Son esa clase de partidos que dejan marcas. De sortearlos como de caer rendido en el intento. Siempre y a esta altura del campeonato, se presentan pruebas a las cuales sortear que marcarán para siempre el rumbo de una historia en el torneo que se dispute; con los rivales que se pelee y con los sueños que uno pueda llegar a tener.

Porque para Vélez, recibir a Godoy Cruz en el Amalfiatni; fue una suma de desafíos que tuvo que ir despejando para definitivamente entrar en la recta de cinco encuentros siendo firme candidato al título. Primero porque enfrentaba a un equipo con un corazón enorme (lo demostró en el empate a uno con Newell"s de finde pasado con un hombre de menos). Segundo porque en la antesala a su encuentro se enteró por las radios que traían buenas nuevas de lugares lejanos, que tanto el Newell"s del Tata Martino y el Belgrano del Ruso Zielinski había igualado en cero con sus rivales. Por eso, el Fortín del Tigre Gareca necesitaba un triunfo para mirar el fin de semana como líder absoluto del Inicial. Nada más, ni nada menos.

Pero ahí no termina la cosa. Porque si algo faltaba en el listado de exigencias de un Vélez que no para de sufrir en busca de lo que sueña, arrancó perdiendo temprano el encuentro con una jugada embarullada que terminó por colocar a Nico Castro mano a mano con Seba Sosa y definir alto y embolsando el balón con la red. Vélez tenía que dar vuelta el resultado, en casa para poder liderar en soledad.

Pero contó con la presencia estelar de Facundo Ferreyra, quien a fuerza de goles ya se metió por completo en la grada, para tomar de la mano al hincha y caminar rumbo a la gloria. El potente delantero hizo de su virtud un defecto ajeno (Sigali entregó corta la pelota a Ibáñez) y capturó el balón que quedaba entre el último defensa y el arquero, para con una tranquilidad asombrosa a los 22 del primero las cosas se nivelen. Fantástico porque luchó todas, juega con el cuerpo, es vivo para cuidar la pelota y entender que ese es el camino. Al punto que fue en busca de un centro de Papa en el complemento, lo cabeceó y se prestó rápido de derecha para meterle un puntinazo a la redonda y clavarla ben alto. Fue delirio el grito de gol velezano que tuvo repercusiones ne la escala Ritcher. Figura descollante la de Chucky para ser importantísimo con siete goles en la campaña y con 5 marcados en las últimas dos fechas. Letal.

Porque puso, el equipo, lo que hay que poner en partidos como éste. Porque este Vélez no brillará como aquel de segunda mitad de 2010, con jugadores estrellas. Nada de eso. Este Vélez es efectivo. Te come el hídago. Lucha y se sacrifica en todas sus líneas, el uno por el otro. Eso lo hace vital, valioso y candidato. Porque sabe que a veces en el fútbol se gana con un poco más de todo. Porque el técnico muestra sus cartas, poniendo para ir a ganar el encuentro a dos juveniles como Agustín Allione y Brian Ferreira; porque pone a alguien más experimentado como Juani Sills para aguantar el encuentro. Todo Vélez habla de a misma cosa, en la misma sintonía.

Deberá corregir infinidad de cosas, pero gana los partidos que tiene que ganar si quiere ser algo más importante que un candidato en este Inicial. Aún quedan cinco pasos del de uno en uno que quiere ir dando el entrenador. Porque lejos de robar una frase hecha, es reinventar cada día el paradigma futbolero. En ese andar lento y analizando cada pisada, Vélez saca luces de ventajas al resto.

Parece que le sobra aire para el sprint final. El corazón por ahora se mantiene firme que es lo importante. Los ojos son los que mariconean de la emoción de ver en cancha un equipo como Vélez, del que sos hincha y te emocionas de verlo ganar un partido como el de esta noche ante Godoy Cruz.

Vélez ganó y es líder. Disfrute el finde y de su familia. En el momento que no importa el cómo, el equipo de Gareca muestra que tiene con qué pelear y armarte batallas épicas que alimenta sus sueños. No busque en otras partes, el líder del inicial está en Liniers.

Twitter: @martineta16