Durante la tarde del jueves y previo al encuentro de primera división, se llevó a cabo el partido de reserva entre Vélez Sarsfield y sus pares de Estudiantes de La Plata, en el estadio José Amalfitani. El equipo de Almandoz comenzó ganando el encuentro tras el gol de Fabricio Ortiz, sin embargo en el complemento iba a sufrir la igualdad. El Fortín tuvo todo para ganarlo, pero una vez más la suerte no lo acompañó.
Durante la tarde del jueves y previo al encuentro de primera división, se llevó a cabo el partido de reserva entre Vélez Sarsfield y sus pares de Estudiantes de La Plata, en el estadio José Amalfitani. En el inicio del encuentro se vio un juego parejo, de mucha ida y vuelta, con llegadas carentes de claridad para ambos equipos. Con el correr de los minutos, el cotejo iba a tomar ritmo comenzando a ofrecer un juego más vistoso para los allí presentes.
Por el lado del Fortín, se pudo ver un Alan Aguerre muy seguro bajo los tres palos, que transmitía dicha sensación a todo el plantel, conteniendo cada una de las llegadas del rival. Un Leandro Desábato manejando los tiempos del partido y controlando siempre el medio campo, como así también un Luis Acuña enchufado, con mucha llegada al arco rival y el desequilibrio necesario para el equipo.
Con todo un equipo concentrado, metido en el partido, iba a llegar el primer gol de la tarde. Tras un corner ejecutado por Acuña, Fabricio Ortiz perfectamente ubicado, iba a encontrar el balón para anotar de cabeza su primer gol en la reserva del Fortín y abrir el marcador a los 31? de la primera parte. A partir de aquí, Vélez iba a meter a su rival dentro del área, ejerciendo la presión necesaria para ampliar la diferencia tanto en el nivel del juego como en el resultado.
En el inicio del complemento Estudiantes iba a poner en cancha a Héctor Morales. El ingreso del delantero iba a generar las llegadas más importantes que tuvo el equipo de La Plata. Tan importante fue, que llegados los 20?del complemento Morales iba a anotar el gol de la igualdad.
Allí, Vélez más que nunca salió a ganar el partido, intentando volver a sumar de a tres. Si no llegó a conseguirlo fue por la falta de efectividad o toque final en cada una de sus llegadas, o quizás también por la falta de esa suerte que a veces suele acompañar. El Fortín tuvo llegadas clarísimas, que pudieron terminar en goles sin ninguna dificultad, como ser la de Matías Conti en el Primer Tiempo, o la de Leonardo Piris en el complemento. En ambas, los delanteros tuvieron la posibilidad de estar mano a mano con el arquero rival y no pudieron concretar. Aunque en esta ocasión debemos destacar la labor de Agustín Silva, quien tuvo una gran tarde y estuvo muy seguro en el arco.
Con esa mentalidad ganadora que lo caracteriza, este equipo sigue dando lo mejor de si en cada encuentro. Restará seguir trabajando como hasta hoy y puliendo estos detalles que le impiden volver a la victoria. El próximo domingo, frente a Banfield, es una nueva posibilidad para volver a sumar de a tres.