Entonado por sus victorias ante Jordan Thompson y Lucas Lacko, Nicolás Kicker saltaba a la cancha 3 del Melbourne Park con la ilusión de poder avanzar por primera vez a los octavos de final de un Grand Slam, donde podría tener la chance de cruzarse nada menos que con Roger Federer. En frente, estaba en inestable pero fuerte Marton Fucsovics.

El partido arrancó con una marcada paridad, con cada uno metiendo mucha intensidad en su turno de saque y sin regalar nada. Así llegaron al 3-3, hasta que después de pasar su turno de servicio, Fucsovics tomó la primera chance que dio el argentino y le quebró para ponerse 5-3. Al húngaro no le tembló el pulso a la hora de cerrar el parcial y lo capturó por 6-3.

La segunda manga también se mostró equilibrada en el inicio. Con ambos queriendo tomar la iniciativa del partido, se elevaron los errores no forzados y ambos jugadores comenzaron a exponer sus nervios por la instancia que estaban jugando. Y, otra vez, el 3-3 fue el punto de inflexión. Fucsovics le arrebató el servicio a Kicker, defendió su turno y se puso 5-3. En ese último game, el europeo salió a tirar, conectó dos winners y Nico terminó cediendo el set 6-3 con una doble falta.

Ya en el tercer parcial, Fucsovic se adueñó completamente del partido. Con la confianza por las nubes y con Kicker habiendo bajado visiblemente su nivel por la carga de partidos, el húngaro se puso rápidamente 3-0- Si bien no pudo cerrar el partido con su servicio en el 5-2, lo terminó haciendo con un quiebre al game siguiente. Fue 6-2 y pase a octavos para Fucsovic.

El Tren de Merlo se lleva una enorme experiencia de este Abierto de Australia. No sólo consiguió por primera vez llegar a una tercera ronda de un Grand Slam, sino que lo hizo en cemento, superficie en la que hasta acá apenas tenía un triunfo. Además, tendrá un importante ascenso en el ranking que le permitirá, de yapa, jugar los Master 1000 de Miami e Indian Wells. Por otra parte, también se le confirmó el wild card para ser parte del cuadro principal del Argentina Open. Nico cierra una gran semana aunque, con el nivel que mostró, el porvenir será mucho mejor.

Tomás Amerio