Aprovechando los últimos días de vacaciones, Gonzalo Añasgo (defensor de la Quinta División) se dio una vuelta por la Villa Olímpica para ver a la Primera en su amistoso ante Temperley. En diálogo con el Sitio Oficial repasó el bochornoso final de temporada ante Independiente y sus objetivos para el 2015.

Pegados al alambre de la cancha auxiliar número 2, Gonzalo y su padre miraban el amistoso. Pese a las condiciones climáticas desfavorables, de Moreno a Ituzaingó la distancia no es tan larga y allí estaban. ""Vi que en la página oficial estaba la información y acá estamos. No me fui de vacaciones pero sí salí a correr para no perder el ritmo. La idea es observar a Eric Jerez y a Brian Cufré que juegan en mi puesto, no te voy a negar que me alegró la salida de Emiliano Papa", dijo entre risas el ""Negro"" Añasgo, que este año se estrenará en la Quinta División bajo el mando de Walter Pico.

Su último partido en las inferiores fortineras caló hondo. Empate 1-1 ante Independiente y la Categoría 1996 perdió un campeonato que tenía casi abrochado. Pero eso no fue lo peor: la gresca en la que estuvieron involucrados los 36 protagonistas, más padres y allegados, recorrió todos los portales deportivos de Argentina. ""Todavía dura la bronca. La idea no era terminar así, sino salir campeón. Hablamos entre todos y nos pusimos de acuerdo que lo que hicimos estaba mal"", remarca Gonzalo y agrega: "" Para nosotros salimos campeones, fue el mejor año de los seis que llevo en Vélez, en lo colectivo e individual. Respecto al grupo terminamos mas unidos que nunca"".

Haber formado parte de un esquema ultra ofensivo dispuesto por Marcelo Gómez, le sirvió para potenciar sus virtudes. ""Me sentí muy cómodo yendo al ataque todo el tiempo. Tengo más proyección que marca, me gusta llegar al arco rival. Me tengo mucha fe para este año, ojalá pueda jugar en Reserva y ser campeón con la Quinta, queremos revancha"", enfatiza quien convirtió tres goles en 2015 jugando casi todos los partidos.

Su arribo a Vélez fue en 2010, la Prenovena lo esperaba. Recuerda el trayecto Morón-Palermo para jugar al Baby Fútbol, junto a su padre, en ciclomotor y por la autopista. Antes dio sus primeros pasos en Atlas y el papá de un compañero de aquel club lo llevó a probarse al Fortín. ""No pude jugar un año porque Atlas no me daba el pase, por suerte se destrabó y empecé a tener continuidad. Vélez significa mucho en mi carrera, me está dando todo para que pueda llegar a Primera. Me veo ahí en poco tiempo, hay que tener suerte y esforzarse cada día"".