Será que finalmente la suerte para Vélez le será esquiva en esta lucha tratando de sumar puntos en la colocación para aspirar al Bicampeonato. Tal vez, porque las tres claras que tuvo, en la tarde noche del Monumental ante River, fueron derechito para donde estaba parado Marcelo Barovero. Porque esas tres situaciones que fueron las que pudieron haberle torcido la muñeca al resultado, estuvieron en los pies del sobresaliente en el Fortín, Federico Insúa. 

Será también que el respeto que le tuvo River en su casa y ante su gente, es una muestra más de que hay un prestigio ganado que se mantiene vigente y más fuerte que nunca; porque las palabras en la previa de Trezeguet ("hay que respetar a Vélez que el torneo pasado nos bailó") no alcanzaron para despabilar el temor para enfrentarse al Campeón. Porque Vélez también tiene la cabeza puesta en la Copa, más allá de que puso todo para sumar de a tres en el Final y seguir dando batalla, los cambios de Gareca mostraron un poco de mesura y tranquilidad pensando en Chile luego de una inactividad grande por lesión de dos jugadores vitales como Francisco Cerro y Lucas Pratto.

Por mucho de esto que se menciona, el encuentro fue eléctrico desde el comienzo, bien intencionado; pero poco a poco ambos se fueron convenciendo (a la fuerza Vélez al ver que no podía ganarlo, respirando River justamente por la frustración de Vélez en la red) que el empate era el resultado justo, pero que no favorecía ni a uno, ni a otro.

Gareca desde el vamos fue con todo al Monumental. Porque eso es lo que exige hoy Vélez. Porque no hay otra que ir en busca de todo, porque es el legado que el mismo entrenador aferró a la estirpe del club y porque quedó demostrado que es la mejor forma de estar óptimo para dar pelea en todos los frentes. Por eso, con dos recuperados como Cerro y Pratto; más los entonados Domínguez y Peruzzi que soportaron la altura de La Paz con la Selección, el Fortín salió a jugar el partido como en casa.

Al minuto lo tuvo el Pocho Insúa, en la más clara del partido. Gran triangulación por derecha que lo metió en el área a Gino Peruzzi metiendo un centro al corazón del área chica donde el 10 acarició el balón con un toque sutil que se le escurrió entre las piernas a un Barovero rápido de reflejos que cerró las mismas quedándose con la redonda antes que ésta se acurruque en la red. Vélez tuvo tenencia, pero estuvo inconexo con las puntas. Así fue que Jonathan Copete fue mucho más lo que intentó que lo que concretó. Pratto luchó con todo y contra todos. Insúa jugó al fútbol, el fondo marcó y jugó. Por eso faltó poco más para ganar el partido. Porque en las otras dos que tuvo claras Insúa, lo encontró bien parado a Barovero.

Así se fue diluyendo un encuentro que insinuó más de lo que fue en verdad. Porque River siguió en su problemática de no despegar en el momento que más lucha tiene que dar si quiere la vuelta grande a primera. Porque Vélez terminó pensando en el martes y mira un poco de lejos la tabla de posiciones.

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