Tobías Zárate lleva en la sangre el gen de su padre y su tío: Convertir goles. El delantero de la Séptima viene de marcar tres tantos en las últimas dos fechas y comenzó a pagar lo que tanto se esperaba de su zurda. Hijo del Roly y sobrino de Mauro, el menor de la dinastía nos cuenta su historia.

Como una dinastía que se va pasando la posta del gol con la camiseta del Fortín, así son los Zárate. Del Ratón al Roly y de ahí, a Mauro. Ahora, el salto generacional dejó de ser entre hermanos. Ellos echaron raíces y sus hijos, en las Inferiores del Fortín, sueñan con emular a sus padres y tíos. Casualmente Tobías Zárate, hijo de Rolando David, tiene el GEN de la técnica pero hay algo que lo diferencia de sus antecesores: Es zurdo. ''No salí a la familia en ese sentido, soy el único zurdo. No me considero goleador aunque sí me gusta hacerlos como a todos los delanteros'', destaca quien el último fin de semana gritó dos veces en el clásico ante Ferro, en Séptima División y ya lleva tres tantos en los últimos dos juegos. Menos mal que no es goleador...

-¿En qué posición te movés mejor?

-Soy media punta, puedo jugar de 9 o de enganche. Tengo técnica y puedo hacer los dos trabajos. Intento no hacer tanto el uno contra uno contra los defensores rivales porque físicamente me cuesta, por eso busco hacer las cosas simples.

-¿Y cómo estás viviendo este presente entre la deseada continuidad que finalmente llegó y los goles que convertís?
-Estoy muy contento, hacer un gol es una sensación muy linda. El año pasado no me tocó jugar mucho pero este año sí y creo que lo estoy haciendo bastante bien por suerte.

-¿Cómo definirías a la Séptima División?
-Somos un equipo con muy buen pie en el mediocampo. Este año veníamos muy bien hasta que se fue Benja Garré, nos costó un poco su ausencia pero después volvimos a ser lo que éramos antes. Nos gusta llegar mucho con los laterales, los volantes asístenten a los puntas; vamos para adelante siempre. 

Con 16 años asegura: ''Mi viejo me da consejos de lo que tengo que hacer pero todo para bien, me corrige como todo papá, aunque no me miente, si jugué mal me lo dice''. Sin embargo, el pasado sábado, lejos estuvo de objetarle algo, Roly. En el día de su cumpleaños, Tobías le regaló dos golazos en el empate 2-2 ante Ferro y redondeó una actuación brillante que incluso pudo haber sido superlativa si concretaba dos tantos más que el poste y el travesaño le negaron.

El peso de la herencia, hasta acá, no logra incomodarlo. Sabe quién es y de dónde viene, por eso intenta hacer su propio camino sin que las comparaciones familiares lo perjudiquen aunque resulten inevitables. Pero eso no invalida desear que, en un tiempo no muy lejano, la Primera de Vélez vuelva a tener dos Zárate en cancha como ya sucedió con su padre y su tío. ''Jugar con Mauro sería uno de mis sueños. Desde los 6 años anhelo llegar a Primera y si es con mi tio mucho mejor. Mismo con mi primo Luca que juega en la Quinta División y es el hijo del Chino, mi otro tío''.

El deseo está, las condiciones también. Tiene mucho camino por recorrer y aunque es imposible asegurar el futuro, la ''Dinastía Zárate'' guarda especialmente un capítulo en su libro de oro para que Tobías lo siga llenando con goles.