Otro año más sin tu aliento constante desde aquel sector que hoy necesariamente lleva tu nombre. Otro año de repetirnos las mismas preguntas y sentir que ha pasado el tiempo sin encontrar ni siquiera una respuesta a tanto interrogante que se escapa por la boca, por el corazón.

 

Otro año en el que nos sentimos más cerca, en el pedido interminable de justicia. Una justicia que se ha tomado un largo tiempo, pero que de todas formas no llega a cubrir un gramo siquiera del dolor que abruma.

 

Otro año de gritarle al viento unas cuantas verdades que él mismo no quiere escuchar. Un tiempo en el que te supimos conocer, amar, ayudar; por más que estés tan lejos, que estés tan cerca.

 

Otro año, Gordo? Emma, otro año de extrañarte?

 

Otro año de esperarte, sabiendo aún que no vas a volver de la forma de siempre, por más que te hayas alquilado un palco vip allí arriba para alentar a tu amado Fortín desde una nube.