Siguiendo con la buena iniciativa de Christian Bassedas de invitar a personas importantes de la historia del club para compartir una comida junto al Plantel, este mediodía de jueves se recibió la siempre grata visita de Carlos Bianchi. El Virrey con todos sus recuerdos y anécdotas disfrutó de un almuerzo inolvidable.

Sin lugar a dudas, la idea es fantástica. Por eso, no se dudó ni un segundo en abrir las puertas de la Villa Olímpica a la historia grande del club. Como ocurrió con la visita de Profe Julio Santella; este mediodía de jueves tuvo algo muy especial.

La figura del hombre que se ganó la eternidad por sus logros y por la estatua que hace unos meses es guardiana del Hall Central del Club, se hizo presente en Ituzaingó y fue recorriendo cada una de las oficinas y habitaciones del predio seduciendo con su personalidad siempre franca y ganadora. Agasajado por el Gerente de Fútbol Mariano Armentano y el Jefe de Prensa Carlos Maceira, el Virrey fue saludando a todos y reencontrándose con mucha gente querida como el Doctor Ricardo Coppolecchia y el Kinesiólogo Carlos Leoni; como también el abrazo con Albino Carrizo, mítico utilero del club.

Aporvechó además para visitar el salón de juego donde se dan las charlas técnicas previo a los partidos, donde se encuentra un mural con las fotos de todos los títulos del Fortín y las fotos de sus entrenadores, que lo tiene en varias postales para la eternidad. Muy a gusto, el Máximo Goleador en la historia del club ingresó al comedor donde saludó uno a uno a los jugadores del plantel y se dio el encuentro con Christian Bassedas, para con el que siempre tuvo grandes palabras en esta nueva etapa como entrenador.

Se dio el almuerzo entre recuerdos y miles de anécdotas, con un sentido de pertenencia muy fuerte para el técnico más ganador de la historia del club. Risas y mucha buena onda pensando en este 2016 en lo que fue el encuentro.

Bianchi, el eterno Carlitos, visitó la Villa Olímpica. Un predio que desde el arribo de Bassedas le abre las puertas a la gloria.