Fútbol

Por amor al club

La identificación con el club que te forma como futbolista y te da herramientas nobles para forjarte como persona, debe ser total. Es por eso que el Departamento de Fútbol Amateur refuerza día a día el sentido de pertenencia de sus juveniles para con Vélez. Mucho más que un beso a la camiseta.

Las fotos de Emiliano Amor, Nico Domínguez y Matías Vargas ya lucen en el vestuario de Inferiores.

La identificación con el club que te forma como futbolista y te da herramientas nobles para forjarte como persona, debe ser total. Es por eso que el Departamento de Fútbol Amateur refuerza día a día el sentido de pertenencia de sus juveniles para con Vélez. Mucho más que un beso a la camiseta.

Se trata de trascender la idea meramente contractual que une a un deportista con la institución. La marca en el orillo de un futbolista para con el club que lo forjó, es una condición que acompaña al jugador en cuestión, durante toda su carrera profesional y más allá del campo de juego. Vélez Sarsfield tiene una fama bien ganada dentro del fútbol argentino cuando se habla de sus Divisiones Inferiores. El mundo del fútbol sabe que en el Fortín, con una escuela que lleva años, se proyectan jugadores que surgen de su cantera para que arriben la máxima categoría.

Vélez es una marca en si misma desde el simple hecho que entre sus puertas, miles de chicos pasan vastas horas de su vida/formación alimentando el sueño de convertirse en deportistas de elite. Es por eso que desde el Departamento de Fútbol de Amateur se lleva a cabo una serie de acciones para reforzar dicho sentido de pertenencia.

El objetivo de esta acción se origina con la foto de Mauro Zárate (quizás uno de los máximos exponentes de amor por los colores) besando el escudo tras los dos goles convertidos ante San Lorenzo, en 2014. Dicha imagen, montada en un cuadro, ilustra la salida del vestuario local de la Villa Olímpica.

Y desde este miércoles, distintos retratos de futbolistas actuales del primer equipo repitiendo el mismo gesto, también dicen presente. Tal el caso de Matías Vargas, forjado en la pensión del club, Emiliano Amor  y Nicolás Domínguez. Los tres nombres, con arraigada pertenencia acumulada desde temprana edad.

Los carteles con su imagen ilustran ambos vestuarios de la Villa Olímpica, la oficina de Entrenadores, el Gimnasio de musculación y en los vestuarios del fondo; están en todos los lugares donde haya un alto tránsito de futbolistas. Este viernes tendrá lugar una nueva reuinión mensual, previo al entrenamiento, entre Técnicos y Profes donde tanto el Coordinador General, Alberto Fanesi, y el Coordinador de Preparadores Físicos, Mariano Pizzoglio, trabajarán nuevas pautas en torno al sentido de pertenencia que hay que inculcarle a cada chico que juega en el Fútbol Infanto Juvenil. No como una obligación en sí, sino como pauta de un trabajo que lleva su propio sello.

El Vélez Campeón del Mundo en Tokio reunía a 7 futbolistas titulares que nacieron en el club, siendo un caso único en la historia de los que conocieron la gloria en la Copa Intercontinental. Así, la institución se ha nutrido durante 107 años de sus juveniles y mucho más en los momentos económicos más difíciles de su existencia. Hoy día, cuatro Entrenadores (Guillermo Morigi, Marcelo Gómez, Walter Pico y Marcelo Bravo) que conforman el Cuerpo Técnico actual de Cuarta División a Novena, jugaron en la Primera del Fortín. Y tres de ellos, surgieron en la cantera. Al igual que Héctor Manfredi y Ariel Zárate, quienes transitaron la totalidad de sus años formativos en el club. Conocen, respiran, demostraron a lo largo de su vida sentido de pertenencia con la instutición que no solo los proyectó a la máxima categoría, sino que los formó como personas.

"El objetivo es reforzar la idea de pertenencia, algo que se trabajó siempre en Inferiores, a partir de las imágenes y de las charlas que tengamos con los futbolistas", apunta Mariano Pizzoglio, quien en su momento, junto al Directivo Carlos Figueroa, fue el encargado de solicitarle al juvenil que firma su primer contrato, una colaboración solidaria para que deje al servicio del Fútbol Amateur. En todos los casos, juntando dinero o bien comprando los siguientes bienes: 2 discos externos de 2 TB, 6 pendrive de 32 GB , 1 Filmadora 4K de última generación para filmación de partidos, 3 baterías para Filmadora, 1 Trípode para filmadora, 1 Heladera con freezer, 1 Freezer de 400 litros.,  30 bandas elásticas  para las entradas en calor, 6 recipientes de 200 litros para crioterapia, 1 Freezer para crioterapia y un asado para compartir con todos sus compañeros que todavía están en Inferiores.

El amor por el club que te forma no se reclama, se demuestra. Por supuesto que no en todos los casos, el futbolista lo vuelca en hechos. El respeto, la humildad, la solidaridad con el compañero, la educación en todas sus formas al vestir la V azulada, es un identificación que trasciende de generación en generación. Y es para toda la vida.