Columna del Técnico

Heinze: “No soy quien para sacarle el sueño a nadie”

Gabriel Heinze atendió a la prensa una vez consumado el triunfo ante Rosario Central y reafirmó sus conceptos de juego como a lo largo de todo el torneo, valoró la tarea de sus jugadores y minimizó la gran ovación que recibió del público en los minutos finales del encuentro.

El entrenador se refirió al triunfo y a la ilusión que despierta en el hincha: "Yo no soy quien para sacarle el sueño a nadie. Vivo la realidad y nunca me olvido del camino que he pasado. Hoy se ha ganado y son 3 puntos importantes porque era un partido complicado. No es fácil jugar contra un planteo así. Estos chicos en el segundo tiempo leyeron muy bien el encuentro y lo sacaron adelante ellos."

La aprobación definitiva y generalizada hacia Heinze y el equipo bajó anoche por primera vez en forma de cántico desde la tribuna, pero mucho antes se instaló en el ambiente futbolístico y es moneda corriente que jugadores y técnicos no se guarden elogios: "El reconocimiento depende de quien lo haga; si es de la gente noble del fútbol, mucho mejor y es eso es lo que me gusta.” Y fue más allá con su explicación para contar por qué no se siente cómodo: "No busco eso, siempre digo que los elogios te llevan más a las equivocaciones que las críticas. Lo llevo muy mal porque no me siento bien con eso. Un entrenador es bueno por los jugadores que tiene y los jugadores lo hacen bueno. Y hoy este presente de Vélez es gracias a los jugadores”.

Para referirse puntualmente al juego, hizo algunas refrencias con nombres propios para justificar los ingresos y salidas en los últimos encuentros de Robertone y Almada: "Lucas y Thiago pueden estar jugando y uno se debe decidir por lo que posicionalmente te presenta el rival y por lo que vos podes hacer en ofensiva y te lleva a optar por uno u otro.” Y profundizó la idea contando qué les pidió a sus dirigidos en el entretiempo: "Les dije que no jueguen más al fútbol y se posicionen. Me han enseñado y he aprendido que se llega de dos maneras al gol. Y le dije al "8" y al "10" que se posicionen y hagan los movimientos que siempre hacemos y eso han hecho”.

También dio su parecer sobre el primer gol de Vélez y el aparente bajón que sufre el equipo en los minutos posteriores: "Para mí fue muy claro el partido y el primer gol llega porque es lo que teníamos que hacer y después lo que nos pasa siempre es que convertimos y no podemos hacer tres pases seguidos; pero eso se debe a la forma en que buscamos llegar. Se hace mucho esfuerzo, después nos relajamos un poco hasta que pasan esos cinco o siete minutos y recién ahí volvemos. Tenemos que aprender y corregir esos minutos posteriores a un gol”

Para disfrutar de esta realidad, Heinze prefiere remotarse a los comienzos del ciclo y a momentos llenos de escollos, que con el paso del tiempo fue superando: "Empezamos esta historia hace bastante con muchos problemas, pero nosotros le metimos para adelante con todos estos chicos y empezamos a creer en algo, siempre por repeticiones para crecer y creer. Después vienen los resultados”.

Sobre la idea de juego ya instalada y la forma de intentar doblegar al rival reflexionó: “Me gusta ganar, si lo gano con la valla invicta mejor, pero lo que busco es hacer más goles que el adversario. Todo lo que hacemos con errores y aciertos lo hacemos nosotros." Y amplió la idea de lo que intenta plasmar con sus dirigidos en cancha: "Todo lo que produce el equipo lo hacen los chicos, buscamos de una manera u otra, pero siempre trabajado. Es muy lindo ayudarlos a ganar y es muy lindo que vivan lo que vivieron esta noche con la gente, porque hace un año no nos íbamos así, sino con críticas.”

Apasionado por la táctica volvió con una respuesta acerca de como quiere que juegue "su" Vélez: “Si yo tengo la pelota más tiempo que el rival puedo hacer algo. Si soy mejor que el rival, tengo más posibilidad. Y para eso hay un solo camino, que es el riesgo; porque si pongo a tres jugadores sobre uno adversario, riesgo no va a haber. Y continuó con su exposición: "El fútbol es un todo y cuando uno siente algo, lo tiene que hacer y habrá equivocaciones puntuales; pero se defiende una forma de juego. La pelota la quiero yo y la quiere el equipo, y cuando la tiene el rival, vamos a ir a buscarla, no esperamos que se equivoque, sino que nosotros la vamos a buscar y elegimos ese camino.”

Para finalizar, dejó en claro que la convicción es la palabra clave en el rol que ocupa dentro del grupo: “Un entrenador puede jugar de muchísimas maneras, si lo siente y lo sabe, pero lo más difícil es convencer a los jugadores, y eso creo que es el trabajo del entrenador y es durisímo. La forma no me preocupa, a mí enseñaron que hay que estar convencido de lo que hace.”

Gabriel Montoreano