En el encuentro disputado en el Palacio Tomás A. Ducó, tanto Vélez como Huracán, insinuaron mucho desde la intensidad y la entrega, pero a los dos le faltó fútbol (y hasta fortuna) para llevarse los tres puntos. Ésta es la mejor definición para el partido disputado que se ofrecieron tanto fortineros como quemeros en un duelo que trae historia desde unos años a esta parte.

Porque más allá de lo que significaba el triunfo para los equipos que sumaban 25 puntos cada uno en la general del torneo doméstico, para el equipo comandado por Miguel Ángel Russo, la victoria pagaba en euros desde la importancia de romper la seguidilla de derrotas (tres al hilo). Sin embargo, el empate, por desarrollo de juego terminó siendo un resultado justo por situaciones de cada lado.

Desde el arranque fue Vélez el que mostró intención de llevarse el triunfo desde la agresividad de pararse en campo rival. Porque a los 45 segundos de juego en Parque Patricios tuvo el gol en una muy clara. Caraglio aguantó la pelota y casi de espaldas habilitó a Delgadillo que le ganó la cuerda a San Román y se acomodó para definir alto. Marcos Díaz le metió el manotazo al balón que cayó detrás suyo y dando en el parante izquierdo le dio la chance al portero de detenerlo en segunda instancia y devolviendo el alma al cuerpo al hincha del Globo.

Ya desde el vamos, se mostraba que los arqueros iban a tener rol protagónico para aguantar el cero en sus arcos. Porque también Aguerre tuvo que ponerse la pilcha de laburo para sostener su valla.

Lo tuvo Huracán casi sin quererlo en un centro de José San Román que se abrió al segundo palo dando en el travesaño mientras Aguerre miraba impotente como el remate se estrellaba en el larguero y se salvaba su portería. Tanto Vélez como Huracán le metían intensidad al juego pero justamente con poco juego. El Fortín aprovechó poco el juego por las bandas, a pesar de tener en cancha a dos rápidos por afuera como Delgadillo y el juvenil de estreno (desde el arranque) Hernán Toledo. Nunca pudo engancharse Yamil Asad como manija de juego y se sostenía con la contención de Kolacha Desábato quien realizó un gran primer tiempo; más allá de la solidez defensiva.

Para el complemento los dos siguieron buscando por ímpetu más que por juego. Vélez tuvo tres jugadas muy claras. La primera un centro de Toledo por derecha que buscaba a Delgadillo pero que San Román se tiró de palomita para mandarla al córner y casi metiendo el balón en su propio arco. Lo tuvo Emiliano Amor tras una buena apilada por derecha del ingresado Doffo y que Díaz (vaya a saber con qué) desvió el remate lentamente sobre su palo derecho. También con un testazo de Caraglio que se fue cerca del ángulo lejano de Díaz. Pero también lo tuvo el Globo y en los pies de Wanchope Ábila. La más clara lo puso como figura a Aguerre. El delantero controló de espaldas y de media vuelta castigó duro pero se encontró con los reflejos del capitán de Vélez que mandó el balón al córner en la atajada del encuentro. También el mismo Ábila contó con una chance más pero desvió su remate que se fue cerca.

Todo se encaminaba a un cero a cero duro, pero a Vélez le quedaba una más. Ya faltando un minuto de los tres de descuento, Russo mandó a cancha al Flaco Nanni y el Fortín pudo ganarlo.

Pudo porque en una contra comandada por Caraglio, Milton casi pisando el área y con dos hombres en la marca habilitó a Nanni que entraba por el medio para definir solo de cara al arquero Marcos Díaz, pero el Pistolero le pifió al remate de zurda dilapidando la mejor chance, la última bola de Vélez en la tarde de Parque Patricios.

Vélez igualó y ese punto tiene el único sabor de haber cortado la racha negativa de derrotas en fila. Sin embargo, en un encuentro abierto, tuvo chances para ganarlo y para irse ganador, tanto como también lo sufrió en algún pasaje del segundo tiempo donde Huracán apretó de pelota quieta y pudo complicarlo. 

Perseguir la victoria se le vuelve una búsqueda frenética para los de Russo que en medio de todo intenta crecer. Que sea el próximo finde, Fortín. Que sea lo que no pudo ser. Que sea.