Subcomisión del Hincha

Donde estás estoy

La bandera que hoy les presentamos porta una frase que sabe resumir un sentimiento que muchísimos tenemos por el Fortín. Son solo tres palabras. Salieron después de lo que los publicistas llaman una ?tormenta de ideas?. Fue hace diez años cuando un grupo de fortineros decidió tener un trapo que los represente. Es tan simple como contundente, tan emotiva como racional. Es un mazazo a los ojos en medio de la tribuna. Es la bandera que dice ?Donde estás estoy?.

Por aquellos años en los que no dejaban entrar las banderas grandes hubo veces que no pasó completa. Por ahí lograban ingresar dos partes y quedaba ?Donde estás? solamente o ?Donde estoy?, o ?estás estoy?. El mensaje quedaba raro pero no importaba. La cosa era decir presente. Incluso hubo veces que pasó una sola parte y quedaba más ridículo todavía

La bandera que hoy les presentamos porta una frase que sabe resumir un sentimiento que muchísimos tenemos por el Fortín. Son solo tres palabras. Salieron después de lo que los publicistas llaman una ?tormenta de ideas?. Fue hace diez años cuando un grupo de fortineros decidió tener un trapo que los represente. Es tan simple como contundente, tan emotiva como racional. Es un mazazo a los ojos en medio de la tribuna. Es la bandera que dice ?Donde estás estoy?.

Fue financiada y creada por Rubén Raiola, Javi, el Tano, Canción, Romina, Marcelo, el Turco y Daniel Ortiz. Pero con el tiempo éste último se hizo cargo del trapo y es quien lo lleva a la cancha donde juegue Vélez. Sea la que sea, hace honor a lo que dice y siempre está.

Daniel Ortiz nació en Ramos Mejía. Se mudó varias veces pero siempre se mantuvo cerca. Anduvo por Ciudadela, Liniers y volvió a Ramos.  Como si le faltara el aire cuando se aleja un poco del Fortín.


Claro que no tiene problemas de hacer miles de kilómetros para seguir a su equipo. Aunque se le desordene la economía familiar (como por estos días en los que aún está pagando las cuotas de los viajes hechos durante la Copa Libertadores). También recuerda las veces que lo rajaron de un laburo por seguir a la V azulada.


Es visceral al hablar de Vélez, pero eso no lo hace menos reflexivo. Charla con todo el cuerpo, gesticula, disfruta de recordar partidos, estadios o anécdotas que indefectiblemente incluyen a su tercer hijo, el trapo.


Los otros son dos varones de 8 y 5años. Al menor le puso José por el Chila. El día que se lo contó al Uno éste le dijo: ?¡no es para tanto, mostro!?. Lo peor es que si era para tanto. Daniel es tan fanático de Vélez en general como de Chilavert en particular que participó de un programa televisivo de preguntas y respuestas sobre el paraguayo.

-Contesté todo bien, pero en la última pregunta me ganó un pibe que apretó el pulsador un segundo antes que yo. La respuesta la sabía. Al Chila lo adoro, como jugador y como persona.


Al menos de local papá Ortiz se deja ayudar orgulloso por sus dos pibes. Llevan juntos la bandera para colocarla en un lugar privilegiado de la Popular Este. La ponen en una boca de salida, cerquita de la Platea Sur.

-Si por alguna razón no puedo ir (léase, ?si no tengo un mango y juegan ponele en Méjico?) me da una culpa tan grande que me descompongo, me agarra taquicardia, no sé qué carajo me pasa. Soy un enfermo, lo admito. Si lo tengo que ver por la tele me encierro con los nenes en la habitación de ellos. Nos tapamos con banderas, bufandas, gorros y nos quedamos todo el partido abrazados. Si, ya se lo que estas pensando, estamos los tres locos. Mi viejo me pasó este virus y yo ya se lo encajé a mis hijos que son peores aún.


- ¿Y cómo vas a hacer el año que viene en la Copa Bernabeu?

-No se. Ya me tengo que poner a ahorrar. Porque ni loco mando la bandera y yo me quedo. Lo que pasa es que me da culpa, es como si faltara a la palabra. La bandera dice ?Donde estás estoy?, y no puedo fallarle.


Daniel tiene 37 años. Es coleccionista de todo lo que tenga que ver con Vélez: entradas, videos, resúmenes de partidos, revistas ?El Gráfico?, lo que sea. Salvo el Nacional del 68, lo vio salir campeón mil veces. Su bandera tiene 10 años y fue testigo de varias vueltas. Nació por aquellos tiempos en los que no se podía entrar con trapos grandes. Es por eso que está hecha en tres partes que en los bordes tienen velcro. En cada trozo hay una palabra: DONDE ? ESTAS ? ESTOY. Y debajo de cada una un dibujo: el escudo, la V y las copas. Una frase demoledora y un diseño por demás coqueto y equilibrado.

-Por aquellos años en los que no dejaban entrar las banderas grandes hubo veces que no pasó completa. Por ahí lograban ingresar dos partes y quedaba ?Donde estás? solamente o ?Donde estoy?, o ?estás estoy?. El mensaje quedaba raro pero no importaba. La cosa era decir presente. Incluso hubo veces que pasó una sola parte y quedaba más ridículo todavía.


Lo cuenta y se mata de risa. Como cuando nos dice lo recauchutada que está la bandera después de tantas canchas, viajes, mojaduras, avalanchas o nudos que se desataron a los tirones.

-Alguna vez me dijeron que la cuide porque era una bandera muy ?marcada? por las demás hinchadas. Pero por suerte nunca corrió peligro. Eso si, tomo todos los recaudos necesarios para que nunca le pase nada. Mi bandera es mi DNI, forma parte de mi cuerpo. El día que tome la decisión de pasarla a retiro, no viene más, lo decido de un tirón. Me imagino que lo voy a sentir en el cuerpo. Como si me amputaran algo. Va a ser como un duelo.