Fútbol Amateur

“Volví a mi casa, me llena de orgullo trabajar para Vélez”

Luego de tres años, Flavio Espósito emprendió la vuelta al Fortín. Como formador, estuvo a cargo de varios juveniles que hoy juegan en primera y el presente lo encuentra dándole su impronta a la Novena División. A gusto con los jóvenes que dirige, asegura que el futuro de Vélez en cuanto a proyección de futbolistas, es muy bueno.

Se lo nota emocionado a Flavio Espósito. Mientras los chicos de la Novena salen al campo de juego, en la previa del partido ante San Lorenzo, van recibiendo el cariño del hincha que los aplaude fuerte por la gran participación en la Fiesta Sudamericana de la Juventud realizada en Paraguay. Flavio va detrás del grupo junto al Profe Andrés Rodríguez y le resulta imposible disimular la emoción. Quizás ahí, después de tres años, se terminó de dar cuenta que volvió a su casa.

"Me siento muy bien en esta vuelta. Volví a mi casa, es verdad, porque el trato de la gente para conmigo es muy cordial. Esa emoción que sentí en el partido del lunes me llena de orgullo y me da muchas ganas para seguir trabajando para Vélez y para que los chicos que uno prepara, puedan tener las herramientas necesarias cuando lleguen a primera", detalla el entrenador de la Novena del Fortín. 

El equipo arrancó de menor a mayor la Superliga. La derrota inicial ante Talleres (0-1), en la Villa Olímpica, generó dudas. Pero luego fueron llegando victorias revitalizantes (2-1 ante Banfield y Colón, ambos de visitante, 3-0 frente a Atlético de Tucumán y 5-0 el último sábado ante Temperley, los dos en casa) y un empate 1-1 ante River que mereció ser triunfo. "Hicimos un click con el grupo en Paraguay. Nos conocimos mucho más. No teníamos televisión en las piezas y por eso charlamos mucho, sumado a que no andaba bien el Wi Fi. Y eso es lo que cuenta. Vimos muchos videos y di charlas individuales por posición. Hemos crecido y dejamos el nombre de Vélez muy arriba porque nos felicitaron todos los técnicos", avisa quien tomó un equipo campeón de AFA Infantil el último año aunque agregarle su estilo, resultó impostergable.

"Mis equipos se caracterizan desde el sacrificio y los chicos me van entendiendo. Soy muy insistente con todo, en lo defensivo, trabajamos 15 metros más delante de lo que trabajaba la categoría en infantiles. La 2004 tiene un pie espectacular del medio para adelante, se desordenan muy bien cuando atacan".

Yendo al uno por uno en el análisis de sus dirigidos, Espósito asegura que "tenemos un 9 para disfrutar como Santiago Castro, un jugador diferente como Julián Fernández. Encontramos un equilibrio con Cristian Ordoñez y Mateo Seoane. Y los laterales, Jano Gordon y Diego Iapura, se están acostumbrando a lastimar en ataque. Y al ver eso, comienzan a tomar confianza los demás". En cuanto a los guardametas, apunta: "A Alejo Sánchez Roa lo veo bien aunque estamos repasando unos conceptos que le pido por eso hoy ocupa el lugar Valentín Alegre, un chico que viene de abajo. Los cuatro arqueros que tenemos, están para jugar. Hay un gran trabajo de César y Gustavo, los entrenadores de arqueros".

Convencido de sus decisiones, Flavio se siente a gusto con las incorporaciones que tuvo la 2004 para la actual temporada: "Luciano González un central muy interesante, Pablo Coria, un enganche clásico, muy buen jugador. También están Pablo Espinosa y Cristian Ortigozade muy buenas condiciones ambos. Después llegó Juan Ruiz, un punta de fuerza que se mueve muy bien y Tomás Sandoval, un lateral por derecha al que estamos trabajando mucho". 

El formato del actual torneo consta de dos zonas donde los dos primeros equipos, por Categoría, se miden en semifinales ante 1° y 2° del otro grupo. "Estamos para clasificar. El debut ante Talleres fue raro. Estaba el reglamento nuevo y cargó una mochila que la sintieron pesada los chicos. Después, fuimos protagonistas todas las fechas y seguiremos igual, porque nosotros queremos tener la pelota. De a poco el equipo va madurando, sabiendo que el cambio de Infantiles a Juveniles, es importante. Vamos a dar pelea, y si no es en este torneo, el próximo daremos que hablar", remarca con entuasismo Espósito.

"Trabajar en Vélez es crecer día a día. Y me da una alegría inmensa. Cruzarme a los chicos que están en primera y que paren el auto para saludarme y en algunos casos agradecerme, es muy gratificante".

Ofrece el semblante de un hombre serio, de ceño fruncido y gesto adusto, pero cuando se relaja, desborda entusiasmo y buena predisposición que lo vuelven un entrenador afable y de excelente trato con los chicos. Hablar del club que le volvió a abrir las puertas, supone un valor agregado de emoción al conjugar en una misma frase "Vélez y formación de juveniles". Flavio Espósito lo explica en breves palabras: "Acá me dieron la chance cuando me fui de River, trabajé con grandes personas y por el club me fui a trabajar afuera con el Cohio Almandoz. Encontré todo parecido a cuando me fui en 2015. Sebastián Pait era captador y hoy coordinador; siempre hablamos mucho de fútbol. La calidad humana es inmensa y el potencial de los chicos, enorme. No han cambiado muchas cosas y si lo pienso realmente, siento que nunca me fui".