Fabián Cubero recibió la honrosa distinción de Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires en el ámbito del Deporte. El Capitán del Fortín, rodeado de sus afectos y con una gran cantidad de hinchas que lo acompañaron a la Legislatura, se explayó con un emocionante discurso.

"Cuando se fue a jugar a Buenos Aires le dije: Tenés que ser mejor persona que jugador, porque siendo buena persona vas a triunfar y te van a querer en todos lados. Ahora si sos buen jugador y mala persona, no te van a querer en ningún lado. Y resultó una excelente persona, mi hijo".

Las palabras de Carlos Cubero fueron una suerte de guía para el "Hombre Récord" del Fortín, el Mítico Fabián Alberto Cubero. Corría el año 1996 y como dijo el protagonista en su discurso, extrañaba mucho a sus padres mientras vivía en la pensión del club. La angustia que le generaba no tener a sus "viejos" cerquita, la habrá mitigado con esa garra tan suya de nunca darse por vencido, levantarse, incluso con sangre en el rostro, y seguir para dar pelea. 

En el reparto de dones, la vida no lo premió a nuestro Capitán con una zurda prodigiosa dueña de una habilidad indescifrable. No. Mucho menos con las virtudes de un eximio goleador. La vida a Cubero le dio un temple de acero y un cuerpo de atleta para edificar una carrera indiscutible a lo largo de 20 años. Podrá o no su estilo de juego ser del gusto de las personas, pero lo que no acepta reparos es que durante dos décadas, Poroto ha sido artífice de una parte sustancial de la vida futbolística de Vélez Sarsfield.

En el Salón Dorado de la Legislatura, el mismo que hace tres años distinguó con los mismos honores a Ricardo Gareca, una estruendosa ovación se escuchó: "Cubeeeeeero, Cubeeeeero" mientras el Capitán hacía su ingreso junto al legislador Daniel Del Sol, autor del proyecto que finalmente consagró al Poroto como Personalidad Descada en el ámbito del Deporte. 

A metros del homenajeado, sus padres y sus cuatros amores: Nicole, Indiana, Allegra y Sienna. "Nunca pensé que iba a vivir todo esto de parte de él. Todos estamos muy agradecidos por la persona que es. Fabián conserva su humildad y ojalá que nunca cambie", dijo su madre, visiblemente emocionada. 

Tras la presentación de un video que repasó la carrera del Capitán, comenzaron los discursos y los saludos. En el estrado estaba el propio Cubero, Daniel Del Sol y Guillermo Pizzoglio. "Es un merecido reconocimiento por sus 20 años de carrera; una trayectoria llena de logros y records, que aún con sus casi 38, sigue vigente, y con el compromiso de siempre con la institución que ama y el deporte argentino", dijo Del Sol. Mientras que Pizzoglio, destacó: "Fabián es un ganador, siempre optimista. Nunca dejó la titularidad, eso marca a las claras su nivel futbolístico, de profesional y la capacidad para adaptarse a cada etapa. Campeón, estamos muy felices de tenerte con nosotros".

Llegó el turno del homenajeado y de entrada, aclaró que "si hago alguna broma y me río o tomo agua, es para frenar un poco la emoción que pueda sentir". De reconocido carácter jocoso fuera de la cancha, Poroto continuó con su discurso salvo cuando las lágrimas mojaron sus ojos.

"Le quiero agradecer a todos los que hicieron posible esta distinción. Al hincha de Vélez en general, al que va a la cancha, al que no puede ir o lo mira por televisión o bien vive en el exerior, pero que a través de las redes sociales te hace llegar su cariño. A los directivos del club, gracias por la confianza que me brindaron año a año y esa confianza seguro va a seguir un tempo más".

"A todos los Técnicos que tuve en mi carrera, a los Profes. Agradecerle enormemente a mi familia, mis padres y hermanos, primos y tios. Y una mención especial para mi mujer y mis hijas, las que me bancan siempre. Que están esperando en casa a que yo vuelva de jugar el partido y muchas veces cuesta porque llegan de buen humor pero las cosas no salen bien debido al momento que estamos atravesando. Estoy orgulloso de la familia que formé", dijo el jugador emblema del Fortín.

Al igual que Ricardo Gareca y José Luis Chilavert, Fabián Alberto Cubero pasó por la Legislatura Porteña y fue distinguido con honores. Más allá de la concepción individual del galardón, una vez más, Vélez volvió a ponerse en escena como el club que forma deportistas pero sobre todo, buenas personas, como quería Carlos que fuera su hijo, el mítico Poroto. Ídolo por siempre.