufrió en el arranque del partido el Turu Flores por haber salido tarde al campo de juego) y en cada jugador en cancha y los que le toca entrar para sumar; se sostienen las ganas. El gol de Zelaya sobre el epílogo solo queda para la calentura de los jugadores que querrán corregir tal vez algo de esa jugada que derivó en el descuento. Nada más.

El camino comienza. Los minutos suman fútbol, el fútbol goles y los goles confianza. En la ecuación perfecta de un Vélez que ensaya la mejor matemática en un fútbol que no es exacto.

@martineta16