En el ensayo matutino a puertas abiertas, Miguel Ángel Russo aprovechó para trabajar fuerte desde lo físico con pelota primero y luego desde lo táctico con dos equipos en cancha. Por la lejanía con el encuentro ante Lanús, el DT mezcló equipos sin parar un equipo titular. Cubero trabajó fuerte desde la coordinación.

Sin lugar a dudas que el receso se presenta con un doble sentido para Vélez en su andar en el presente Torneo de Primera 2015; primero porque le sirve para recuperar a sus soldados más golpeados y por otro lado, le quita la posibilidad de la revancha rápida en busca de mejorar los rendimientos y sobre todo los resultados.

Por eso, esta semana de trabajos en Ituzaingó, pura y exclusivamente tiene tintes de recuperar el tiempo perdido por lesiones y poner a punto a todos sus jugadores. Como pasa con los que regresaron estos días de sus paperas como Yordan, Pérez y Arario; como también por ejemplo, Fabián Cubero que continúa intensificando sus tareas de recuperación del menisco de la rodilla que lo marginó de los últimos compromisos del equipo. También Lucas Romero trabaja fuerte en el gimnasio y kinesiología para ponerse a punto del fuerte esguince de tobillo; misma dolencia que transita Fausto Grillo.

Los trabajos comenzaron pasadas las nueve y media de la mañana, con la presencia de Ricky Álvarez quien trabajó a la par del resto del plantel; se cumplieron diversos trabajos de entrada en calor para cumplir con una tarea física a dos equipos con alineaciones mezcladas donde se trabajó principalmente en el ahogo de los desbordes por las bandas tanto en la ofensiva como en la faz defensiva. Para finalizar los trabajos matutinos, se cumplió con un trabajo táctico de dos equipos a un arco, donde se debía superar con balón dominado (el equipo que ataca) mas de los tres cuartos del terreno de juego.

El Plantel continuará con la preparación este sábado, desde las 9.30 horas en Parque Leloir a puertas cerradas.