La Copa es y será siempre para Vélez única. El sin fin de sensaciones que regala cada velada copera no tiene comparación alguna; solo es posible emparentarla con aquellas gloriosas de los noventa. Pero cada encuentro, cada sensación renace cuando el parche de la Libertadores se pega en la manga derecha de la camiseta, a la altura del hombro y el nombre del jugador que la defiende aparece debajo del número dorsal. Beber de la Copa, es sin dudas, el mejor trago.

Sin dudas que ésta, la presente edición de Copa, tiene un gusto más que especial. Porque lo encuentra a Vélez en un nivel superlativo, haciendo una de las mejores fases de grupo en su historia, con un handicap valioso al máximo para intentar ser el mejor clasificado a octavos. Solo deberá esperar la suerte del Santos Laguna mexicano que visitará el Viaducto este jueves para medirse ante Arsenal, ambos clasificados, para ver si lo supera. Pero este Vélez, el del Turu ilusiona.

De los seis encuentros que disputó en la Copa ganó cinco y tan solo se vio derrotado en la vez restante, en lo que fue la excursión en La Paz con equipo alterno y hasta mereciendo mejor suerte. Es que si uno analiza este 2014 de Vélez solamente contando los encuentros de Copa, es una campaña excelente y sin fisuras. Pero si a esto, a este gran desempeño copero, se le suma que aguarda respirando la nuca de los líderes a un punto en el torneo doméstico con doce fechas jugadas; el pensando con respecto al semestre que vive el Fortín asciende. Porque el esfuerzo que realiza para mantenerse fuerte y vivo en ambas competencias es admirable. Porque juega cada tres o cuatro días y sin excusas. Porque el cansancio lo capitaliza con estado de ánimo y lo recicla en victorias. Porque pocos además, proponen lo que propone Vélez en cancha y con la pelota.

De taco, como definió Nanni un partido que sirvió para posicionar y confirmar a Vélez bien arriba en la tabla general. De taquito, como Vélez superó al Grupo 1 de Libertadores dejando a todos en el camino ganando tanto en casa como afuera y con grandes actuaciones. Casi sin despeinarse y hasta usando dos formaciones alternas en dos encuentros de seis para también ponerle el ojo a la lucha por el Final 2014. De lujo, como lo marca su historia y su rol de candidato que cada vez es más grande. Porque mientras los demás equipos de país (salvo Arsenal) se rompen el lomo para tratar de arañar los octavos, el conjunto de Liniers sacó boleto en la preventa de la siguiente fase y encontró una ubicación VIP para esperar rival.

Pero nada se ha ganado, como solía decir el arquero nacido en Luque. Siempre se ha dicho y es cierto que ahora realmente es cuando comienza la Libertadores. Será momento de justificar los elogios, de cultivar lo cosechado, de hacerse fuerte. Será el instante de demostrar, por qué Vélez sigue vigente ante tanto cambio y en un fútbol que cada día se arrodilla a la mediocridad. 

Será la parte de la historia que nos encanta vivir... que nos gusta contar.

@martineta16