Básquet Masculino

“Llego para afianzar mi crecimiento”

En una de las oficinas me aguarda Juan Pablo Boadaz, el flamante entrenador del Básquet Masculino, de estatura al límite con el metro ochenta, flamante técnico de la primera división y nuevo coordinador del semillero velezano. Sentado junto a él, su hija María Sol, una belleza de 4 años que le hace honor a su nombre, le otorga al recinto un toque de ternura.

''La meta de máxima es el ascenso, queremos estar en la pelea grande, el Básquet es complicado y hay que estar fuerte fundamentalmente en la etapa de los Playoff'', enfatiza Juan Pablo.

Afuera el frío lastima y la garúa es insistente y pertinaz, adentro, en la sede, la calidez de la familia velezana entibia el ambiente. El 4ª piso huele a básquet y la música que se escucha es el repiqueteo constante del balón naranja contra el parquet del piso del estadio Víctor Barba. Los individuos que lo merodean, en su gran mayoría, deben encorvarse para gambetear los marcos verticales de las puertas, es un sector vedado a petisos.

 

En una de las oficinas me aguarda Juan Pablo Boadaz, de estatura al limite con el metro ochenta, flamante técnico de la primera división y nuevo coordinador del semillero velezano. Sentado junto a él, su hija María Sol, una belleza de 4 años que le hace honor a su nombre, le otorga al recinto un toque de ternura.

Ubicados en el salón del tercer piso lindero a Prensa, antes del comienzo de una de las periódicas clases de coro, Juan Pablo arranca la charla con elSitioOficialcon autorepaso de su prolífica y exitosa trayectoria.

 

?Jugué básquet desde chico en Pedro Echagüe. Deambulé desde mini, por todas las categorías. A los 17 años, el Club, ante la imposibilidad de abonarme un salario como integrante del plantel profesional, me dio la oportunidad de dirigir las divisiones menores y así inicié mi carrera como entrenador, Boadaz hace una breve pausa y continúa su relato, mientras daba mis primeros pasos en la dirección técnica además de representar a Echagüe, vestí la camiseta de Ferro y compartí una pretemporada en Vélez bajo las órdenes de Juancito Escandón, y agrega, una lesión en los ligamentos impidió que pudiera competir para el Club y retorné a mi Institución de origen donde aparte de seguir conduciendo los planteles juveniles finalicé mi recorrido como jugador?

 

-¿Cuándo te dieron la chance de hacerte cargo por primera vez de los profesionales?

En 1999, tenía veinticinco años, una edad no muy común para un entrenador. Luego de un corto período como asistente, el técnico de Echagüe decidió dar un paso al costado y los directivos me ofrecieron  el puesto. Conocía a fondo al grupo, gran parte de esos chicos habían sido mis alumnos, y concretamos una gran campaña, y recuerda con precisión, en el 2000, ascendimos al Regional C, y la temporada siguiente logramos el título que nos posicionó en la Liga B. Tras cuatro años disputando ese torneo conseguimos el ascenso a la TNA, lo que resultó una enorme satisfacción para la Institución y para mí, no solo por la importancia del logro sino porque fue obtenido con la base original de pibes surgidos en el Club con un pequeño aporte de basquebolistas de otra procedencia.

 

Mientras su narración sufre un intervalo por la presencia de un colaborador, el coro arremete con sus cantos y la tregua me permite informarle al lector que el muy joven conductor del plantel de Básquet tuvo un paso fugaz por la 6ª y 7ª división del fútbol de Vélez cuando estas estaban bajo la supervisión de Alberto Fanesi y el Toto Calvanese, y que el profesorado de Educación Física le ganó la pulseada a los estudios que había encarado durante dos años en Ciencias Económicas.

El sucesor de Fabián Balbi retoma el diálogo y la cronología de su itinerario plagado de triunfos.

 

¿Dónde estábamos?, pregunta dubitativo. Con Echagüe en la TNA, le respondo. La respuesta le permite seguir con el derrotero de su periplo al costado de las líneas demarcatorias de las canchas. ?Al mismo tiempo que dirigía en la TNA, recibí la convocatoria de Obras Sanitarias para coordinar el trabajo de los chicos y realizar el reclutamiento de promesas del Interior del país. La renuncia de Cadillac me abre el camino para acceder a la Liga A donde estuve un corto lapso debido a innumerables problemas para el armado del grupo, por lo que decidí alejarme y regresar a Echagüe donde estuvimos al borde de ascender a la división mayor perdiendo la final con Independiente de Neuquén, Juan Pablo señala, la cúpula directiva del Club determinó que no podía sostener los gastos para afrontar la competencia y soy contratado por el equipo neuquino donde las dificultades económicas fueron tremendas y el desenlace de mi experiencia en el Sur no es un lindo recuerdo.

Las voces de los coreutas suenan cada vez más fuerte, arrimo el grabador para que no se escape ningún detalle de la alocución del entrevistado, la plática sigue?.

 

-¿Cómo llegás a Vélez?

Tuve un contacto con las autoridades del Básquet, con Andrés Ubiría a la cabeza, y rápidamente arribamos a un acuerdo. Llego a un Club grande con el propósito de afianzar mi crecimiento, una entidad que cuenta con una estructura ideal para desarrollar proyectos y con todas las comodidades para abocarse al trabajo y desentenderse de problemas periféricos. Estoy terminando mi vínculo con Echagüe y comprometí mi palabra con Lanús para extender el trabajo iniciado a principios del 2010 con el básquet femenino,-mi primer ensayo con mujeres-, hasta fin de año. En este ínterin, la alegría por el arreglo al que llegué con Vélez se suma a la proposición de la Federación Metropolitana para entrenar a la selección capitalina con la que estamos practicando en el Club desde hace un par de semanas, y cuya conformación, a diferencia de otras ocasiones, se nutre de pibes jóvenes y con hambre de victorias, acota persuadido.

 

-¿Cuándo empieza la pretemporada y el campeonato, con que plantel contás, y cuál es la meta que se trazaron en las primeras charlas con los dirigentes?

La meta de máxima es el ascenso, queremos estar en la pelea grande, el Básquet es complicado y hay que estar fuerte fundamentalmente en la etapa de los Playoff, enfatiza. Desde el primero de julio me sentaré con la dirigencia para ponerme al tanto del presupuesto que se maneja y comenzaré las negociaciones con los agentes para la contratación de los jugadores para el armado del grupo, una labor dura y áspera, ya que hay muchos para los que es tentador jugar en Vélez, por su seriedad y prestigio, pero hay otros que no desean competir en la Liga B. Los primeros días de agosto arrancaremos la pretemporada y la primera fecha del torneo esta pautada para el 22 de octubre.

 

-¿Cómo te definirías como entrenador?

En el Básquet la incidencia de los técnicos es mayor que en el fútbol, de hecho nosotros podemos pedir minuto y variar las tácticas sobre la marcha del juego. Soy reconocido por mi trabajo en el fortalecimiento de la defensa, clave en este deporte, Echagüe fue varias veces el equipo menos goleado, y creo que a partir de la solidez defensiva se puede edificar un ataque con contundencia. Hay técnicos que apuestan a darle mayor libertad al jugador y otros que maximizan las variantes ofensivas, todos tenemos diferentes libretos para obtener el mismo propósito, el triunfo, pero te reitero, subraya, mi aspecto más resaltante y supongo que los antecedentes que interesaron a Vélez fueron el cuidado del aro propio y la labor con las divisiones menores, finaliza.

 

Juan Pablo se despide amablemente. La polifacética Andrea le toma las fotos de rigor en el terreno de juego, cerca del tablero. Advierto la sorprendente presencia en las tribunas de la dirigente política Margarita Stolbizer,-dato de color que suma a la nota, pero cercano al chisme-, me calzo el gorro negro, me pongo la campera y vuelvo al frío polar de la calle.

 

Técnico nuevo, técnico joven, con ganas, con valiosos antecedentes. Renace la ilusión, el anhelo de ascenso que se renueva año tras año.

 

Gabriel Martínez.