Fútbol

Mundialistas velezanos

La pelota empezó a rodar en la Copa del Mundo Rusia 2018. Este informe hace un repaso por los siete jugadores que, siendo futbolistas de Vélez Sarsfield, participaron en alguna de las XX ediciones de la máxima competencia mundial de selecciones.

SUECIA 1958

Ludovico Avio nació en Pigüé el 6 de octubre de 1931. Llegó a Vélez en 1956 como alternativa a Norberto Conde pero se ganó un lugar en el equipo junto al Beto apoyado en algunos atributos de mediocampista moderno. El pigüense era un volante derecho profundo y con apetito goleador que en sus tres años de estadía en el club convirtió 22 goles en 81 partidos. En 1958, el técnico de la Selección, Guillermo Stábile, lo incluyó en la nómina de 22 jugadores para disputar el Mundial de Suecia. Avio (dorsal 19), el primer futbolista de Vélez en estar presente en un Mundial, jugó dos encuentros en la primera fase: fue titular en la victoria ante Irlanda por 3 a 1 (marcó uno de los tantos), y cerró su participación, entre los once iniciales, en la catastrófica derrota, eliminación incluida, ante Checoslovaquia por 6 a 1. Ludovico Avio falleció en Mar del Plata el 23 de julio de 1996.

ESPAÑA 1982

Nery Pumpido (30/07/1957) arribó a Vélez en el amanecer de 1982 procedente de Unión de Santa Fe. Su incorporación quedó opacada por los apellidos de otros refuerzos adquiridos en ese mercado como Alonso (Norberto), Killer (Daniel) o Pernía (Vicente). Pumpido fue citado por César Luis Menotti como tercer arquero para el Mundial de España 1982 (las prioridades para el Flaco eran Ubaldo Matildo Fillol y Héctor Baley). Un decreto de la AFA disponía que los jugadores convocados recién iban a ser liberados una vez finalizada la máxima competencia a nivel selecciones, por lo que Pumpido, cuya ficha ya pertenecía al Club, viajó a España sin haber podido atajar ni un encuentro en Vélez. El guardavalla santafesino (dorsal 16) tampoco tuvo rodaje en el Mundial. Se calzó el buzo de golero de Vélez en el Metro 82 y permaneció en Liniers hasta finales de 1983. Su legajo acusa 78 presencias en el Fortín. Sobrio, sin estridencias, de mucha personalidad y una excelente pegada, Pumpido tuvo revancha en México 86. Fue el arquero titular del elenco campeón del mundo pero, en ese entonces, era custodio del arco de River. Nery Pumpido le bajó la persiana a su exitosa carrera en Unión luego de un paso por el Betis de España.

MÉXICO 1986

La transferencia de José Luis Cuciuffo (01/02/1961) de Talleres a Vélez se concretó en el mismo mercado de pases que la de Nery Pumpido. El cordobés había sido “manijeado” por la exitosa revista “Humor” seducida quizás esta publicación, por lo inédito de su apellido. Cuciuffo llegó, en un principio,  como un digno suplente del mundialista del 78, el veterano Daniel Killer, pero se ganó un lugar entre los titulares gracias a su técnica depurada con la pelota, su impecable timming y su buen cabezazo defensivo y ofensivo pese a que no portaba con una talla adecuada para un marcador central. Lo cierto es que, entre los manijazos de “Humor”, y la recomendación de Alfio Basile a Carlos Bilardo, el fino back nacido en la Docta se zambulló en el listado para México 86. Debutó en el segundo cotejo de la primera fase, ante Italia (1 a 1), y partir de ese partido desplazó a Néstor Clausen y se metió en la formación titular hasta el duelo final ante los alemanes.  El Narigón lo ubicó como stopper por derecha-marcaba hombre a hombre a uno de los delanteros rivales- Cuciuffo la rompió e intervino en seis de los siete compromisos disputados por la selección y registró dos asistencias. El 29 de junio de 1986 estuvo en cancha desde el primer rodar de la pelota frente a los teutones, anuló con eficacia al temible Rudi Völler y finalizado el pleito 3 a 2 a favor de Argentina, se colgó al cuello la medalla de Campeón del Mundo. Entre 1982 y 1987 defendió la V azulada en 185 ocasiones y anotó 8 goles. Tras dejar el club paseó su categoría por Boca, el Nimes y el Stade Reims de Francia y Belgrano de Córdoba. José Luis Cuciuffo (dorsal 9), el único jugador de Vélez Campeón del Mundo con la albiceleste, falleció el 11 de diciembre de 2004 en un accidente de caza.

EE.UU 1994

José Horacio Basualdo (20/6/63), ya traía experiencia mundialista al momento de su incorporación a Vélez. El Pepe había sido uno de los volantes de la formación Subcampeona del Mundo con Bilardo en Italia 90 (jugó los siete partidos de la competencia), y volvió a ser citado por Alfio Basile para formar parte de la delegación que viajó a EE.UU 94. Rodeado de estrellas como Maradona, Caniggia, Simeone, Ruggeri, Redondo y Batistuta, al inteligente mediocampista (dorsal 8) le tocó lidiar con la más fea en el único cotejo en el que estuvo en cancha, el reto de octavos. El Coco le impuso la misión de ser el cancerbero-cosa que nunca había hecho-del rumano George Hagi, un monstruo futbolístico apodado el Maradona de los Cárpatos y uno de los protagonistas estelares de la competencia. No le fue bien, ni a él ni al equipo, que diezmado por ausencias fue eliminado por la Selección rumana al caer por 3 a 2. Un mes después el Pepe trocaba esa decepción por alegría, alzaba la Copa Libertadores con Vélez en el Morumbí y daba la vuelta Olímpica como Campeón de América. Basualdo fue Campeón de América de selecciones en 1993, también dirigido por Alfio Basile. Con la pilcha velezana jugó 131 partidos y convirtió 5 goles entre 1993 y 95. En su extensa carrera de casi dos décadas militó en Villa Dálmine, Mandiyú, Stuttgart de Alemania, Racing, Boca, Extremadura, Jaén, y Dep. Español. Se retiró en Dálmine, el club de Campana, su ciudad natal, donde había empezado a patear una pelota en 1981.

FRANCIA 1998

Pablo Cavallero (13/4/74) es un caso curioso. Era suplente de José Luis Chilavert y sin embargo fue nominado por Daniel Passarella como opción de Carlos Roa y Germán Burgos para integrar el plantel en Francia 98. Lo cierto es que los dos arqueros velezanos de aquellos años estuvieron presentes en el Mundial galo aunque el actual Manager de Fútbol Profesional (dorsal 17) no tuvo participación activa. Cavallero si fue titular en Corea- Japón 2002. Defendió los palos nacionales en los tres encuentros de la primera ronda disputados por la alineación de Marcelo Bielsa (Nigeria, Inglaterra, Suecia) y recibió solo dos goles, uno de ellos de penal, pero en esos tiempos era el portero del Celta de Vigo. Con la celeste y blanca fue medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Entre el 1996 y el 1998 atajó 15 partidos en Vélez. Logró continuidad en Unión, Español de Barcelona, Celta de Vigo (ganó el premio Zamora en 2003), Levante y Peñarol de Montevideo donde concluyó su recorrido profesional en el 2009.

FRANCIA 1998

José Luis Chilavert es uno de los máximos ídolos del Fortín y fue el estandarte de la Selección paraguaya en la década del 90 y la génesis del siglo XXI. Chila, con el Clausura 98 en las valijas, partió al Mundial de Francia de ese año. El Seleccionado guaraní superó la fase de grupos y en octavos lo esperaba el equipo local. Franceses y paraguayos jugaron un partido dramático, inolvidable. El arquero velezano (dorsal 1) venía precedido de grandes actuaciones en la etapa inicial del torneo, pero su producción de esa tarde ante los galos resultó consagratoria. El oriundo de Luque levantó una trinchera en su arco, se apoyó en sus soldados de mayor heroísmo, Celso Ayala y el Colorado Gamarra, y sostuvo la valla en cero hasta el suplementario edificando una resistencia épica y repeliendo uno tras otros las incesantes embestidas del local. Finalmente, a los 8 minutos del segundo período de suplemento, una bala del capitán Laurent Blanc, pudo perforar la tenaz barricada construida por Chilavert y sus laderos. Paraguay quedó eliminado. Francia se coronó tres duelos después Campeón del Mundo. El hombre del Bulldog ratificó esa tarde su condición de mejor del planeta y se convirtió en una de las figuras descollantes de Francia 98. Chilavert volvió a guiar a sus compatriotas a octavos en Corea-Japón 2002 (derrota 1 a 0 ante el luego Subcampeón, Alemania) pero en esa etapa ya defendía la puerta del Racing de Estrasburgo. El curriculum de José Luis en su decenio en Vélez impresiona: 347 presentaciones, 48 goles.

SUDÁFRICA 2010

Nicolás Otamendi (12/02/1988) fue la aparición más fulgurante y sorprendente del ciclo de Ricardo Gareca. Relegado en la consideración de los anteriores entrenadores, fue el Tigre quien posó sus ojos en el zaguero, quien parecía postergado por valores con mayor rodaje caso Torsiglieri, Waldo Ponce, Fernando Tobio o Mariano Uglessich.

El Flaco confió en él, le dio un lugar en el primer equipo para formar dupla con Sebastián Domínguez y Nico se apoderó de un lugar en la defensa, apoyado en su gran personalidad, su potencia, su correcto juego aéreo y su estupenda capacidad para el anticipo.  En el Clausura 2009, Vélez gestó un crack. Un zaguero con un techo imposible de predecir, a la altura de los mejores del mundo.

Jugó con la Vélez 54 partidos y anotó 1 gol. Lo disfrutamos un año y medio. El Porto vino con una montaña de euros y se lo llevó al Viejo Continente. Permaneció cuatro temporadas en Portugal, vistió un breve lapso la casaca del Atlético Mineiro, volvió a Europa tentado por el Valencia y en el 2015 recaló en el Manchester City, donde se desempeña en la actualidad bajo el mando de Pep Guardiola.

A los 30, Otamendi ganó 10 títulos: 6 con el Porto, 3 con el Manchester y el Clausura 2009 con Vélez.

Integró el combinado nacional que representó a Argentina en la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. Firmó planilla en cuatro cotejos, en dos se movió en la zaga central, en los otros fue lateral derecho (dorsal 15) del conjunto comandado por el técnico Diego Maradona. Estuvo ausente en Brasil 2014. Sampaoli le da revancha y estará entre los 23 futbolistas que representarán al fútbol argentino en Rusia 2018.