Alguna vez, el rol de Editor/Director de Vélez Magazine me llevó a escribir una columna editorial sobre la gran oportunidad que se le presentó a José Oscar Flores para ser el Director Técnico del Club Atlético Vélez Sarsfield a principios de este 2014. La tapa del ejemplar oficial del mes de Marzo del corriente rezaba un ?DT Modelo Vélez? y la nota en su interior otro que decía ?Formando fuTURU?, jugando con su apodo. Hoy, tras casi un año completo desde aquel Marzo a estos primeros pasos de Diciembre y aún sabiendo la decisión de la Directiva de la no continuidad al mando de equipo, no me equivoqué.

Vélez entendió cuál era el camino. Desde el arribo de Gareca hasta la continuidad de una idea en conducción futbolística en el ayudante que vivió a su lado los cinco años de gloria fantástica de 2009 a 2013, el Turu Flores. Demostrando que en Vélez tienen lugar los que hicieron grande la historia de club, eso que tantas veces se le machacó a cualquier directiva de no recibir ni abrir los brazos de vuelta para cobijar a sus héroes. El Turu tuvo una gran oportunidad, porque sintió que era el momento de iniciar su historia como entrenador, porque contó con el apoyo incondicional del Manager a principio de año Christian Bassedas y de toda la Comisión Directiva encabezada por el ex Presidente Miguel Calello. Porque su historia como jugador lo levantan como uno de los máximos ídolos de la institución, basta desempolvar la memoria, encontrar el VHS y verlo contonear su cadera desparramando por ejemplo muñecos vestidos de un celeste cordobés por el suelo del Amalfitani y marcar uno de los goles más hermosos que nuestras retinas puedan guardar. O tal vez, vestido con la camiseta siendo uno de los once que mudó a Vélez para todo el Mundo en aquella final de Japón.

Comenzaba la aventura con los créditos abiertos. Sabiendo tal vez que no iba a ser un año fácil, sostenido en parte en aquella historia de 2012 donde los torneos llamados de transición rimaban con la palabra campeón. Así se rodeó de otro Campeón del Mundo como el Cohio Héctor Almandoz, quien lo iba a acompañar como ayudante.

La historia comenzaba bien. Técnico que debuta gana; y ese triunfo fue un nuevo título para la rica historia del club, que se engordó en los últimos seis años sumando cinco conquistas. Vélez vencía a Arsenal de Sarandí en San Luis con un gol de Tito Canteros y se llevaba para Liniers en caravana la Supercopa Argentina 2014, con un Turu Flores feliz en el vestuario posando con el trofeo. Tan ofensivo fue en su idea que muchos se animaron a afirmar en aquel arranque que sus equipos eran mucho más voraces del arco rival que los que conducía el exitosísimo Tigre Gareca. Tardó cinco fechas el hincha en cantar el siempre exitista cántico? ?Que de la mano?? augurando la vuelta olímpica. El fatídico mes de Abril (Vélez no pudo levantarse) lo alejó de la lucha por el Final 2014 y lo dejó patitas a la calle de la Libertadores en octavos. Mientras tanto, se intentó en la idea de buscar el arco rival, de darle aparición a muchos juveniles que irrumpieron con buen pie como Rolón, Asad, Pérez Acuña; de jugar y de explotar al máximo a un Mauro Zárate que se despedía de su segundo ciclo en el club con el cetro de goleador en la Argentina y con un Lucas Pratto que siempre pero siempre ha sido y será el alma del equipo. Se derrotó a San Lorenzo en un partidazo en el Bajo Flores para cerrar el semestre y se había clasificado con ese triunfo y una amplia diferencia de gol a la Libertadores (la historia conocida habla de un Boca caprichoso que se empecina en sacar provecho de un disparate).

Llegaron las ventas por la necesidad de mejorar los números y el equipo comenzó a organizarse rumbo a un segundo semestre que como lo rezaba el torneo iba a ser de Transición. Con Pratto como bandera y estandarte sosteniendo las ausencias sobre su lomo de Canteros, Allione, Mauro Zárate, Tobio, etc. El arranque fue letal. Cuatro de cuatro. Doce de doce. Un Vélez que arrancó con todo y era sensación pero que vaya a saber uno por qué desde la visita la Bombonera se frenó, se detuvo y comenzó a ser preso cada vez más de sus problemas. Lesiones sensibles de Nanni y Correa (a las que sobre el final se les sumó la de Cubero), una seguidilla de encuentros en los que Vélez no pudo ganar y llegó a seis presentaciones sin victorias y a siete sin ganar como visitante (con seis derrotas). Niveles bajos que agudizaron el momento y la irregularidad que marca el crecimiento de los pibes. Sin embargo, cuando en otro lado tal vez la guillotina afilada buscaba cuello, en Vélez no. Se respetó una vez más lo pactado.

El Fortín se encaminó a un cierre que dejó un sabor amargo pero que en números se acomoda a una transición, aunque duela. Con un Pratto en su esplendor goleador como nunca (quiere ser goleador). Contando los torneos anuales (no la temporada) sumando el Final y el Transición el Vélez del Turu Flores sumó 55 puntos, tres más del 2013 con el Flaco Gareca, por ejemplo y bastante lejos de los 74, 72 o 70 puntos de los cuales no se bajó del 2009 al 2012.

Con errores y virtudes, pero siempre con buena fe. En ese aprendizaje de estrenarse en el fútbol grande de la Argentina como entrenador también se crece como un juvenil que salta a la cancha por primera vez. Haciendo carne cada herida, masticando cada bronca, aprendiendo. El Turu Flores tuvo la chance de iniciarse en un grande como Vélez en un momento difícil y la peleó, sin pataleos de divismo de algunos entrenadores; trabajó y se esmeró siempre. Promovió juveniles y hasta se dio el gusto de hacer debutar a su hijo Tiago, tal vez no atinado en el último instante del torneo o su estadía en el club, algo que se confirmó obviamente horas más tarde.

En este momento su carrera como técnico de Vélez puso un punto. El tiempo decidirá si ese punto es suspensivo o final. Hoy su curriculum vitae muestra una referencia importante que seguramente será fundamental para su futuro. Por eso sostengo que se mantuvo el modelo, la idea, la continuidad y el formar futuro con los golpes de este año para disfrutar los venideros.

Es inevitable que el ciclo de estos seis años fantásticos, con la salida del Turu, ha llegado a su fin. Habrá que encaminarse y dar de nuevo un esfuerzo para volver a lo más alto, tras bajar algunos casilleros sin tocar fondo.

Gracias Turu por haber ayudado al club en un momento complicado y sin poner peros, sin lágrimas diarias en los medios y con la misma valentía cuando entrabas a la cancha para defender la camiseta como jugador.

Gracias Turu porque de tu mano, Vélez tiene un título más en su historia y eso no es para nada poca cosa.

Vélez es y será siempre tu casa?

Carlos Martino

@martineta16