En tiempos de urgencias futbolísticas, de los talentosos hace rato dejó de hablarse cuando tenían 17 años. Hoy se mira más abajo. Infantiles y el baby fútbol, es la meca apuntada. Allí también residen los representantes y descubridores de futuros cracks. Futuros, claro. Porque el presente lo deben ocupar en perfeccionarse para algún día ser lo que insinúan, como lo fue toda la vida, nada más que hoy se direccionan las mirada a las primeras etapas de formación porque hallar futbolistas de calidad que estén sin ser captados durante la adolescencia, es cada vez más difícil.

Son las 13 horas del martes previo al arranque del torneo. Llega al bar donde pactó con el Sitio Oficial para hacer la nota y se pide una Coca Cola Light. La entrevista va a durar 25 minutos y  por suerte Thiago Ezequiel Almada, en ese lapso, demuestra que tiene muy claro todo esto que está viviendo. El 26 del próximo mes cumplirá 14 abriles pero de él se viene hablando hace rato en las infantiles de Vélez. Es el 10 (enganche) del equipo bicampeón de AFA Infantil de la Categoría 2001 y este sábado debuta en Novena División, el primer escalón de la etapa más importante que cualquier futbolista debe transitar y de paso, entender de qué se trata todo esto. ??Ahora se viene lo más difícil, lo más competitivo, la verdad del fútbol como dicen algunos Técnicos?, subraya Thiago y pone primera.

-¿Cómo se prepararon vos y tus compañeros para arrancar esta nueva etapa?

-Estoy muy bien, hice una buena Pretemporada. Lo veo muy bien al equipo y con ganas de seguir logrando títulos. Ahora en Novena cambia mucho, es otro juego, otra presión. El Técnico exige mucho en que presionemos y juguemos más, hacerlo más rápido buscando el arco rival. Ahora hay que viajar a las Provincias y jugar esos partidos picantes.

-Vuelven a tener como Entrenador a Cristian Gómez, con quien hace dos años fueron campeones en Infantiles.

-Sí, Cristian ahora está un poco más hincha huevos (risas), más exigente. Pero es muy buen Técnico y a mi me enseñó mucho, por ejemplo cómo recibir la pelota de espaldas y saber girar rápido. Mismo Marcelo Bravo, con quien también fuimos campeones el año pasado. Igual, tengo que mejorar la zurda y el cabezazo al saltar. Todavía soy chico y tengo tiempo.

-¿En qué puesto te sentís más cómodo?

-Mi posición siempre fue de enganche y repartiendo pelotas. Me gusta jugar con dos puntas adelante y yo más tirado a la izquierda así quedo perfilado para patear con derecha. Trato de ubicarme bien en la cancha, pensar mucho. Me gusta jugar a espaldas del cinco rival y cuando está fijo, tirarme a los costados para tener mucha movilidad como me pide Cristian. 

-¿Y con el gol cómo te llevás?

-El año pasado tuve la suerte de hacer algunos goles, no tanto el anteaño pero voy mejorando de a poco y llego mejor al área rival. También me gusta asistir a un compañero porque eso es parte del gol.

-¿Cómo definirías a la Categoría 2001?

-Pese a que hay muchos chicos altos, somos un equipo que nos gusta jugar por abajo, jugar al fútbol, lo que pide Vélez, nada de revolear la pelota. Tenemos que mejorar igual, pero estamos por buen camino.

-Lindo orgullo debés sentir por ser uno de los capitanes del equipo?

-El que lleva la cinta es Pato (Patricio Flamenco), yo soy el sub capitán. Tenemos que manejar el vestuario, que esté bien el grupo, como así también llegar temprano y unir a todos. Tenemos más responsabilidades.

Thiago arribó a Vélez a los 5 años. Jugaba al baby fútbol en la canchita de la Capilla Santa Clara, ubicada en el corazón del Barrio Ejército de Los Andes, más conocido como ??Fuerte Apache??.  En ese mismo potrero del barrio ubicado en Ciudadela Norte, Carlos Tevez comenzó a soñar a lo grande como también lo hizo no hace tanto este diestro volante de la Novena de Vélez que sigue soñando con los ojos abiertos. 

??Siempre me sentí cómodo en Vélez porque es un club que te da todo. Me trajo Pino Hernández y me querían de River, Boca, Argentinos Juniors y San Lorenzo; hace un par de años y cuando era más chico también. Pero elegí este club porque está cerca de casa y estoy muy cómodo??, acota Thiago.

-¿Cómo llevás este incipiente reconocimiento? Se habla mucho en Vélez de tus condiciones.

-Lo llevo bien, tranquilo y siempre siendo humilde. Creo que me lo gané jugando en Infantiles pero ahora en Novena hay que demostrar mucho más. Mis papás me cuentan que de chiquito dormía con la pelota, iba a entrenar al barrio, luego llegué acá y siempre me gustó jugar al fútbol. 

-¿Qué significa el fútbol en tu vida?

-El fútbol es lo mejor que hay, lo disfruto mucho. No hay nada mejor que jugar al fútbol y más en este club como Vélez. 

-¿Cómo es un día cualquiera desde que te levantás?

-Arranco a las 6.30 y voy la Escuela 35 de Palomar. Ahí curso segundo año, lo que sería Octavo. Después almuerzo y vengo a Vélez porque a las 14 sale el micro que nos lleva a entrenar a la Villa Olímpica. Vuelvo, hago la tarea, ceno y me voy a dormir. Me cuesta el colegio pero hay que terminarlo. Me aconsejan mucho mis padres para que pueda terminar mis estudios. 

Junto a su familia, este jovencito que suele portar una gorra de visera plana cual cantante de reggaetón, vive en el barrio de Palomar. Y agrega sobre sus orígenes. ??Yo me crié hasta los cinco años en Fuerte Apache y luego me mudé a Palomar, pero tengo a toda mi familia allá, donde paso mucho tiempo. Voy bastante al Fuerte, a la casa de mi abuela y al negocio de mi abuelo que tiene una verdulería?.

- Te sentís muy cómodo en el lugar donde naciste, imagino.

-El barrio nunca se pierde pero estoy tranquilo en Palomar porque en el Fuerte pasan muchas cosas como en todos lados. Ojo, en Palomar está jodido porque está el Barrio Carlos Gardel. En Fuerte Apache me siento seguro porque conozco a mucha gente, saben que juego en Vélez desde chiquito. Me hice conocido en el barrio.

-¿Por qué jugabas bien al fútbol?

-No, porque cuando tenía cinco años había un verdulero y me ponía a vender con él y me daba $ 5 por ayudarlo. Iba con un carrito por el barrio y teníamos un megáfono donde gritábamos y venía la gente a comprarnos. Mismo junté botellas con mis amigos y nos daban plata cuando las llevábamos a reciclar, como la plata que no era mucha comprábamos caramelos y gaseosas.

-Ya de chiquito y verdulero?

-Siempre lo recuerdo con mi familia y nos reímos. Ojalá el día de mañana pueda vivir del fútbol para tranquilidad de ellos. Tampoco me presionan porque tienen su trabajo. Mi papá, Diego, maneja un camión repartiendo gaseosas, mi hermano trabaja en la Municipalidad de Morón. Mi mamá se llama Lorena y tengo dos hermanos más. Somos tres hermanos de distinto padre y mi hermana más chica y yo del mismo matrimonio. No me quiero olvidar de mis abuelas Silvia y Negra, mis abuelos Tula y Mario, que falleció hace dos meses.

Recuerda a su familia y Thiago se le escapa una sonrisa en cada momento. Ingenua a veces y otras tantas, socarrona porque su cara de atorrante lo delata. Hace dos años conoció a Juan Román Riquelme por un amigo de su padre. ??Comí un asado con él y me preguntó cómo jugaba??. Al tiempito, empezó a compartir horas con Lucas Romero, su ??amigo personal?? y ejemplo a seguir por ??sacrificio y humildad. Lucas ha sido muy generoso conmigo siempre??, dice y toma el último trago de Coca Cola Light.

-¿Cuál es tu máximo sueño?

-Uno nunca pierde los sueños, ojalá pueda jugar en la Primera de Vélez el día de mañana. Ahora se viene lo más difícil, lo más competitivo, la verdad del fútbol como dicen algunos Técnicos. Me siento preparado para tener un gran año.

Diego Luis Guitian

@DLGuitian