Torneo

Tres Porotos de ORO

Vélez goleó a Olimpo por 3 a 0 en el vital duelo por la permanencia sumando tres puntos dorados en el Amalfitani. Cubero desató la locura y en su regreso, Bergessio marcó por duplicado, con asistencia en el segundo del debutante Pancho Ortega. El Negro Gómez tuvo su premio y todo el Fortín el desahogo anhelado.

Todos encima de Cubero. El Poroto emblema rompió el maleficio en el arco rival y abrió la cuenta de la goleada. Vélez mereció y ganó.
Por Carlos Martino

Llegó por fin!!!!! Vélez volvió al gol y terminó goleando a Olimpo de Bahía Blanca, en el momento más apremiante de la zona de los promedios; durante la noche del lunes en el Estadio Vélez. Los dirigidos por Marcelo Gómez fueron de menor a mayor el encuentro, y lo abrieron con un Fabián Cubero en Modo Dios, con suspenso y en el segundo palo, para iniciar la cuenta fantástica acompañado por un doblete de Gonzalo Bergessio.

Es que dio la sensación de que todo se terminó acomodando en Vélez desde el segundo tiempo y cada racha en número negativa el equipo se encargó de borrar. Desde la conformación del once inicial y el banco, que además de las variantes que el Negro planteó en el once sin Delgadillo y con Lucas Robertone en el medio para liberar a Vargas; se perdió en la mañana al Tigre Romero y tuvo que ser Cristaldo el reemplazante. Sin embargo, en medio de lo que podía ser una situación crítica alimentada por la derrotas y los minutos sin goles, el DT encontró soluciones y respuestas.

Respuestas de un equipo que a pesar de las durísimas derrotas en Parque Patricios ante Huracán y la de jueves en el Amalfitani ante Godoy Cruz, siempre se animó a jugar. Nunca le pesó el juego ni siquiera las derrotas. Da la sensación de que los pibes se ponen el overol y salen a jugar. Como los de experiencia, donde Gómez fue encontrando en la mixtura el aplomo y la idea que busca. Genera admiración como en medio de la presión por ganar, siempre se animan a un toque extra o la confianza como hasta para tirar un caño. Como asumen el rol de ser conductores y llevar la pelota. La mejor forma de salir de este calvario de puntos en el camino y derrotas decorando el desastre.

Asimismo, el arranque del encuentro no revistió diferencias de las recientes caídas. Vélez tiene la pelota, es protagonista, ocupa terreno rival, mueve la pelota e intenta desbordar por la banda; pero con el correr de los minutos y cuando no marca la diferencia se pincha. Allí es donde el rival se hace fuerte y sabe que alguna va a tener ya que Vélez ofrecía concesiones defensivas. De echo y tras un esfuerzo de presión alta, llegó la visita y el cabezazo de Depetris dio en el palo de Rigamonti. 

El mítico e interminable Cubero (no te retires nunca) marcaba el camino que minutos más tardes y con su ingreso, se encargaría Bergessio de sacarse la mufa también.

Sin embargo, en el complemento se vio algo muy bueno del equipo. Enterró esos más de 300 minutos sin marcar (cuatro partidos desde Newell´s). Creció una vez más la figura incansable de Santi Cáseres y Fabián Cubero volvió a romperla en la marca. Más aún, Cubero le puso la cabeza a un córner de Cufré que se le metió en el segundo palo a Gabbarini y todo el Amalfitani estalló en un grito contenido, de desahogo, de rabia; todo junto. El mítico e interminable Cubero (no te retires nunca) marcaba el camino que minutos más tardes y con su ingreso, se encargaría Bergessio de sacarse la mufa también.

Porque Lavandina entró y luego de aguantar una mini embestida del conjunto de Forestello tras el impacto del gol fortinero, de media vuelta la metió en el rincón y a desatar el nudo en la garganta. Garganta que minutos más tarde se rajaba cuando el debutante e interesante Pancho Ortega escalaba por izquierda y lo habilitaba solo a Gonzalo que la tuvo que empujar debajo del arco para a esta altura, hacer delirar a todo el hincha fortinero, no solo en Liniers, sino de todo el planeta.

Vélez recuperó las certezas y necesita transitarlas, hacerlas carne, aprenderse el libreto. Queda mucho por recorrer aún, es cierto. Que el camino es muy largo, también. Pero todos conducen a esta idea, de pelearla, de sacarse la mufa ante un rival del que se aleja.

Cubero agrandó el arco y hoy los goles se disfrutan, llegan pidiendo permiso. El Fortín dejó tres puntos de oro en casa. Tomó distancia de la zona roja. Que Vélez agrande esta noche y la haga eterna.