Copa

Un dolor del alma

Vélez cayó derrotado en la tanda de penales ante Lanús, en la noche de Sarandí, y quedó eliminado de la Copa Argentina 2015. El Fortín, que regaló un tiempo, perdía con gol de González y en un final agónico lo empató con Caraglio de penal. Lo que soñó ser una noche épica, finalizó con la tristeza de no poder.

Las lágrimas del pibe Delgadillo, consolado por el Monito Vargas y Lucas Romero, son la de todo Vélez. El Fortín hizo el esfuerzo por llegar a las Semis pero no pudo en la tanda de penales.
Por Carlos Martino

Tenía todo para ser una noche épica. De estas donde el marco del frío y la lluvia persistentes se encaprichaban no solo con embarrar la cancha y el juego; sino también, darle una cuota de heroico al asunto. Mucho más, cuando este equipo consigue lo que consigue a poco del final, al límite del tiempo reglamentario, que te lleva del nerviosismo y la decepción al éxtasis total. Un desenlace que muestra lo impredecible del fútbol, un final que también desde los doce pasos en una definición por penales, afirma que no hay nada garantizado.

Con toda la fe del mundo llegaba Vélez a este cruce por Cuartos de Final de Copa Argentina 2015. Ante Lanús, al equipo que tantas veces humilló en la competencia directa por un título, más allá que el presente de ambos equipos en este año ha cambiado con respecto a los anteriores. Un Vélez que venía de pasar peldaños importantes en la competencia, dispar de lo que viene haciendo en el torneo doméstico, pero tal vez con la misma carencia de juego en gran parte de los encuentros. Un Vélez que venía de dejar hace una semana en el camino a un duro Gimnasia y que demostraba (como lo hizo esta noche) que por más bajo que venga o pibes con los que cuente, en el mano a mano es duro. Muy duro.

Porque desde el vamos, Russo modificó el once inicial por un medio combativo. Con un tridente de volantes de contención que lo llevaba curiosamente a Cubero a ser la punta alta de esa pirámide de marca, con un rol ofensivo y ser hasta la segunda pelota que bajaba Caraglio cada vez que desde el fondo se buscaba al punta con un pelotazo largo. Por las bandas, abiertos Delgadillo y Asad. Manteniendo la línea de cuatro en el fondo y con el mismo Caraglio como única referencia de gol arriba. El equipo de Mellizo Guillermo, con su 4-3-3 aprendido de memoria salió también al campo de juego del Julio Humberto Grondona.

Pitó Beligoy y el juego tuvo su impronta. Tardaron 20 minutos en poder salir de un letargo de pelotas quietas, de hombres caídos y laterales repetidos de Araujo sobre la banda derecha todos para el Granate. Porque el campo de juego que era una pileta en varios sectores jugaba su parte y de los dos al que más le costaba hacer pie fue a Vélez. Curiosamente, en un descuido de una una falta rápida, Lanús aceleró y agarró mal parado a Vélez. La contra que manejó Román Martínez a los pies de lado a lado de Sergio González terminó con el punta ajusticiando fuerte al medio y arriba a Aguerre que intentó el manotazo y que poco pudo hacer. Lanús se ponía en ventaja y era merecido, porque sin fútbol al igual que Vélez, pero con un poco más de precisión arrimó al arco velezano y quebró el cero. Había pasado la media hora de juego y estaba claro que al Fortín le sobrara gente en el medio y escaseaba la compañía a arriba de Caraglio, sobre todo porque el equipo se encontraba en desventaja que iba a mantener así hasta el final del primer tiempo.

Sin modificaciones saltaron al complemento y cada minuto era una evidencia de un cambio. A la cancha Roberto Nanni por Pérez Acuña, y fue Cubero que se volvió a encarrilar en el juego colectivo en su puesto como lateral por derecha. Más el ingreso de Agustín Doffo (ingresó muy bien y enchufado) le dieron otra impronta a Vélez. Es cierto que Lanús contó con varias claras para sentenciar el partido. La más clara la tuvo González que despilfarró una chance única bajo los tres palos. Pero como todo suele suceder, el que no liquida sufre.

Con más empuje que fútbol y apretado por el reloj, Vélez fue. En esa búsqueda desesperada encontró desde la viveza de Cubero para ponerse por delante de Braghieri y el balón en el área, para que el defensor lo impacte con su calzado y Beligoy marque la pena máxima. Sí, Vélez volvía a la vida a los 43 minutos del complemento, cuando todo parecía inevitable, surgía la luz de esperanza en el botín zurdo de Milton. Y Milton no falló.

El balón fue al ángulo y ese remate certificó que la noche estaba dulce para un Vélez que nivelaba la serie, que disponía de cuatro minutos agregados y que quería ir por más. Lo presionó tanto al final, que en un pase en profundidad de Doffo para Caraglio, el delantero fue derribado cuando ingresaba al área muy claro, pero el juez pidió que se levante en una de las jugadas más protestadas del partido que podían haber torcido la historia. 

Poco importaba, el pitazo final no detuvo el delirio de todo el pueblo velezano que migró para Sarandí en busca de las Semifinales de la Copa y que luego de sufrir por un resultado que se le volvía esquivo, tenía la chance divina de definir un paso más, de tener la posibilidad de entregarse a la suerte de los penales para buscar el pasaje ansiado. Todo era felicidad en los rostros fortineros, mientras que la mirada impávida de una tribuna granate y sus jugadores protestando nerviosos auguraban una cierta ventaja para los de Russo.

Pero los penales son otra cosa. ¿Será la suerte la que carga con el mayor porcentaje?. ¿Será cierto esa máxima de penal bien pateado es gol?. Lo cierto es que desde esa vía a Vélez le viene costando por definiciones oficiales una suma de 18 años, desde aquella recordada Kobe en 1997 por la Recopa ante River. Desde entonces, pasando por la misma Copa Argentina ante Central o la Libertadores ante el Santos, la definición desde los doce pasos se le atraganta al Fortín; se le hace una espina cada vez más grande. Los penales, reitero, son otra cosa.

La noche terminó fría, mucho más fría de como empezó. Con las lágrimas del pibe Delgadillo que le enseñan lo cruel del fútbol, de venir hace unos días de la alegría máxima de su primer gol en primera a errar un penal definitorio. Son las lágrimas de bronca y dolor de todos, que en él se identifican. Unas lágrimas que secarán seguramente, en el preciso instante en el que Vélez empiece a capitalizar cada una de las duras lecciones de este crudo aprendizaje.     

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Argentina 2015 | 4tos | Lanús 1 (4) Vélez 1 (2)

Argentina 2015 | 4tos | Lanús 1 (4) Vélez 1 (2)

El Sitio Oficial te acerca el mejor compacto de imágenes del encuentro entre Vélez Sarsfield y Lanús, por los Cuartos de Final de la Copa Argentina 2015, disputado en el Julio Humberto Grondona de Sarandí.