Torneo

MONOcomando

Con un gran gol de Matías Vargas y con mucho temperamento, Vélez venció a Newell´s en el Amalfitani y regresó al tirunfo en la Superliga. El Mono fue letal en la red y la conducción de un Fortín que tuvo niveles muy buenos en sus pibes que ganaron con autoridad y personalidad tres puntos vitales.

Matías Vargas ya definió y busca para el abrazo al Tigre Romero que le dio un pase gol fantástico. Vélez venció a Newell´s y disfruta.
Por Carlos Martino

El Fortín se impuso ante la Lepra en el Amalfitani, durante la soleada tarde noche por la sexta fecha de la Superliga Argentina de Fútbol; con un tanto de Matías Vargas; para sumar tres puntos muy vitales y valiosos en la lucha por salir de la tabla de abajo.

El equipo de Omar De Felippe volvió así al triunfo, luego de dos presentaciones en el torneo doméstico con derrota y de la misma forma volvió al gol, donde llevaba más de tres encuentros sin anotar contando el triunfo por Copa Argentina que terminó sin goles en los noventa minutos (Vélez lo ganó por penales).

Así y todo, el Fortín mostró pasajes de buen juego en conexiones y sociedades, ante un Newell´s muy golpeado, con un plantel de varios juveniles a los que les cuesta el peso del momento. En cambio, en Vélez, los pibes mostraron una solidez notable para ganar con autoridad desde la definición hasta sostenerse en la inteligencia de jugar acertadamente el balón para hacer correr el reloj hacia la victoria.

Un Vélez que tuvo el equilibrio en el medio juego de un jugador sorprendente desde su nivel alto (no por condiciones que están claras) como Santiago Cáseres. El juvenil volante central se hizo amo, dueño y señor del mdio en Vélez para la recuperación y para jugar la pelota siempre clara. Terminó acalambrado de tanto ir de acá para allá y de comppetar eel formulario de la figura de partido, aún siendo reemplazado a 10 del final.

Un conjunto de Liniers que cuando en tres cuartos de cancha hacia delante se conectaba con Matías Vargas, daba a las claras que podía generar mucho, pero mucho daño al equipo del Chocho Llop. El Monito aceleró en los momentos justos y le dio la verticalidad justa a un equipo que padecía de anemia ofensiva. Vargas rompió líenas a pura gambeta y en la jugada del gol definió exquisito un pase divino del Tigre Romero entre líneas. En el gol, se juntaron las iniciales del VAR, el tridente velezano que cuando se buscan son letales. Andrada la aguantó de espaldas y pivoteó para Vargas, que buscó la pared con Romero... y la historia es sabida. Con el Mono enchufado, Vélez se anima a más y conduce.

Encima, sufrió la lesión de Giannetti (se lesionó el otro aductor) y tuvo que mandar a cancha al juvenil Toni que no solo cumplió; sino que fue uno de los pilares más firmes para sostener la victoria. Al igual que Nico Domínguez, que jugó un partido con poco error, siempre jugando limpia la pleota y buscando el pase al vacío en cancha. Además, de contar con un Aguerre firme que tapó la más clara para la visita en los pies de San Román.

Los puristas hablarán del juego, de lo que debe generar y no se genera. Sin embargo, Vélez esta tarde noche ante Newell´s, completó el formulario de inscripción a la liga de equipo fiables, desde la seguridad con el balón, hasta buscar el arco rival. No amplió ventajas porque falló las que tenía para liquidar; pero manejó el partido para no pasar sobresaltos aún por ir ganando por la mínima.

Se sumó de a tres y Vélez sonríe.