Era sin lugar a dudas el partido del morbo. Ocho días antes, en el mismo escenario, los mismos equipos, pero por el Torneo de Verano. La manoseada clasificación de Vélez Sarsfield a la Copa Libertadores de América 2015 aún está en suspenso y dependerá de los noventa minutos dentro de una semana para que con el único resultado posible (obviamente un triunfo) sea una realidad.

Por eso, este caprichoso encuentro de preparación en el regreso del Fortín a los torneos veraniegos tuvo cierto morbo. Es así que tanto Miguel Ángel Russo como Rodolfo Arruabarrena no quisieron dar pistas de nada a su rival. Entonces mostraron equipos alternos y a los que supuestamente serán titulares el 28 de Enero los dejaron en Buenos Aires a la espera de sendos amistosos a una semana ante el Emelec (Boca) y All Boys (Vélez).

Así y todo el encuentro en Mardel no pasó desapercibido. Tal vez con la presentación y oportunidad para muchos jugadores de ambos lados de mostrarse para su entrenador. Sobre todo para los pibes de Vélez que sabían del desafío y de demostrarle al entrenador que pueden estar. También para Caraglio y Nanni que ante el arribo de Pavone en la sana lucha por el puesto, se presentaba el encuentro como una muestra. 

Arrancó mejor pisado Boca el partido pero con un Vélez que cuando tenía la pelota se apuraba a intentar llevar peligro al arco de Trípodi. Fue el conjunto de Arruabarrena los que pegaron el grito en la noche marplatense. El inquieto Pachi Carrizo le comió la espalda a Matías Pérez Acuña y tiró el centro rasante al punto del penal para que con una diagonal perfecta y anticipando al defensor y hasta a Giglioti, Pablo Pérez le de un toque sutil al balón y lo ponga junto al palo y lejos de arco de Aguerre. Lejos de tomarlo como un golpe duro, Vélez reaccionó rápido. Tan solo dos minutos pasaron para que Mateo Ramírez le alargue un pase por derecha a Pérez Acuña para que el Gordo llegue hasta el fondo y mande un centro alto que encontró la cabeza de Caraglio para igualar el encuentro. Gran gol de Milton que recupera su mejor arma y arrancó con mucha confianza.

En el complemento el juego se movió por el ánimo. Porque cuando otra vez Caraglio cambió por gol el centro desde la izquierda con la cabeza para ponerlo en ventaja a Vélez, fue justamente el equipo de Russo el que empezó a jugar con tranquilidad y con ganas y posibilidades de estirar la ventaja con un Desábato que cortaba todo y con un fondo muy atento para desbaratar cualquier intento de ofensiva Xeneise. Y fue en el mejor momento de Vélez en el que Boca encontró el empate de cabeza y con Emanuel Giglioti. Desde el 2 a 2, Boca asumió el gasto y Vélez aguantó fiero una mala entrega para atrás de Germán Ferreyra que Vadalá caminando a Aguerre definió suave para que la recuperación de Emiliano Amor salve la valla velezana. Pudo un poco más Vélez al final pero ya no había tiempo ni fuerzas.

Fue un muy buen estreno para muchos pibes ante un rival duro en la antesala del encuentro más importante por ahora del año. Un partido eterno que nunca debiera jugarse. Un encuentro que se jugará el 28, pero que ya venimos jugando hace rato.

@martineta16