Torneo

Encontró la Victoria

Vélez goleó a Tigre 3 a 0 en su visita al Monumental de Victoria con goles de Nico Domínguez, Matías Vargas y Mariano Pavone. El Fortín tuvo puntos altos en rendimiento y juego ante un conflictivo equipo de Sava que renunció tras el encuentro. Se cortó la racha de visita y Vélez respira en la tabla.

Todos van encima de Nico Domínguez, en el festejo de gol que abrió el encuentro para Vélez. El Fortín goleó y dejó una gran imagen ante Tigre.
Por Carlos Martino

Vélez venció a Tigre por 3 a 0 en el estadio José Dellagiovana para abrir la jornada de partidos del sábado y para celebrar tres puntos fuera de casa que se hacían desear, dándole mucho aire al equipo en lo que resta del campeonato.

Sin dudas fue una gran producción del equipo comandado por Omar De Felippe para volver a sumar de a tres justo en el momento preciso y fuera de casa, tras lo que había sido un empate en resultado ante Quilmes, donde el Fortín mostró síntomas del buen juego que explayó esta tarde en Victoria.

Para colmo, en las últimas horas había perdido a un jugador importante desde el juego como Santi Cáseres por un fuerte cuadro gripal con fiebre; lo que generaba el interrogante de cómo iba a suplir el equipo lo bueno que venía generando en cancha el juvenil. Sin embargo, su reemplazante, Nicolás Domínguez cumplió un grandísimo juego y junto al Monito Vargas fueron los que tiraron del carro en un Vélez que mostró buenos valores en cada una de sus líneas.

Vélez aprovechó el desconcierto de un Tigre exigido por su público y cuestionado su entrenador, desde el minuto inicial. Con una buena solidez defensiva que se sostiene por lo fino del medio juego, el Fortín comenzó a costruir la victoria. Más allá de haber visto la amarilla temprano y jugar condicionado, Leandro Desábato terminó cumpliendo una muy buena actuación desde la recuperación y también para dar el primer pase siempre acertado. Los centrales siempre devolvían todo de arriba, con una solidez bien marcada en el mano a mano de Amor y Giannetti. Cubero también estuvo fino y más allá de haber abusado de las faltas para frenar a Janson en el arranque, en el complememto fue una bestia voraz que no lo dejó tocar una pelota por ese sector a ninguno que pasara.

Matías Vargas fue el conductor ideal en la tarde de Victoria. El Monito encaminó con buen pie al equipo y le dio vértigo y verticalidad al juego siendo siempre lo más peligroso del equipo. El primer tanto llegó por un cambio de frente de Desábato para Delgadillo que encarando a Godoy mandó el centro atrás y lo encontró pisando el área a Nico Domínguez, que controló el juego y definiendo de derecha (con desvío) se le metió por encima del cuerpo a Javi García. Había aprendido Nico de la anterior, cuando en la misma posición quiso meterle de una el remate pero agarró mordida y con pifia el balón. El pibe que también crecía en juego se llevaba el escudo a su boca y en ese beso firmar su nombre por primera vez como goleador en primera.

Con la ventaja Vélez se acomodó en el juego, mientras que en el local fue todo desesperación. ¿Pudo aumentar el marcador Vélez?... Sí, claro. Pero siempre eligió mal el último pase, con un Delgadillo que probó siempre desde afuera cuando quizás había un pase más antes. Pavone anotó pero el fuera de juego anularon las acciones. Corrían los minutos, el Fortín jugaba bien y ganaba tranquilo pero no podía capitalizarlo en el marcador.

En el complemento la idea de juego era la misma. Vélez aprovechó la obligación de Tigre de ir a por el empate y en la primera que tuvo lo noqueó, o por lo menos lo tiró a la lona. Gran desborde de Delgadillo por izquierda sacándole una buena ventaja a Godoy, para dar un centro al corazón del área chica y fue el Monito Vargas en soledad quien en dos remates (el primero lo tapó García), marcó el segundo para un Vélez que a esa altura ya justificaba con goles lo bueno que hacía en cancha. 

Bueno porque jugaba simple y sabía como salir del fondo con buenos toques. Las conducciones de Domínguez y Vargas tras las recuperaciones del fondo y Desábato, llevaban siempre peligro al arco rival. Tigre inetntó un poco más pero salvo en dos ocasiones que lo encontraron bien parado a Aguerre no pudieron inquietar (hubo un gol anulado por offside de Mierez). Mientras tanto, Vélez dilapidaba contras en los pies de Pavone, Vargas y Zabala (la más clara).

Pero al final, Pavone que siempre buscó aún estando errático, tuvo su premio. Mauri Toni (había ingresado por el lesionado Cufré y debutando en primera) lo habilitó al Tanque que con la marca de Blengio y un remate cruzado se sacó la mufa y sentenció una goleada que tenía pausa desde aquella por 3 a 0 frente a Argentinos con Bassedas en el banco de suplentes.

Vélez tomó una bocanada de aire y de fútbol desde los tres punto y su juego en la tarde de Victoria. Justamente el mejor lugar para sumar de a tres y seguir creyendo.