Siempre las partidas son duras y difíciles. Cuando el sentimiento se mezcla con la razón, suele suceder. Tal vez porque siempre miraste ese lado humano que muchas veces el fútbol deja de lado o simplemente olvida; pero siempre vos fuiste fiel a tus principios, a tu integridad de persona.

Nos tocó disfrutarte como jugador en la década más fértil de la gloria deportiva del club. Sabiendo lo que es transpirar la camiseta que amás. Nos econtramos con el tiempo y los años en la vuelta al "lugar donde fuiste feliz", donde hiciste que la familia velezana, desde tu rol de Manager, vuelva al estadio y se reconcilie con el equipo. Dimos tantas vueltas olímpicas y los mejores abrazos. Nos emocionamos y disfrutamos de lo hermoso de estar en lo más alto. Hoy también tuvimos el orgullo de tenerte como Director Técnico de tu club, del nuestro, del de todos. 

Por eso valoramos tu amor por Vélez. Más allá de tu deseo de lanzar tu carrera como entrenador, por haber puesto el corazón, tu vida y hasta tu familia en este momento tan duro de la institución. Pocos saben lo que sufriste cada derrota, cada vez que la pelota no entró en el arco rival, cada gol sufrido. Pero también sabemos todo lo que diste de vos en cada entrenamiento, en cada nueva experiencia que el fútbol te puso por delante. Sabemos que siempre estuviste atento a todo el entorno, a todo el que trabajaba para el bienestar de tu equipo y tu preocupación por todo. Eso te define. Ese es el Bassedas que siempre conocimos y valoramos. El que se pone por debajo de Vélez aún sabiendo que sos gran parte de Vélez.

Nos toca despedirte una vez más. Una historia repetida, porque por más que los ciclos se terminen, siempre hay tiempo para volver y dar lo mejor de vos, como siempre. Vélez es tu casa, Christian. Gracias por tu persona. Gracias por amar tanto a Vélez.

Departamento de Prensa Vélez