Fútbol

Sin juego, Copa ni consuelo

Envuelto en una profunda desazón, Vélez cayó derrotado 1-0 ante Boca y se quedó sin boleto para jugar la próxima Copa Libertadores. Nicolás Colazo marcó el único tanto del partido con un golazo de afuera del área cuando promediaba la primera etapa; El Fortín fue un manojo de intenciones sin ideas.

Sebastián Domínguez, Fausto Grillo y Fabián Cubero encabezan la retirada y en el medio, Nicolás Colazo. Vélez nunca pudo sentirse cómodo en un partido en el que fue ampliamente superado.
Mar del Plata, Miércoles 28 de Enero de 2015.
(PRENSA VÉLEZ - Estadio José María Minella).

Envuelto en una profunda desazón, Vélez cayó derrotado 1-0 ante Boca y se quedó sin boleto para jugar la próxima Copa Libertadores. Nicolás Colazo marcó el único tanto del partido con un golazo de afuera del área cuando promediaba la primera etapa; El Fortín fue un manojo de intenciones sin ideas.

"En la mira estará el 2015, el arranque y lo que venga por delante. Que Vélez vuelva a ser Vélez es el máximo deseo". Así cerró el último párrafo, donde desde esta web, se narró la derrota ante San Lorenzo por la última fecha del Transición 2014. "Volver a ser Vélez", cuanto antes y con la urgencia que demanda la V en el pecho. Mucho se habló del bendito "desempate" (no haremos demasiadas referencias de lo que para todos fue un robo con todas las letras, un despojo de la condición obtenida por derecho propio tras no darle a Vélez el boleto directo a la Libertadores 2015). El partido había que jugarlo y lo cierto es que Vélez no volvió a ser el fue hasta no hace mucho tiempo.

Un partido no va a tirar por la borda los frescos retoños de gloria cercana. Pero la bronca queda y la desazón es enorme. Vélez Sarsfield arribó a su partido desempate ante Boca con todos los condimentos necesarios para imaginar una final feliz: nuevo Cuerpo Técnico, auspiciosos refuerzos y una energía renovada para ir en busca de lo que le correspondía. Pero no alcanzó. Y ante el Xeneize careció de argumentos futbolísticos para consolidar su deseo de alzarse con la victoria y disputar el máximo torneo continental por sexto año consecutivo.

Porque justamente fueron los de Rodolfo Arruabarrena quienes siempre marcaron los tiempos en el Estadio José María Minella. De entrada dibujó un bosquejo de lo que pretendía ser durante los 90 minutos y cuando reguló, nunca perdió la línea. En cambio Vélez, que abusó del pelotazo y como coincidieron Russo y Sebastián Domínguez en vestuarios, no tuvo el juego necesario para generar mayor profundidad en los metros finales. Una vez más el fútbol demostró que con "meter" no alcanza para ganar un partido. "Jugar con el cuchillo entre los dientes" es una pintoresca frase que muchas veces disimula falencias contundentes. Hay que saber jugar. Y sacarle el mayor rédito a las características de los jugadores. Este Vélez tiene a su favor que ensamblar una nueva columna vertebral (Pellerano, Somoza y Pavone) no es tarea fácil. Y sometido a la urgencia de encarar semejante reto, se notaron claras deficiencias a la hora de la elaboración pero también en la faz defensiva.

Boca fue todo lo contrario. Sin grandes estridencias, resultó un equipo compacto que repitió nombres del semestre pasado y un funcionamiento que dejó en jaque a todo Vélez: le quitó la pelota y lo ahogó por las banda buscando penetrar. Y cuando no tuvieron el balón, presión alta en pos de volver a contar con él. Hasta el 1-0 el encuentro fue parejo, apuntalado por la rispidez con la que se jugó y la poca claridad de ambos lados. Pero el quiebre del resultado, si bien muchos dirán que ""fue un golazo de otro partido"", le permitió a Boca controlar definitivamente los tiempos y manejar a su antojo lo que restaba de partido. Incluso contando con la fortuna (siempre necesaria) para que el disparo de Yamil Asad reventara el poste con un Agustín Orión vencido en el suelo.

De todas formas lo más angustiante se vivió en el complemento. Boca volvió a dominar la escena y erró goles por propia impericia y las correctas intervenciones de Sebastián Sosa. ¿Vélez? Solo enjundia y sacrificio. Y por supuesto no alcanzó.. La defensa se vio desbordada en numerosos avances y la abulia ofensiva arrojó un saldo, por momentos, desesperante. El cual alcanzó niveles máximos con las expulsiones de Somoza y Grillo por doble amarilla. Boca ganó de acuerdo a justicia en la cancha, porque siempre mostró mejores argumentos. Y tiempo atrás en los escritorios de la AFA, aunque no exento de excusas pueriles, se movió con la astucia de un zorro. Hoy está en la Copa Libertadores y nuestra institución no. El anhelo de ""volver a ser Vélez"" , es un objetivo que llevará su tiempo de elaboración.


Diego Luis Guiitian
@DLGuitian


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Desempate Libertadores 2015 | Vélez 0 - Boca 1

Desempate Libertadores 2015 | Vélez 0 - Boca 1

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