Subcomisión del Hincha

Gallego

Arrancamos la charla en un café cerca del Club para empezar a contar la historia de otra bandera que tiene muchísimos kilómetros siguiendo al Fortín. Esta bandera, nació en unas vacaciones de invierno en España, en 1995, fue la primer bandera de un solo color, con todos materiales comprados en el viejo continente. La bandera de GALLEGO arrancaba con el pie derecho, en la victoria del Fortín ante Banfield por 1 a 0 en ese mismo año, con un gol de Roberto Trotta.

Gallego, junto con otras banderas de la década de los noventa, forman esa línea de trapos históricos que estamos recordando. Nos damos cuenta con cada charla que las banderas hermanan, no matan como creen algunos organismos de seguridad, hasta el momento todas las notas tienen un denominador común y es que gracias a ellas, conocieron muchísima gente en la tribuna y se hicieron conocer.

Arrancamos la charla en un café cerca del Club para empezar a contar la historia de otra bandera que tiene muchísimos kilómetros siguiendo al Fortín. Esta bandera, tiene una particularidad que la distingue de las demás. Nació en unas vacaciones de invierno en España, en 1995, fue la primer bandera de un solo color, Azul con letras blancas, se confeccionó con todos materiales comprados en el viejo continente y de allí cruzo el océano Atlántico para estar presente en el sur frente a Banfield el día 6 de Agosto de 1995, aquel día Vélez derroto a Banfield 1 a 0 con gol de Trotta de penal. La bandera de GALLEGO arrancaba con el pie derecho?

Fernando, el autor material y único dueño del trapo, nos cuenta que siempre la llevo a la cancha solo, nunca la bandera fue sin él y nunca se le cruzo por la cabeza dársela a otra persona para sacarla de alguna cancha.    Enroscada debajo de su jardinero de jean, la bandera recorrió el país y varios países limítrofes. Recuerda el día que casi la pierde contra independiente en Avellaneda, viniendo de una ciudad del sur cercana al estadio de Independiente, fue emboscado por un grupo de hinchas del rojo que en las vías se dieron cuenta que no era local, y a lo mejor sin saber que tenia la bandera quisieron robarle, la bandera ese día a diferencia de otros no venia enroscada al cuerpo, pero si escondida bajo el mismo enterito. Logro de manera sorprenderte desligarse de los asaltantes y llegar a escabullirse entre los hinchas de Vélez que se acercaban al estadio.

Siempre tuvo su lugar detrás del arco, la amistad que lo unía con los dueños de otras banderas que ya tenían ese lugar privilegiado le facilitaron las cosas. El Lugar más lejos que el trapo viajo con él fue a Méjico contra las Chivas de Guadalajara en la última Copa Libertadores pero no la pudo colgar por que la policía local no los dejo,  estuvo colgada en el Mineirao en la final de la Supercopa 96 y estuvo varias veces en Jujuy, Salta, Mendoza, Chile y Paraguay, entre otros.  No recuerda el último partido que la llevo de local, pero lo cierto es que el Gallego, apodo que recibió por ser hijo de gallegos y que le da el nombre al trapo, recorrieron miles y miles de kilómetros siguiendo al Fortín. Hoy solo la lleva cuando viaja al extranjero por partidos de copa y no considera volver a traerla de local.

Gallego, junto con otras banderas de la década de los noventa, forman esa línea de trapos históricos que estamos recordando. Nos damos cuenta con cada charla que las banderas hermanan, no matan como creen algunos organismos de seguridad, hasta el momento todas las notas tienen un denominador común y es que gracias a ellas, conocieron muchísima gente en la tribuna y se hicieron conocer. El Gallego recuerda cada una de las banderas que se colgaban junto a la de él y los nombres de sus dueños, a muchos de ellos los sigue viendo, con otros guarda una amistad inseparable y otros ya no vienen tanto a la cancha.

Hoy, en la tribuna hay otra bandera con la misma insignia, la cual fue aprobada por Fernando, aunque el todavía se hace llamar el ¨verdadero¨ GALLEGO.