Fútbol

Amor incondicional

Ante más de 5000 hinchas en el Amalfitani, Mauro Zárate selló su vuelta a casa como un verdadero ídolo de Vélez. Emocionado y feliz, elevó su compromiso de ser "uno más" para devolver al Fortín donde merece, cumpliendo su palabra de volver cuando más se lo necesita. Inolvidable.

Por Carlos Martino

El amor incondicional es el sentimiento y la acción de querer el bien de la otra persona por sobre todas las cosas y sin importar las consecuencias. De eso se trata. De un lado y del otro de esta historia. Porque así lo siente él, porque también de esa forma lo vive el hincha. Porque en tiempos donde todo necesita ser explicado, ésta sería la forma más lógica de ponerle palabras a algo inexplicable.

Mauro Zárate volvió a Vélez. Como lo prometió. Porque se considera un hombre de palabra. Su palabra que firmó a fuego sentenciando su vuelta en caso de ser necesario. Porque, su amor lo necesita y él está ahí, incondicional.

Tanto como cada una de las más de cinco mil almas que se dieron cita en el Amalfitani, como el domingo lo hicieron en Ezeiza, como lo harán en cada fecha nueva de la Superliga. Porque de eso se trata el amor, de estar en el lugar justo, en el momento indicado. No sólo en las buenas, sino también en las bravas. Es entenderlo todo.

Con el calor de una hinchada que lo ama. Que le mudó la temperatura elevada de Dubai a Liniers en muestras de cariño y de aliento. Construyendo desde su presencia un momento histórico y único. Alimentado por la necesidad imperiosa de volver a ver al equipo, de volverlo a ver en todo el sentido de la palabra. En eso tiene que ver esta vuelta. En eso tiene que ver Mauro.

Desde temprano el hincha fortinero fue buscando un lugar en el teatro de nuestros sueños para guardarse un lugar en la historia. Con sus camisetas, con el 9 dorsal y su nombre sosteniéndolo. Con globos, banderas y cintas. Con el aliento a flor de cuerdas vocales y gargantas que luchaban vanamente con la emoción. Hasta que lo vieron volver. Allí el estallido. Calzando la nueve y la pelota bajo el brazo, la imagen en la pantalla les devolvía a su ídolo. Puso un pie en el verde paño de casa y todo fue alegría.

Emocionado, con lágrimas en los ojos. Nervioso. Frotándose la memoria para ponerle REC y detener grabado cada fotograma de esa película. Saludando a todos, jugando a la pelota con los pibes que serán el futuro. Tomándose unos minutos para poder emitir palabra porque la emoción le ganaba la carrera. “No puedo explicar con palabras todo esto que me dan. Si el club me necesitaba, iba a ser el primero en dar una mano”, dijo y nos conquistó. Y largarse a cantar, como uno más, como lo prometió. “Voy a dejar la vida para salir lo antes posible de todo esto. Voy a ser uno más de ustedes adentro de la cancha”.

Llegaron los flashes con el Presidente Sergio Rapisarda y el Manager Pablo Cavallero, el momento de ofrendar balones firmados como recompensa a tanto cariño, tomarse selfies con cada rincón de la Norte; y llegó la oportunidad de compartir con su familia ese instante inolvidable. Natalie, Mía y Rocco salieron a la cancha y juntos recibieron todo el calor del hincha en esta nueva experiencia, este nuevo desafío también como familia.

“Esto no me lo voy a olvidar nunca en mi vida”, dijo antes de volver al túnel rumbo al vestuario. Tranquilo Mauro, nadie lo va a poder olvidar. Gracias por volver a casa.

17 IMÁGENES

Mauro Zárate volvió a Vélez | Parte 1

Mauro Zárate volvió a Vélez | Parte 1

Compartimos las imágenes del regreso inolvidable del ídolo, Mauro Zárate ante un marco fantástico del Amalfitani.